
El desbordamiento de drenes, canales y algunas partes del río Bravo, provocado por la crecida de su cauce, colapsó por unos días la red de carreteras que comunican a los municipios de la frontera de Tamaulipas.
Los problemas más graves se tuvieron tanto en las carreteras que comunican a Nuevo Laredo como la autopista Reynosa-Matamoros, donde las autoridades tuvieron que romper la carpeta asfáltica en varios de sus tramos para permitir el paso del agua.
Ante ello la circulación por esta vía de comunicación está suspendida en el tramo que comprende el acceso de Nuevo Progreso a la entrada al Puente Internacional Los Indios en Matamoros.
Además, se registraron problemas en la carretera Sendero Nacional y el libramiento a Valle Hermoso, lo que provocó problemas para los residentes de aquella ciudad.
De hecho, este cierre a la circulación vial provocó un incrementó en el tránsito por la carretera libre a Reynosa.
Uno de los puntos de mayor conflicto es el puente vehicular denominado “El Culebrón”, donde se mantiene un tráfico lento y largas filas de conductores que se dirigen hacia el Puente Internacional “Libre Comercio” o a la cuidad de Matamoros.
Las autoridades recomiendan a los automovilistas que vienen de Nuevo Progreso con destino a Valle Hermoso, Río Bravo y Reynosa, que circulen por el acceso de la carretera libre hacia Reynosa. Si desea ingresar a Valle Hermoso deberá tomar la carretera del Poblado Empalme.
En el caso de la carretera Matamoros-Ciudad Victoria, la vigilancia se ha instalado en el kilómetro 22, cerca del ejido San Lorenzo, pues en este lugar está inundado el carril sur-norte de la vía.
El agua que ha invadido la carpeta asfáltica, es la misma que mantiene anegado un tramo de la carretera Sendero Nacional, que comunica a Matamoros con Valle Hermoso.
En este lugar las autoridades sólo permiten el paso de vehículos altos.
LA RIBEREÑA AFECTADA
En la carretera Ribereña, los problemas se registraron debido a una inundación en los kilómetros 10 y 17 de la citada vía, lo que obligó a las autoridades a impedir el paso a vehículos ligeros y automóviles, debido a que el agua ha crecido poco más de medio metro.
Ante ello, los conductores que tienen que viajar a los municipios de la región Ribereña tienen que utilizar la carretera “dos estados”, cuya entrada se encuentra en el kilómetro 30 de la autopista Reynosa-Monterrey.
En el área conocida como “El Murillo”, el agua cubrió el parque de diversiones “Doña Litha”, un zoológico, un cementerio y la totalidad de la carpeta asfáltica, por lo que las autoridades debieron de mover un punto de vigilancia y seguridad que estaba instalado en esta zona.
En Camargo, el acceso al poblado por el vado del río San Juan está cerrado a la circulación, ya que el agua ha crecido más de 12 metros de altura.
Además, está prohibido el paso en el tramo que existe entre Nueva Ciudad Guerrero y Nuevo Laredo.
Unos letreros instalados en el entronque al camino a Parás, Nuevo León, advierten a los conductores del peligro mortal al que se exponen su intentan pasar por esta vía.
De hecho, luego de estar cerrada a la circulación casi una semana debido a la creciente del río Salado, la carretera a Nuevo Laredo fue reabierta a la circulación.
Las filas del tráfico vehicular se extendieron por más de 50 kilómetros, lo que saturó la vialidad.
Incluso la autopista que comunica a esta frontera con la ciudad de Monterrey tuvo que ser cerrada a la circulación, lo que provocó problemas en esta frontera.
HASTA LOS PUENTES INTERNACIONALES
La crecida del río Bravo, que alcanzó niveles históricos, perjudicó las operaciones de los puentes internacionales número 1 de Nuevo Laredo y el Reynosa-Hidalgo.
En Nuevo Laredo el cruce tuvo que ser cerrado a la circulación durante un par de días debido a los riesgos que representaba los niveles del río Bravo.
Mientras tanto en Reynosa aunque el paso a Estados Unidos nunca fue cerrado, si hay daños en las instalaciones de la Aduana Fronteriza y dos de los acceso a la vía de comunicación.
El carril Sentri de este cruce internacional prácticamente quedó sepultado bajo las aguas del río que actualmente lleva un nivel de los 31 metros.
Cabe señalar que el nivel normal del río según información de autoridades municipales es de 25 metros, es decir, que lleva alrededor de seis metros por encima de lo normal.
Una desviación por el puente, permite todavía la entrada a los vehículos, aunque el agua se encuentra cerca de llegar a 70 metros.
El bulevar Luis Echeverría hacia la carretera a Monterrey se encuentra totalmente anegado, ya que la crecida del cauce invadió este acceso.
Asimismo, la entrada de este cruce internacional mantiene una inundación considerable, situación que preocupa tanto a los taxistas de sitio que ahí laboran como a los propietarios de establecimientos comerciales y médicos de la zona.
UNA LENTA RECONSTRUCCION
La red carretera afectada por el huracán “Alex” podría tardar hasta cinco meses para ser restaurada, informó el secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Alberto Berlanga Bolado.
“Lo referente a la reconstrucción de todos y cada uno de los tramos afectados seguramente nos llevará entre cuatro a cinco meses”, dijo.
Señaló que los tramos afectados irán restableciéndose de forma gradual, por lo que algunos podrían estar antes del tiempo estimado.
Ejemplificó con el caso del puente del municipio de Hidalgo, el cual fue derrumbado a causa de las inundaciones.
Además de este puente, expuso, son diversas obras las que deberán hacer como reparar tramos carreteros, terracerías, obras de drenaje, alcantarillas, pavimentos y bacheos, entre otros.
(Con información de José Manuel Meza, Héctor Hugo Jiménez, Abraham Pineda, Paola Almaraz y Gerardo Ramos Minor)