
Aunque Daniela ya tiene 22 años de edad, sus facciones y complexión son las de apenas una adolescente, debido a la parálisis infantil cerebral que padece.
Sin embargo, cuando está arriba del corcel blanco que monta un par de veces por semana, como parte de su equinoterapia, la joven luce radiante, como una verdadera amazona.
Han pasado más de dos años desde que Sofía y Francisco, padres de Daniela, consideraron la opción de la rehabilitación por medio de caballos para su hija. No hay un momento en que se hayan arrepentido de su decisión.
“La verdad es que disfruta mucho su terapia que le ha traído beneficios a su columna y su capacidad motora, además de que la resulta como un verdadero momento de relajación”, reveló Sofía.
Y aunque contar con un hijo con parálisis cerebral no es una tarea sencilla, esta mujer sabe que gracias a la equinoterapia, la calidad de vida de Daniela ha mejorado considerablemente.
“Son muchos los beneficios, tantos que ella mismo lo pide: ‘vamos a los caballos, vamos a los caballos’. La verdad si un padre de familia nos pregunta si recomendamos esta terapia les vamos a decir que sí, que la recomendamos ampliamente”, sentenció.
La mejoría de Daniela no es cuestión de magia, es tan sólo uno de los resultados naturales de la equinoterapia, un sistema de rehabilitación que utiliza los beneficios de montar un corcel para el tratamiento de enfermedades como la parálisis cerebral infantil, Síndrome de Down, Autismo y otras muchas discapacidades.
Luis Eduardo Román, terapista físico con especialidad en equinoterapia y encargado de Medway Terapia Ecuestre, expresó que este sistema ha demostrado ser uno de los más efectivos para ayudar a los pacientes con estos males a poder integrarse a la sociedad.
Señaló que utilizar caballos para la rehabilitación presenta una serie de beneficios físicos, neurológicos y psicológicos.
Entre los físicos mencionó el hecho de que debido a que la temperatura corporal del corcel es unos grados más alta que la de los humanos, ofrece una relajación muscular a las personas que padecen algún tipo espasticidad en su cuerpo.
Otro de los renglones en los que ayuda es en el fortalecimiento de las extremidades y tronco de los pacientes, a quienes el rítmico paso del caballo los ayuda a mejorar su postura.
Además, se tiene comprobado el paso del corcel es el mismo de los humanos, lo que ayuda a los pacientes a tener un registro mental que les permite facilitarse el poder caminar.
Román añadió que entre los beneficios neurológicos que se pueden mencionar se encuentra el hecho de que permite a los pacientes poder lograr un estado de concentración que difícilmente pueden alcanzar en otro tipo de terapias.
“Cuando están sobre el caballo, los niños saben que tienen que estar completamente concentrados, pues cualquier distracción podría representar que se puedan caer, entonces esto les mejora mucho su proceso de concentración”, expresó.
El terapeuta indicó que esta ayuda es más evidente en los pacientes con problemas de autismo, quienes tras algunas sesiones de equinoterapia mejoran en sus habilidades sociales y atienden mejor las instrucciones.
Por último, mencionó que entre los beneficios psicológicos de esta rehabilitación se encuentra el incremento en la autoestima de los pacientes, quienes obtienen la satisfacción de saber que están en control de una bestia de más de media tonelada de peso.
A lo largo de los años, esta terapia ha ayudado a cientos de personas en la cuidad, lo que le ha dado muchas satisfacciones a Román, su esposa y su equipo de colaboradores.
Sin embargo, lo que lo tiene más orgulloso es que cinco pacientes de su terapia han mejorado de tal forma, que ya se integraron a escuelas públicas de educación tradicional.
NO ES SOLO MONTAR
El terapista expresó que en la equinoterapia no se utiliza cualquier tipo de caballo, necesita tener condiciones muy particulares.
Entre las principales se encuentran la altura, que sean jóvenes y cuenten con carácter dócil, además de que, de preferencia, cuenten con “rienda charra”, como se le llama al entrenamiento en charrería, que les ayuda a atender mejor las instrucciones del jinete.
Incluso los terapeutas requieren una instrucción especial, ya que aunque él ha montado desde pequeño, requirió de aprobar un curso que le ayuda a lidiar con los pacientes.
Precisó que cada una de las personas que aquí se atienden fueron referidas por un médico, además de que se les realizó una evaluación personalizada para conocer sus necesidades y entonces poder diseñar su tratamiento.
Este sistema de trabajo ha resultado ser muy efectivo, pues los beneficios que se obtienen con la equinoterapia nunca se olvidan, pues quedan grabados en el cerebro de la persona por el resto de sus días.
CHARREAN POR AYUDAR
Además de las satisfacciones que le ha dado ayudar a la rehabilitación de cientos de personas, Román encontró en la equinoterapia un beneficio colateral que nunca hubiera esperado.
Y es que desde el arranque de sus actividades, hermanos y familiares de los pacientes mostraron su interés por aprender a montar.
Román, que siempre ha sido un apasionado de la charrería, se dio cuenta que llegó un momento en que tenía la suficiente cantidad de niños y niñas para formar tanto un equipo charro como uno de escaramuzas.
Así fue como nació el equipo Aztecas, conformados por pequeños cuyas edades van de los seis a los quince años.
Durante meses Román se ha encargado de entrenar a estos niños en las artes charras, con la esperanza de formar nuevas generaciones que continúen con el deporte más mexicano que existe.
Ha sido tanto el avance que han tenido, que el próximo 17 de noviembre el equipo ofrecerá una exhibición de sus habilidades en las instalaciones de Medway, ubicadas en la calle José María Cantú, de la colonia Doctores, cuadra y media más adelante del parque de la liga pequeña “José María Treviño Kelly”.
Entre las suertes que se espera que se puedan ver estará la cala de caballo, las escaramuzas, las manganas a caballo y a pie, la monta de yegua e, incluso, el llamado paso de la muerte.
El boleto de entrada al evento tendrá un costo de 20 pesos que servirá para realizar mejoras a las instalaciones de Medway.
Cualquier información sobre este evento o la equinoterapia puede solicitarse al teléfono 284-68-37.