
Contrario a lo que pudiera pensarse, la mayoría de las personas que llegan a este lugar lo hacen por voluntad propia, conscientes de que están enfermos y necesitan auxilio profesional.
El Centro de Rehabilitación de Alcoholismo y Adicciones “Naguaxi” es único en la región, pues a diferencia de los refugios que existen y se han ganado una muy mala reputación por los maltratos que han recibido quienes ahí llegan, en este lugar se proporciona un tratamiento especializado, profesional y ético de las adicciones, con el fin de alcanzar la recuperación física, emocional, mental y espiritual del individuo y su familia.
Gerardo Hernández Padilla, psicólogo del centro, informó que desde enero de 2009 en este lugar se ha ayudado a cientos de personas a tratar su enfermedad de alcoholismo o adicciones.
Explicó que en este centro existe un equipo de profesionales dedicados a brindar las herramientas necesarias para lograr la recuperación de la personas con estos problemas, brindando opciones eficaces de tratamiento para que el individuo recupere la dirección y calidad de su estilo de vida.
El psicólogo indicó que el tratamiento que se ofrece contempla un internamiento de entre 30 y 40 días, dependiendo de la evolución de la persona.
El programa está diseñado para que cada uno de los pacientes reciba una atención personalizada, que incluye educación sobre la enfermedad y la recuperación durante el proceso de tratamiento a través de terapias individuales y grupales, conferencias médicas y programas de 12 pasos.
De hecho, reveló Hernández Padilla, el método que aquí se aplica es el llamado Minnesota, que es el mismo que utilizan con éxito grupos como Alcohólicos Anónimos y Drogadictos Anónimos.
SALIR DEL PROBLEMA
Aunque cada caso es diferente, el programa está dividido en tres etapas. La primera es la de la desintoxicación, que contempla una entrevista médica, pruebas de laboratorio e inicio del protocolo de desintoxicación.
Esta etapa puede durar entre cinco y diez días, todo depende del caso en particular y la sustancia que ha utilizado pues, por ejemplo, las pastillas para dormir tardan más tiempo en salir del sistema del paciente pues son acumulativas.
En esta etapa el paciente recibe todo el apoyo médico que necesita para superar la ansiedad de tomar la sustancia a la que es adicto.
Después de esta fase se pasa a la evaluación clínica terapéutica, las pruebas psicométricas, el diagnóstico y plan de tratamiento individualizado.
La tercera etapa es el tratamiento de la enfermedad por medio de terapias individuales, grupales, la aplicación del programa de los 12 pasos, la participación en grupos focales, la asistencia a conferencias sobre la enfermedad y la recuperación, actividades recreativas, supervisión del plan de tratamiento y un plan de prevención de recaídas.
Hernández Padilla explicó que en esta etapa es muy importante la participación de la familia, a quien se le proporciona información respecto de la enfermedad de la adicción y la codependencia, el manejo de sentimientos así como el plan de cuidado continuo.
Incluso como se considera que las personas que están enfermas de alcoholismo o drogadicción nunca llegan a curarse, los pacientes del centro reciben una atención personalizada y permanente.
“Puedo decirte que existen pacientes quienes tienen mi número de teléfono y que me llaman cada vez que necesitan ayuda”, expresó.
El psicólogo señaló que la meta de las personas que reciben atención es lograr la abstinencia total y sostenida con un buen estilo de vida.
Esto se logra una vez que el paciente toma conciencia de cuáles son los detonantes que disparan su deseo de consumir una sustancia, además de que se le enseña a formarse nuevos hábitos donde comprenda que no necesita de nada para poder disfrutar de su vida.
Una manera de conseguir esto es ayudando a que el enfermo rompa algunos paradigmas, como lo es poder disfrutar de un juego de billar, poder ver algún deporte en la televisión, participar en una carne asada o incluso hasta entrar en un jacuzzi sin necesidad de tomar algo.
En este programa es indispensable el internamiento total, pues cuando un paciente se encuentra a la mitad del tratamiento se considera como una situación de alto riesgo que salga del centro.
Por ello, existe la infraestructura suficiente para poder atender hasta 32 personas de manera cómoda y segura las 24 horas del día.
Por lo mismo, es indispensable que la persona que ingresa al centro lo haga consciente de que tiene un problema y está dispuesto a recibir la ayuda que le permita poder controlarlo, de lo contrario existen altas probabilidades de que pueda sufrir una recaída.
“El tratamiento funciona cuando existe el compromiso absoluto por parte del paciente de que desea recuperarse”, sentenció.
¿CUANDO HAY QUE
BUSCAR AYUDA?
Hernández reconoció que en estos momentos la mayor parte de la población tiene contacto con sustancias como el alcohol o las drogas, sin embargo esto no quiere decir que se tenga un problema.
Sin embargo, existen ciertos puntos que permiten identificar el momento en que una persona requiere de ayuda.
El primero es cuando se tiene claro que hay un problema pues se están experimentando las consecuencias negativas por el consumo de una sustancia, como lo es la disminución del rendimiento laboral o escolar.
Otro de los puntos de alerta es cuando el enfermo pasa sus días pensando en el momento en el que va tomar o consumir alguna sustancia, pues se puede ser un alcohólico aunque no se tome todos los días.
También se considera que existe un problema cuando el consumo ininterrumpido perjudica la vida cotidiana, cuando se incrementan las dosis o se consume de manera apresurada para conseguir el efecto deseado.
Además, hay que estar alertas cuando una persona decide cambiar el círculo de personas que lo rodean con el fin de poder seguir consumiendo o cuando empieza a presentarse la tolerancia a la sustancia o el síndrome de abstinencia.
Generalmente las personas que presentan estos síntomas y no buscan ayuda tienen tres posibles finales: la hospitalización, la cárcel o incluso la muerte.
Hernández Padilla añadió que es muy importante que una persona que crea que tiene un problema busque ayuda profesional, pues así como puede ser alguien que abusa ocasionalmente de alguna sustancia, también puede ser un enfermo que requiere de atención.
“Hay que dar un vistazo honesto de las relaciones directas que tiene en nuestra vida el consumo de alguna sustancia y lo que sucede cuando consumimos, en este tema lo más importante es la honestidad del paciente, que tenga una mente abierta y una buena voluntad para encontrar la recuperación que está buscando”.
Además, es muy importante aceptar la enfermedad y reconocer que se requiere de ayuda específica, lo que incluye romper la negación de la existencia del problema y las justificaciones que lo excusan para aceptar la adicción como el problema primario principal.
Quienes busquen apoyo necesitan elegir la ayuda pertinente. Sea la familia o el adicto quien busca la ayuda, es importante que esta sea específica para el problema y no un paliativo. Los centros de rehabilitación de alcoholismo y adicciones son quienes ofrecen la mejor opción cuando brindan un tratamiento profesional, ético, interdisciplinario e integral. Naguaxi es un centro que lo ofrece y único en Tamaulipas.
El adicto y la familia requieren de orientación en el proceso de elección del tratamiento y la aceptación del mismo, así como apoyo emocional para manejar las circunstancias y preocupaciones que se puedan presentar.
El tratamiento es la intervención directa sobre la enfermedad de la adicción, la cual incluye evaluaciones médicas y clínicas profesionales para determinar el protocolo de desintoxicación, así como el plan de tratamiento individualizado de cada paciente adicto. Este proceso incluye a la familia a través de un programa que dota de herramientas para la recuperación rompiendo el ciclo adictivo y apoya a los miembros en el manejo de los aspectos emocionales afectados por la adicción activa, que implica el aprendizaje sobre la enfermedad y dinámica de la recuperación así como el soporte emocional y la orientación para el cambio de hábitos.
Por último se encuentra el cuidado Continuo y Postratamiento, que es el plan de acción a seguir por el paciente adicto una vez terminado su tratamiento en internamiento y el que se elabora en conjunto con el terapeuta. También incluye el cuidado continuo que los miembros de la familia pueden requerir.