
Más allá de las pérdidas millonarias que se registraron en la infraestructura carretera y algunas comunidades ejidales por el desbordamiento del cauce del río Bravo, quienes resultaron verdaderamente perjudicados con este desastre fueron los campesinos y ganaderos de la entidad.
Y aunque pareciera que ninguna autoridad puede ponerse de acuerdo sobre la verdadera dimensión de la catástrofe, todas las cifras muestran un escenario desolador. Estadísticas del gobierno federal aseguran que de 668 mil 733 hectáreas de sorgo sembradas en Tamaulipas, hubo afectaciones en 110 mil. En el caso del maíz se reportan daños en 80 mil hectáreas.
Sin embargo, el gobernador del Estado, Eugenio Hernández Flores, reveló que solamente en los distritos de riego 025 y 026 –que comprenden los municipios de la frontera tamaulipeca–, hubo afectaciones en 132 mil hectáreas de cultivo de sorgo, maíz amarillo y maíz blanco, que representan pérdidas por 370 millones de pesos.
Para la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Tamaulipas, la crecida del agua provocó que más de un millón 500 mil toneladas de sorgo se echaran a perder.
Pero las pérdidas no fueron sólo entre los campesinos. Los ganaderos de la región reportaron la muerte de 329 cabezas de ganado caprino, 275 cabezas de ganado ovino y 80 cabezas de ganado bovino.
Hilario Barrera Martínez, dirigente del Catorceavo Comité Campesino con sede en Reynosa, dijo que el 20 por ciento de los productores de este municipio no pudieron levantar sus cosechas debido a un exceso de humedad que había antes de la emergencia.
Esto provocó daños en los plantíos de las comunidades afectadas en las riberas del río.
“Más que todo hay afectaciones para el área de Reynosa-Díaz, Camargo, Comales y Miguel Alemán, pues ahí hay parcelas a la orilla del río”, expresó.
LOS NUMEROS DEL DESASTRE
Los primeras evaluaciones realizadas por el gobierno federal y Estatal, revelan que tras el paso del huracán “Alex” y las inundaciones provocadas por la crecida del río Bravo, en 19 de los 26 municipios tamaulipecos declarados como zona de desastre natural registran afectaciones por mil 84 millones 857 mil 341 pesos.
Los mayores daños existen en Abasolo, Aldama, Burgos, Villa de Casas, Cruillas, Güémez, Hidalgo, Mainero, Mante, Matamoros, Méndez, Padilla, Reynosa, Río Bravo, San Fernando, Soto la Marina, Valle Hermoso, Ciudad Victoria y Villagrán.
El fenómeno natural provocó que en el sector de la vivienda se contabilizaron pérdidas por 62 millones 738 mil 748 pesos.
Además, están las afectaciones a la infraestructura educativa, donde hay que gastar alrededor de dos millones cuatro mil 908 pesos para recuperar todo lo que se perdió con la crecida del agua.
Sin embargo, lo que más preocupa a las autoridades son los daños en la actividad agropecuaria y ganadera, principalmente entre los pequeños productores que no tienen la capacidad económica para contratar un seguro contra riesgos naturales.
De acuerdo al Programa de Atención a Contingencias Climatológicas, los campesinos afectados con las inundaciones recibirán un apoyo de 900 pesos por cada hectárea siniestrada, sin embargo, este beneficio se otorgará sólo hasta cinco hectáreas.
Además, se tiene programado adelantar el calendario de pagos del programa Procampo.
Para los ganaderos, las autoridades informaron que los dueños de hasta 40 cabezas serán apoyados con 450 pesos por unidad animal para suplemento alimenticio; en el caso de muerte de ganado se darán 950 pesos por unidad animal, pero con un límite de hasta cinco unidades.
Además, se adelantará el calendario de pagos del programa Progan para los ganaderos inscritos. Se agilizará el pago de apoyos solicitados por los productores para corrales, maquinaria, bodegas, sementales, pie de cría y vaquillas, entre otros.
Adicionalmente, los Comités de Fomento y Protección Pecuaria y de Sanidad Vegetal realizan tareas de vacunación en animales para evitar enfermedades, y contra la garrapata en el ganado.
Por otro lado, la Comisión Nacional de Zonas Aridas (Conaza) aplicará un plan emergente para reparación de pequeñas obras hidráulicas afectadas utilizando mano de obra de la región.
Quienes sí tuvieron la oportunidad de asegurarse en contra de un siniestro de este tipo, tienen que cumplir con ciertos requisitos antes de poder cobrar su dinero, informó Víctor de León Orti, secretario de Desarrollo Rural en Tamaulipas.
“Es necesario que esto sea considerado un siniestro, en el caso nuestro la mayoría de los productores salvará algo de la cosecha y por eso los apoyos van para los pequeños productores, aquéllos que tienen sembrado menos de 20 hectáreas”, precisó.
León Orti manifestó que la mayoría de los agricultores aseguran sus cultivos por cuenta propia, ya que cuando contratan créditos son obligados a adquirir pólizas en las instituciones financieras.
El funcionario estatal reveló que en Tamaulipas se sembraron alrededor de un millón de hectáreas de sorgo y quedan pendientes por trillar sólo unas 200 mil, que son las que están en riesgo de perderse por las inundaciones.
Para la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, la práctica de contratar seguros para el campo ha sido exitosa, pues en lo que va del año se han pagado mil 148 millones de pesos a los beneficiarios de estas primas.
Los seguros cubren afectaciones por sequía, helada, granizada, nevada, lluvia torrencial, ciclón y tornado tanto para el sector agrícola como el pecuario.
De hecho en este año, ocho mil 44 millones de hectáreas de sembradíos y cuatro mil 161 millones de cabezas de ganado fueron aseguradas por sus propietarios.
LOS MAS AFECTADOS
Sin embargo, no todos están tan optimistas. El diputado federal, Edgar Melhem Salinas, informó que las afectaciones en las cosechas se han dado en el municipio de Díaz Ordaz y la zona que comprende el vaso de “El Culebrón”.
“Díaz Ordaz tiene un vaso entre el río y la ciudad que estaba sembrado de maíz blanco y amarillo y se perdió el cien por ciento de las cosechas, no fue por las lluvias que se perdió el maíz, fue por la creciente del río que se pudo haber evitado si se hubiera hecho un manejo responsable de las presas”, indicó.
Explicó que el daño ha sido tan masivo, que el gobierno del Estado busca que todos los productores de Tamaulipas reciban apoyos, sin importar si cuentan con un seguro o no.
“Se hizo el compromiso y así lo quiere el gobernador del Estado de que se les cubra a todos independientemente de estén o no asegurados, lógicamente el que esté asegurado va a recibir una cantidad mayor aparte de su seguro, los que no, al menos que reciban un apoyo por parte del gobierno federal”, expresó.
De hecho el legislador cuenta con sus propias cifras del desastre, pues indicó que tan sólo en infraestructura se perdieron más de mil millones de pesos además de los 50 millones en la producción de maíz en Díaz Ordaz y las comunidades que están cerca del vaso de El Culebrón, donde existe sorgo.
Un ejemplo de estos afectados son 67 campesinos del ejido San Lorenzo, quienes se han visto afectados por la creciente de agua que mantiene inundadas 800 hectáreas de sembradíos de sorgo y algodón.
Manuel Chávez, agricultor de la zona, externó que esperaban trillar tres mil toneladas de sorgo, sin embargo, el desbordamiento del dren principal emisor originó esta catástrofe.
“El agua ya tapó las hectáreas de sorgo y algodón que teníamos aquí en el ejido, faltan las demás de los pequeños propietarios que hay en los alrededores”, dijo.
Estimó que están por perderse otras 600 hectáreas de los ejidatarios que radican en el ejido “El Caracol” y en las zonas aledañas.
“Seguramente les pasará lo mismo a que a nosotros, las autoridades nos han dicho que el agua seguirá subiendo”, lamentó.
El productor denunció que hasta el momento sólo el líder del Comité Nacional Campesino de la región se ha presentado en el área, más no así, los funcionarios relacionados con la agricultura.
Incluso acusó a funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de desviar intencionalmente el agua hacia el ejido, ya que se buscaba evitar a toda a costa que el líquido se fuera hacia Matamoros.
Añadió que este problema no se hubiera presentado si no se hubiera retirado el bordo de contención del arroyo “El Tigre”.
A esta situación hay que agregarle los problemas que están enfrentando algunos productores rurales quienes se quejaron que algunas bodegas acopiadoras no quieren recibirles su grano y hay quienes sólo se lo quieren comprar a un precio mucho más bajo que el establecido, argumentando que el sorgo ha quedado inservible por las lluvias.
Jorge Camorlinga Guerra, presidente del Decimotercer Comité Campesino con sede en Matamoros, explicó que con las constantes lluvias el grano se tornó color negro, lo que no significa que no sirva.
“Hay muchas quejas de los compañeros agricultores porque es mucho el descuento que están haciendo del grano en las bodegas, que en estos momentos están haciendo un 20 por ciento de descuento por mermas”, denunció.
Camorlinga Guerra señaló que las acopiadoras de sorgo no están comprando su producto y si lo hacen es bajo las citadas condiciones.
Expresó que esto viene a perjudicar a los agricultores de la región, quienes todavía no se recuperan de los estragos del huracán “Alex”.
“Haremos todo lo posible para que las acopiadoras compren el grano a precio normal para que no se afecte mas a los agricultores”, concluyó.
PROMETEN AYUDA
En repetidas ocasiones el gobernador del Estado, Eugenio Hernández Flores se ha comprometido a ayudar tanto a los campesinos como el resto de las personas perjudicadas con la crecida del río Bravo.
“A las personas afectadas por este fenómeno hay que ayudarlas a como dé lugar, porque son gente que en muchos de los casos ha perdido todo, sus casas, sus enseres y sus muebles, incluso sus documentos personales en muchas de las ocasiones”, aseguró.
Explicó que la obligación de todos los niveles de gobierno es unirse para apoyar a quienes en este momento están en desgracia.
“Hemos realizado un trabajo conjunto, buscando el beneficio de los tamaulipecos y de verdad estamos trabajando como debemos de trabajar: unidos con mucha colaboración, respeto y sobre todo con el interés a nuestra gente y con resultados inmediatos”, puntualizó.
El mandatario estatal reveló que como resultado de las reuniones de coordinación entre los tres niveles de gobierno, se ha determinado que lleguen a Tamaulipas –en una primer etapa–, 389 millones de pesos procedentes del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), mientras que la SCT, SEP y CNA, aporten 324 millones de pesos.
“Posteriormente, tenemos que hacer una tercera etapa de evaluación porque el río Bravo va a llevar ese caudal tan importante por al menos un mes y hasta ese tiempo nos vamos a dar cuenta de muchos daños que en este momento no podemos ver”, sentenció.
Por su parte el secretario de Desarrollo Social en el país, Heriberto Félix Guerra, destacó la gran labor realizada por el gobierno de Tamaulipas, antes, durante y después de la presencia del huracán “Alex”.
“Gracias a ello se pudieron tomar las medidas preventivas necesarias para aminorar en gran medida la pérdida de vidas humanas, entre otros aspectos”, señaló.
Añadió que las instrucciones del presidente de la República es llevar ayuda a todos los que lo soliciten.
“Los tamaulipecos van a contar con todo el apoyo del gobierno federal porque así nos lo ha pedido el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, quién nos ha instruido para trabajar muy coordinados con el gobierno del estado y los municipios afectados, a fin de proteger a las familias tamaulipecas y volver a la normalidad en la mayor brevedad posible”, enfatizó.
SIN EMBARGO,HAY OPTIMISMO
Aunque los daños por esta emergencia han sido considerables, para el dirigente nacional de la CNC, Cruz López Aguilar, a largo plazo este fenómeno natural representará beneficios para todo el país.
Explicó que aunque la agricultura y la ganadería de la región se han visto perjudicadas en el plazo inmediato, esta contingencia provocará que la producción de granos aumente por lo menos un millón de toneladas en los Estados de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa, Sonora y Baja California.
“A nivel nacional 2010 será un año espléndido para el campo gracias a que las presas se encuentran a su máxima capacidad en el noroeste, cuando esto sucedía hasta el mes de septiembre.
“Hoy se cuenta con una cantidad suficiente de agua en las presas de estas regiones para abastecer las necesidades de riego de un año y medio agrícola, lo que representa dos ciclos otoño-invierno y uno primavera-verano”, aseguró.
El también presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, estimó que para el ciclo primavera-verano del 2011, la producción de granos y oleaginosas subirá cuatro millones de toneladas, principalmente en lo que se refiere al cultivo de maíz blanco y frijol.
Y aunque muchos prefieren ver con optimismo esta emergencia, para los trabajadores de la tierra la situación es muy complicada, pues ahora dependen de los apoyos que pueden recibir de las autoridades, pues sus plantíos permanecerán inundados por varias semanas, incluso meses. v
(Con información de Abraham Pineda, Silvia Cruz y Paola Almaraz)