Hoy que los hechos en Jalisco acaparan la atención de la opinión pública, es pertinente recordar que los llamados “campos de exterminio” con fosas clandestinas no son nuevos en este país. En Tamaulipas se han registrado desde 1999, y Hora Cero ha estado ahí para documentar estos desgarradores hechos.
El efecto de la pandemia cambió el flujo del turismo médico operando en un 30 por ciento a cinco años de la crisis sanitaria; los filtros de seguridad en los puentes fronterizos aquejan a los pacientes del Valle de Texas.
La estampa de infantes en los cruceros de la ciudad estirando la mano y pidiendo una moneda es una imagen que ha trascendido a lo largo de los años en la frontera; sin importar las medidas que implemente la autoridad, el tener a un niño en la calle provocando lástima a la comunidad sigue siendo una de las actividades ilegales más lucrativas en el territorio mexicano.