El Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas está jugando a la segura desde la designación de Baltazar Hinojosa Ochoa como futuro candidato a gobernador, así como en las nominaciones a las principales alcaldías como Ciudad Victoria, Reynosa y Matamoros, por citar algunas. Porque un error puede costar caro el 5 de junio próximo.
Quizá Marco Antonio Bernal es amigo de Manlio Fabio Beltrones, el jerarca nacional tricolor, y Alejandro Guevara Cobos es uña y mugre del presidente de México, sin embargo, lo que el PRI necesita en estos momentos es el perfil Hinojosa Ochoa para abanderar la causa y derrotar al aspirante de Acción Nacional.
Seguramente Balta aprobó los estudios que hizo el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, sobre todo de un candidato que pueda crecer durante la campaña, mientras que otros se iban a estancar en los porcentajes del voto duro que, esta vez, no será suficiente como sucedió con Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú en 2004 y 2010, respectivamente.
Por otro lado en Reynosa la balanza se inclinó a favor de Ernesto Robinson Terán, no porque sus simpatías fueran superiores a su compañero en el Congreso del Estado, Rigoberto Garza Faz, sino que significaba la unión del resto de los grupos, entre otros, del alcalde Pepe Elías Leal, de la diputada Amira Gómez Tueme y del líder obrero Reynaldo Garza Elizondo.
Aunque suena como una derrota para Oscar Luebbert Gutiérrez que su esposa María Esther Camargo no haya sido la candidata en esta frontera, no es así, pues el exsenador y dos veces alcalde estará cien por ciento concentrado en volver a derrotar al PAN como encargado de la elección por parte de Hinojosa Ochoa.
Mientras tanto Garza Faz tendrá unos días para digerir que no fue el elegido de su partido, pero seguramente aparecerá en la campaña para apoyar la causa de su partido, ya que tiene experiencia y seguidores que apoyaron su lucha hasta el final.
Rigo está joven y entenderá que hay una prioridad que deberá unir a todos los grupos: derrotar al PAN en Reynosa, ciudad que tiene el mayor pero electoral en Reynosa y clave para las aspiraciones de Hinojosa Ochoa. Cinco años al frente de la Comapa sería un buen premio de consolación.
Donde tampoco el PRI se equivocó fue en Ciudad Victoria, lanzando al ruedo a Oscar Almaraz que, en opinión de quienes lo conocen, es un operador electoral que ganará sin dificultades la alcaldía.
Mientras en Tampico, superando malestares dentro del PRI, hubo la necesidad de entregar la candidatura a Magdalena Peraza cobijada por el Partido Verde, la misma que en 2010 hizo el berrinche en el tricolor, se postuló por el PAN
y ganó la alcaldía.
Esta vez el PRI y el PANAL irán en alianza con el Partido Verde apoyando a Peraza, dejando bien enchilados a dirigentes tricolores que hicieron público su rechazo a que la maestra lleve el estandarte. Pero no son tiempos para experimentar.
En Matamoros la cosa no estuvo tan complicada, pues el priismo se decidió por la garantía que ofrece Jesús de la Garza Díaz del Guante, el cual obtuvo una importante victoria en la pasada contienda federal. Ahora “Chuchín” tendrá una labor harto difícil si el panismo decide lanzar como candidata a Verónica Salazar.
La danza de los nombres continuó en Nuevo Laredo donde fue designado como precandidato de unidad Héctor Canales.
Para quienes no lo recuerden, Canales ha sido diputado local, tesorero del municipio y actualmente era funcionario en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En San Fernando se informó que la designada será la ex diputada local Griselda Dávila.
Por su parte en Río Bravo el precandidato será el ex diputado local Juan Diego Guajardo Anzaldúa, quien buscará volver a ocupar la presidencia municipal de esa población que ya encabezó bajo las siglas del PAN.
La designación de Juan Diego, que como en Tampico será lanzado por el Partido Verde, confirma que el PRI no tiene ganas de andar experimentando, pues en esta población el apellido Guajardo Anzaldúa es garantía de triunfo, algo que necesitan con urgencia después del desastroso paso de Rogelio Villaseñor por la presidencia municipal.
Incluso si el PRI no quiere problemas para sacar adelante la elección, debería ignorar la intentona del ex alcalde que ahora quiere apuntarse para una diputación local, lo que sería letal para la campaña tricolor.
::
Contrario a lo que se espera, en Tamaulipas el fenómeno de las candidaturas independientes se vivió de manera muy diferente a como se registró en entidades como Nuevo León, con Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y Manuel Clouthier Carrillo en Sinaloa.
Al revisar la lista de los aspirantes a un cargo de elección popular por la vía independiente es muy triste darnos cuenta que apenas un par de nombres logran salvar el corte.
Tal es el caso del empresario de medios Ramón Cantú Deándar en Nuevo Laredo y José Ramón Gómez Leal en Reynosa.
En el caso de Cantú Deándar ha demostrado que su deseo de acceder a la presidencia municipal es por genuino reclamo de regresarle a los ciudadanos el poder de decisión en los temas de gobierno.
Es más, toda su planilla a la alcaldía está conformada por personas que no comulgan con ningún partido político.
Mientras tanto JR, como lo conocen en tierras caleras, tiene meses que abandonó las filas del PAN asqueado por la forma en la que el partido se estaba manejando.
Gómez Leal ha intentado seguir la fórmula de “El Bronco” en Nuevo León, con una fuerte campaña en las redes sociales, sin embargo a estas alturas del partido parece que hay algo que le falta ajustar.
::
Pues ahora resulta que la versión de que el corrupto senador Francisco García Cabeza de Vaca tiene controlado al Partido Acción Nacional en Reynosa parece que no es tan cierta como se pensaba y más bien resultó ser una leyenda urbana producto de la calenturienta imaginación de algunos cabecistas.
Una fuente muy confiable al interior del PAN compartió que el corrupto senador andaba muy acelerado preparando todo lo necesario para que su hermano menor, Ismael García Cabeza de Vaca, solicitara licencia a su cargo en el Cabildo de Reynosa para ¡apuntarlo como diputado local plurinomonal!
Cabeza de Vaca tenía muchas ganas de que su hermanito siguiera pegado a la tibia ubre gubernamental pero por la vía fácil, pues esta más que demostrado que Ismael no gana ni una elección escolar por aquello de que no le gusta trabajar.
Sin embargo, un grupo de panistas literalmente le prohibieron a Cabeza de Vaca que fuera a registrar a su hermanito como candidato a la diputación plurinominal pues consideran -y con mucha razón- que Ismael no tiene absolutamente ningún merecimiento para llegar al Congreso de Tamaulipas.
Cuentan que el agarrón estuvo de a peso y que Francisco pataleó, gritó y amenazó para ver si así acalambraba a los panistas de Reynosa quienes no cedieron en su posición.