Las políticas migratorias de Joe Biden han quedado frenadas y como consecuencia causó un impacto en la frontera norte de Tamaulipas, al grado de que los migrantes hicieron un campamento en un espacio público y los albergues se saturaron, enfrentando la reactivación del programa “Quédate en México” en medio de la pandemia por Covid-19.
Desde que el presidente Joe Biden llegó al gobierno de los Estados Unidos, una de sus principales promesas fue atender a 11 millones de indocumentados que buscan el asilo en ese país, pero a casi un año de su administración la política migratoria ha dado un giro drástico y la reforma continua en espera.
Ante las noticias de las nuevas reformas que ofrecía Biden, miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, decidieron viajar hacia el norte de México en grupos masivos, sin importar los peligros en el camino, incluso mortales, con tal de cumplir el sueño americano.
Hasta el 4 de diciembre del 2021 en México se registraba ya más de 228 mil arrestos de migrantes y 82 mil deportaciones. Los arrestos migratorios superaban en más del 63% las detenciones del año 2020.
México se acerca a las estadísticas de 2005, cuando el Instituto Nacional de Migración (INM) detuvo a más de 240 mil migrantes, de los que deportó a cerca de 232 mil, de acuerdo con los datos históricos de la Unidad de Política Migratoria, que depende de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Sin embargo, los cambios decretados por Joe Biden no han abierto las puertas de los Estados Unidos para los miles de migrantes que están varados a lo largo de toda la frontera norte de México, como la de Tamaulipas con el Valle de Texas.
MURO VIRTUAL
Mientras las políticas migratorias del gobierno demócrata de Joe Biden siguen en espera, el sueño americano de miles de migrantes se congela en esta frontera, y no hay fecha para cuando se ponga en marcha nuevamente.
Apenas eran los primeros días de gobierno de Biden cuando el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos anunció que solamente serían 100 días en los que habría deportaciones para algunos inmigrantes indocumentados.
El gobierno de Biden no aclaró que el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) bajo la Administración Trump, decretó expulsar y deportar a México a todas las personas que representen “un riesgo alto de salud pública,” durante la pandemia del Covid-19.
Por ello miles de extranjeros quedaron varados en toda la frontera norte de la República Mexicana, incluyendo Tamaulipas, donde actualmente el sistema de asilo y de refugiados avanza muy lentamente, mientras que el gobierno de los Estados Unidos mantiene las medidas de deportación exprés establecidas desde el anterior gobierno de Donald Trump.
DETENCIONES MASIVAS
El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tamaulipas, Segismundo Doguín Martínez, reconoció que en la entidad principalmente en esta frontera se ha duplicado la migración.
Los factores que han incrementado esta problemática son las condiciones de inseguridad y violencia y la economía en países centroamericanos, por lo que sus habitantes se han visto obligados a enfilar su camino hacia el norte del continente.
FAMILIAS Y MENORES
El funcionario señaló que las estadísticas del INM quedaron de la siguiente manera: durante el año 2020 se rescataron 17 mil migrantes; en el 2021 alrededor de 35 mil migrantes, siendo el 70 por ciento familias, el 30 por ciento menores no acompañados y 10 por ciento restante adultos.
El 81 por ciento de los aseguramientos de personas migrantes se ha realizado en la frontera norte de Tamaulipas, el 12 por ciento en el sur de la entidad y 7 por ciento en el centro.
Los exiliados que más han llegado a esta frontera son hondureños, guatemaltecos, salvadoreños, haitianos e incluso albanos.
CAMPAMENTO EN REYNOSA
Desde mediados del mes de marzo del 2021 fue creciendo el campamento migrante de “Plaza de la República” y actualmente alberga unos 2 mil 500 centroamericanos.
“Los gobiernos están coadyuvando con las autoridades y asociaciones civiles para las familias que soliciten su retorno o regularicen su estancia en el país, aunque la mayoría su interés es pedir asilo en los Estados Unidos”, dijo Segismindo Doguín.
Indicó que el grupo Beta asiste cada tercer día al campamento migrante, para aquellas personas que quieran retornar a su país de origen hay vuelos dos veces por semana, con vuelos directos de Reynosa a Guatemala y El Salvador.
Y mientras las oleadas migratorias siguen arribando a esta frontera, la Plaza de la República, cercana al Puente Internacional, se ha convertido en un improvisado campamento con graves problemas de hasinamiento,
inseguridad y salud.
Allí, en condiciones inhumanas, bajo tiendas de campaña, los extranjeros esperan respuesta a su solicitud de asilo en los Estados Unidos.
La pandemia y la detención de los trámites de asilo en los Estados Unidos torna caótica la situación de los extranjeros.
“Tenemos un gobierno que prometió brindar el apoyo a los migrantes, pero por el tema de Trump, es difícil brindárselos, nosotros lo vemos como que se está aplicando en este momento (las políticas de Trump) y no tenemos otra alternativa, y no está muerto como lo prometió el gobierno de los estados unidos, sigue vigente”, dijo el director de la casa del migrante Senda de vida en Reynosa, Héctor Silva.
Biden continúa con la política migratoria relacionada con la pandemia que exige la rápida expulsión de migrantes como medida de precaución, de salud pública.
Además, una orden de un tribunal federal obligó a restablecer la política de la administración anterior, conocida como los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), que mantenía a los solicitantes de asilo en el lado mexicano de la frontera mientras esperaban las fechas de los tribunales de inmigración de Estados Unidos.
El activista Héctor Silva, quien ha dado cobijo a los migrantes por más de 10 años en esta frontera, aseguró que este problema ha causado un tremendo impacto, “eso lastimó mucho a las familias migrantes, no se terminó el tema de Trump, porque aquí lo tenemos, las familia siguen luchando y ese candado sigue afectando a las familias”.
Actualmente en el refugio Senda de Vida se encuentra una población de 980 personas de los cuales 330 son menores de edad, quienes vienen con sus padres o u otro familiar cercano.
Mientras que en el campamento que levantaron desde hace 10 meses en la Plaza de la República cohabitan un aproximado de 450 niños y cerca de los 2 mil adultos que también esperan ser aceptados en la Unión Americana.
“El programa MPP se está trabajando en Tijuana, Piedras Negras, y Reynosa, prácticamente en toda la frontera de México, a las familias las están retornando a México. Todo está detenido”, recalcó Héctor Silva de Luna.
LA ESPERANZA NO MUERE
Y pese al programa MPP, un grupo de abogados implementaron el programa Corazones Vulnerables, que brinda apoyo para tramitar una estancia humanitaria en los Estados Unidos dirigida a las familias vulneraables.
El director del refugio migratorio en Reynosa, indicó que mediante ese programa son pocas las familias que ingresan a los Estados Unidos desde que se reactivó el programa del MPP.
“Es un programa de los Estados Unidos que está realizado un grupo de abogados quienes están brindando el apoyo para las familias vulnerables, que traen niños con cáncer y discapacitados. Entonces el grupo de abogados americanos es uno de los temas que ahorita tenemos vigente”.