
En la mayoría de los casos, los victimarios no son procesados ya que no son denunciados, otros quedan impunes y no dan seguimiento.
Los casos de violencia y homicidios en contra de niñas, niños y mujeres adolescentes, se han incrementado de manera alarmante a nivel nacional durante los últimos años. Pero además, las cifras oficiales reflejan una evidente impunidad en la mayoría de los casos que se denuncian.
De acuerdo a las más recientes estadísticas consultadas en la base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), tan sólo en la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han contabilizado mil 389 asesinatos a niñas y adolescentes a nivel nacional.
A lo anterior hay que sumarle que existe un alto índice de mujeres que sufren algún tipo de violencia, incluyendo niñas y adolescentes pero no se levantan todas las denuncias.
De diciembre de 2018 a febrero de 2024, sumaron 507 feminicidios y 882 homicidios dolosos, en promedio se asesinaron a 22 niñas y adolescentes por mes en México.
El caso más reciente que conmovió y causó angustia fue el secuestro y muerte de Camila, una niña de 8 años en el municipio de Taxco, en Guerrero, donde también una mujer, a quien señalaron como responsable del crimen, fue linchada y murió a causa de los golpes.
Si se adjuntan los mil 652 homicidios dolosos de mujeres de 0 a 17 años de edad registrados de enero 2015 a febrero de 2024, y los 753 feminicidios que tuvieron lugar en el mismo periodo, obtenemos un total de 2 mil 405 a nivel nacional de enero de 2015 a la fecha.
En tanto, en el primer bimestre del año en curso, se registraron 16 homicidios dolosos de mujeres de 0 a 17 años de edad en México, cuya cifra de asesinatos de niñas y mujeres adolescentes en el país asciende a 24 casos para estos meses de 2024.
Los datos del Sesnsp señalan que en Tamaulipas, del 2018 a la fecha, 82 fallecimientos de mujeres se han clasificado como feminicidios.
En 2018 fueron 13 las víctimas reportadas por ese mismo delito, mientras que en 2019 sumaron 16, siendo en la mayoría de los casos la pareja o esposo de la mujer el responsable.
Cabe mencionar que los datos que emite el Secretariado en sus reportes, se nutren con la información de la Fiscalía de cada Estado, y éstas señalan que en 2020 fueron 11 los feminicidios en la entidad.
Sin embargo, un año después, en 2021 sólo cinco muertes de mujeres fueron clasificadas de esta manera por el Ministerio Público.
En 2022, la cifra registró el número más alto con 19 casos de feminicidio, mientras que en 2023 son 18 las mujeres víctimas de feminicidio registradas en Tamaulipas, de acuerdo con las autoridades que en el primer mes de este año no tienen registro de este delito.
Esta entidad se ubica entre los Estados con más alto índice en cuanto a feminicidios, en relación al porcentaje de casos.
En este parámetro obtuvo la novena posición, sólo por debajo de Chiapas,
Veracruz, Quintana Roo, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Edomex y Guanajuato.
Tamaulipas también concentra tres de los 100 municipios con más feminicidios durante el año: Reynosa, Matamoros y Ciudad Victoria.
Matamoros registró cinco feminicidios dentro de una población de 282 mil 435 mujeres, lo que representa 1.77 casos por cada 100 mil habitantes. Consiguiendo el lugar 32, según datos del Secretariado.
En la posición 48 se ubicó Reynosa, con 4 presuntos feminicidios dentro de las 352 mil mujeres que habitan en el municipio, con una incidencia de 1.13 casos por cada 100 mil habitantes.
En el caso de la capital del Estado,
Ciudad Victoria, se registraron tres feminicidios, posicionándose en el lugar 77.
La causa de la muerte también refleja la brutalidad de los crímenes como estrangulamiento, golpes, apuñalamiento, disparos, tortura y violación, siendo en su mayoría el propio hogar de las niñas y adolescentes donde las asesinaron o donde encontraron sus cuerpos.
ALERTA DE VIOLENCIA
La violencia infantil es un tema delicado y que preocupa a las comisiones estatales de derechos humanos, porque cada vez hay más niños maltratados, abusados sexualmente o incluso asesinados.
Por ello, Olivia Lemus, presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (Codhet), dio a conocer que están trabajando en conjunto con la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos.
“Precisamente en una comisión especial en violencias extremas que están padeciendo niñas, niños y adolescentes en México; es un estudio o un análisis que hemos estado trabajando por al menos dos años, para ver la posibilidad que se emita una especie de alerta (como la alerta de género), la alerta en razón de la violencia a la que están expuestos niños, niñas y adolescentes”, expresó.
LEGISLADORAS
REPRUEBAN LOS ABUSOS
Haciendo énfasis que en otra época las conductas de agravio se normalizaban y eran permitidas, pero ahora se busca actuar contra los agresores de los niños, niñas y jóvenes en Tamaulipas, la legisladora morenista con licencia por el Quinto Distrito Electoral de Reynosa, Magaly Deándar Robinson, manifestó que en la entidad buscan actuar en contra de quienes violenten y atenten al desarrollo de la niñez y adolescentes.
“Porque nosotros mismos decíamos que así nos educaban nuestros padres, abuelos, maestros, personas mayores o quienes ejercían alguna autoridad sobre nosotros”, aseveró mediante sus redes sociales apenas el pasado 13 de febrero.
Asimismo, la congresista tamaulipeca enfatizó que presentó una acción legislativa para hacer modificaciones a la Ley de Niñas, Niños y Adolescentes para poder revertir la normalización y tolerancia a los castigos físicos y humillantes para estas personas.
“Estoy segura que contaremos con el apoyo de las y los diputados en esta iniciativa”.
Con reformas como la ya descrita, Deándar Robinson propuso incorporar en la legislación local, que se entenderá por castigo humillante a cualquier trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador, de menosprecio, además, todo acto que tenga como objetivo provocar dolor, amenaza, molestia o humillación en contra de niñas, niños y adolescentes.
También, definir las clases de maltrato, que van desde el abandono y trato negligente, abuso sexual, explotación, maltrato físico, psicológico o emocional.
“Los cuales representan una práctica nociva en la crianza de quienes son la esperanza de nuestra tierra y que atentan de forma directa contra su dignidad e integridad”, dice en su propuesta Magaly Deándar.
Precisó que con esta acción legislativa, se impulsa la difusión de medidas alternativas de disciplina que sean participativas, positivas y no violentas, a efecto de lograr las mejores condiciones para el bienestar y el libre desarrollo de la personalidad de niñas, niños y adolescentes en Tamaulipas.
Deándar Robinson resaltó que en anteriores tiempos, estas conductas se normalizaban y eran permitidas “porque nosotros mismos decíamos que así nos educaban nuestros padres, abuelos, maestros, personas mayores o quienes ejercían alguna autoridad sobre nosotros”, señala la legisladora.
Sin embargo, destacó que estas conductas deben erradicarse de una forma total en la sociedad y en el Tamaulipas que hoy representan, de ahí la importancia de esta propuesta legislativa.
Por su parte, la también diputada morenista, Consuelo Nayeli Lara Monroy, propuso aumentar la pena contra los abusos sexuales en contra de menores en Tamaulipas para homologarse con el Código Penal Federal.
“Se busca duplicar la pena en los delitos de abuso sexual, estupro y violación, cuando fueren cometidos por profesionistas que se desempeñen en atención o servicio de niñas, niños y adolescentes”, explicó la congresista.
“En atención a la homologación que deriva de la concurrencia de la aprobación del Decreto aprobado el pasado 8 de febrero del año en curso, a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; y al Código Penal Federal”, agregó.
“Quien cometa estos delitos de abuso sexual en una persona menor de 18 años de edad o en persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho, aún con su consentimiento, o que por cualquier causa no pueda resistirlo o la obligue”, puntualizó la legisladora Magaly Deándar Robinson.
Recalcó que de 100 casos de abuso sexual infantil, solamente uno es denunciado, según datos de organizaciones de prevención al maltrato y abuso sexual infantil.
“Lo anterior es alarmante, pues tal parece que existe un bajo índice de denuncias presentadas derivado de la desconfianza en las instancias encargadas de resolver el conflicto, ya sean administrativas o jurisdiccionales”, precisa la información.
Señaló que esta iniciativa incluye la conformación de una instancia multidisciplinaria responsable que establezca mecanismos para la prevención, atención y canalización de los casos de maltrato, perjuicio, daño, agresión, abuso, violencia sexual.
“Así como de cualquier otra forma de violencia en contra de niñas, niños y adolescentes que se suscite o detecte en los centros educativos”, precisó la legisladora que propuso aplicar penas más severas para disminuir el abuso infantil en Tamaulipas.
Ocurrió en Reynosa
Alexa Mariela Díaz Gaona, se despidió de su madre una tarde, sin pensar que ese beso sería el último y la despedida para siempre.
Se enfiló a la colonia Cumbres en Reynosa, a casa de una de sus amigas como punto de reunión para hacer una pijamada.
Parecía todo normal, luces de colores, bebidas, música del momento y mucha diversión entre las jóvenes allegadas a Mariela.
Ya en horas de la madrugada del 17 de mayo (del 2020), el timbre del teléfono interrumpió el sueño de la señora María Gaona, madre de Alexa.
Al escuchar “mi más sentido pésame para usted, ya supimos lo que le pasó a su hija”, no daba crédito a lo que estaba pasando.
“Yo comencé a preocuparme cuando me empezaron a llamar y darme el pésame, eran maestros, compañeros de ella de la escuela, y les dije que eso no podía ser cierto si mi hija se había ido a una pijamada”, recordó con tristeza.
Salió aprisa de su casa hacia donde se encontraba su hija, al verla sin vida en el baño, se le derrumbó el mundo.
Tomó su teléfono y solicitó apoyo, minutos después el cuerpo yerto fue canalizado al anfiteatro de la Fiscalía General de Justicia del Tamaulipas, con sede en esta fronteriza ciudad.
El hecho atroz, a casi cuatro años continúa impune, pues el resultado de la autopsia nunca fue entregado a la familia de la víctima, quien este año estaría cumpliendo 21 de edad.
Por si fuera poco, el abogado de oficio que se dispuso a llevar el caso y quien aseguró que lo ocurrido con la joven fue un homicidio, fue asesinado a pocos días de haber tomado el caso de Alexa.
Ella se destacaba por ser una joven muy entregada a los estudios, ya que estaba cursando la preparatoria en la Universidad México Americana del Norte (UMAN), “ella quería ser radióloga”, dijo su madre.
El radiólogo es una persona que se especializa en diagnosticar y tratar diversas condiciones médicas utilizando rayos X.