
Contrario a lo que podría pensarse, la “vida de perros” en Estados Unidos no es muy distinta a la que puede observarse en México, sobre todo cuando una mascota ha dejado de ser el centro de interés de su dueño y comienza el descuido.
Muchas de las veces esto puede llevarla a vagar, a sufrir de hambre, contraer plagas, reproducirse sin control y tarde o temprano a encontrar la muerte.
Pero a pesar de que al norte del río Bravo existen leyes muy rígidas de protección a los animales –mayores incluso que las habidas en las comunidades fronterizas en Tamaulipas, donde la sobreabundancia de estos mamíferos ha rebasado a las acciones de las autoridades–, en McAllen y su zona metropolitana es cada vez más común hallar mascotas en condiciones de desamparo, las cuales en su mayoría han padecido daños físicos, falta de atención o el olvido total de sus amos.
De acuerdo con Brenda Torres, quien es directora educativa del segundo mayor centro de recepción de animales del estado de Texas, la incidencia de abandono de caninos y mininos en el sur de la entidad es alarmante y ha originado un serio problema de propagación de perros y gatos callejeros.
“Somos un lugar con las puertas abiertas y admitimos cualquier tipo de animal. Tenemos caninos, mininos y otros animalitos que son curiosos como los tlacuaches, las gallinas, los patos, los urones, los cuyos y los ratoncitos, por mencionar algunos.
“Puedo decirle que hasta por un día admitimos de 100 hasta 150 animales y que en el año 2011 recibimos aquí aproximadamente a 45 mil animales. Esto es demasiado y quiere decir que existe una sobrepoblación de mascotas que no tienen hogar, convirtiéndose esto en un gran aprieto para las poblaciones del Valle de Texas”, advierte.
La especialista explica que entre las diferentes especies que ingresan a este lugar, los perros y los gatos ocupan el 80 por ciento; sin embargo, también han aceptado desde lobos hasta serpientes.
“Tuvimos un caso hace unas cuantas semanas y en varias ocasiones hemos tenido varias culebras en las jaulas”, revela.
EL PROCEDIMIENTO
La entrevistada detalla que el personal del centro solamente se encarga de recibir a las mascotas, pero quienes se dedican a capturarlas y trasladarlas hasta aquí es el Servicio de Control Animal, dependiente de los diferentes departamentos de policía del sur de Texas.
“Cuando los agentes reciben llamadas de la comunidad para avisarles que vieron animales callejeros, comprueban que muchos de ellos son maltratados, abandonados y los pobres aquí llegan con necesidad de ayuda.
“Si hay un animal suelto, los oficiales lo dejan aquí con nosotros y por ley debemos esperarnos tres días para verificar si alguien lo reclama y después de ese periodo pasan a ser propiedad del Palm Valley Animal Center”, comenta.
Posteriormente, define, a cada ejemplar se le hacen diferentes estudios, como la prueba de la salud, la prueba de la sangre y también del excremento para revisar si tienen parásitos o alguna infección.
El siguiente proceso es darles las vacunas y el medicamento necesario para cuidar que no se vaya a propagar un virus o enfermedad.
Y aunque un porcentaje elevado de las mascotas son sacrificadas por cuestión de salubridad, Brenda Torres informa que a todas se les brinda ayuda y atención veterinaria.
ADOPCION RESPONSABLE
Situado en el número 2501, al oeste de la calle Trenton en Edinburg, este espacio también ha despertado el interés de la población que desea poseer en casa una mascota, la cual tiene la oportunidad de observar prospectos e inclusive convivir con ellos.
“Simplemente tienen que venir y llenar una aplicación básica que tiene que ser aprobada. Luego de eso hay un proceso de unos 40 minutos: le damos toda la prueba que ellos firman, un contrato, un papel de la salud y las vacunas; todo está en papel, y luego de eso la mascota es de ellos.
“Cabe mencionar que es por ley que si un animal es adoptado en Texas tiene que ser esterilizado y cada uno de nuestros animales son sometidos a este método”, afirma.
>¿Qué pasa con los animalitos que nadie reclama ni que tampoco se llevan en adopción?
“Desafortunadamente muchos de ellos son sacrificados, pero ahora tenemos programas de rescate para ayudar a estos animalitos.
Por ejemplo, contamos con una camioneta especial en la que llevamos a unos 20 o 30 animales a otros grupos de rescate fuera de la ciudad.
“Además existe un programa que se llama ‘Angel Guardián’, en el que la gente paga solamente una parte de la adopción mediante un subsidio. Lo que nosotros hacemos es dividir en dos ese apoyo y ayudamos a dos animales. Con eso el público ya no tiene que pagar toda la adopción, sino solamente la mitad.
“También tenemos un programa denominado ‘Padre Temporal’ y si estos animalitos ya no tienen espacio, van a ser sacrificados o están enfermos, se pueden ir a estos hogares temporalmente hasta que ya estén listos para la adopción”, detalla.
Asimismo, dice, la gente de México también puede llevarse una mascota. En caso de que ya estén esterilizados pueden hacerlo en una primera visita, de lo contrario la espera puede prolongarse un poco más.
MASCOTAS CON MICROCHIP
Brenda Torres indica que el costo para llevarse a un perro, gato u otro animal doméstico a casa es de 90 dólares (unos mil 200 pesos mexicanos) si la mascota es mayor de seis meses y 110 dólares (alrededor de mil 500 pesos) si ésta aún no cumple los cinco meses.
“Eso incluye la esterilización, las vacunas (de la rabia también), 30 días de seguro y un microchip. Todo está muy bien programado y el ejemplar va a estar completamente listo para un hogar nuevo”, asegura.
El precio del diminuto dispositivo es de 15 dólares (195 pesos) y se coloca en las instalaciones de dicho centro que, cabe decir, ha adoptado el mayor número de adelantos de la ciencia como es posible.
“Es un proceso muy rápido, bien fácil y recomendamos que el público le ponga este dispositivo a sus mascotas, en caso de no ponerle el collar con la información del dueño.
“El chip va abajo de la piel, nunca se le va a perder y aquí es bien barato, se le coloca en la lomo. Aquí mismo lo colocamos y tenemos un aparatito que puede rastrear estos microchips. También los veterinarios locales tienen ese instrumento y las oficinas de control animal”, refiere.
Por su parte, el sacrificio de 700 animales por semana para la directora educativa del Palm Valley Center más que poner a dormir a especies –que no están en riesgo de extinción–, representa una falta de cultura pública, debido a la demasía de mascotas que son desdeñadas y abandonadas.
Aunque reconocen que el número es escandaloso, consideran que más es la irresponsabilidad de quienes permiten que las mascotas se propaguen y terminen sin un hogar.
“Este es un problema grave que tenemos como comunidad. Como nosotros no levantamos a estos animales, desafortunadamente están en nuestras calles y siendo abandonados.
“Nosotros como humanos que compartimos este mundo debemos de ser responsables por estos animalitos y esterilizarlos, para que no se sigan reproduciendo mascotas que no se quieren o no se les va a poner atención”, manifiesta.
Y es que para nadie es un secreto que un perro o gato en un lugar equivocado, puede representar un peligro de ataque o accidente.
“Y también un asunto de salubridad, porque hay animales que no están vacunados, que tienen roña, que sufren de parásitos y enfermedades; muchos de ellos lamentablemente no tienen que comer, por lo cual van y esculcan en nuestros basureros y esto es un serio problema”, insiste Brenda Torres.
Por lo anterior, no solamente en las ciudades de la frontera mexicana éste es un gran dilema, sino que en Texas crece de una manera desproporcionada el número de vertebrados con los que las ciudades deben lidiar.
“Para que se den una idea somos el segundo más grande centro que admitimos animales en el estado y el segundo más poblado.
“En un cálculo preliminar podríamos tener hasta dos mil animales en esta área del sur de Texas vagando por las calles”, señala.
Cabe decir que las personas encargadas de efectuar los sacrificios –de mascotas abandonadas o no reclamadas– poseen una licencia especial que otorga el estado de Texas para esta labor, la cual debe de ser refrendada anualmente. No se especificó si es mediante energía eléctrica o sustancias que se lleva a cabo esta función.
AYUDA INSUFICIENTE
La también estudiante en educación por la Universidad Panamericana de Texas (UTPA), explica que la excesiva cantidad de animales que deben atender cada día ha causado que sus servicios se vean superados, por lo cual les urge tener instalaciones más especializadas y gente preparada.
“Viene un veterinario que está con nosotros dos días a la semana, pero a veces no es suficiente. Además es muy elevado el costo del mantenimiento de este sitio comunitario que recibe a los animales que no tienen un hogar.
“Este lugar se encuentra sobrepoblado, es damasiado caro poderles dar de comer, para ponerles sus vacunas, para bañarlos con el líquido de las pulgas, las garrapatas y sí, toma mucho dinero”, examina.
Y comenta esta trabajadora que el centro se mantiene en base a las aportaciones del público y gracias a los eventos que se organizan para recaudar fondos.
“Si usted ve las luces prendidas, pues esta es una donación. Tenemos muchos voluntarios, quienes nos ayudan demasiado con estos animales y también tenemos a nuestros empleados”, describe.
Por este motivo, actualmente no se están recibiendo mascotas para que las atienda un veterinario, por la carencia de este tipo de personal, que solamente tiene tiempo de cuidar los que aquí se encuentran.
>¿Ciudades como McAllen, Edinburg, Mission, les aportan alguna clase de ayuda económica?
“Sí tenemos una cantidad para cada animal que entra aquí, porque hay mucho mantenimiento y sí se tiene que cobrar algo.
“Últimamente la ciudad de Edinburg posee su centro con unas cuantas jaulas, pero McAllen, Mission, Phar, Donna, Mercedes, Weslaco y Palmview, entre otros municipios, traen aquí a los animales”, menciona.
CURIOSIDADES Y CONTRASTES
A diferencia de diversos centros antirrábicos, como la perrera municipal de Reynosa (ubicada al sur de la frontera y en la cual los animales están al aire libre y sufriendo las inclemencias del tiempo), en el Palm Valley Center las mascotas tienen una celda con aire acondicionado, suficiente comida y reciben varias rondas de aseo cada día, entre el baño y la limpieza de su jaula.
A decir de los empleados, el inmueble es higienizado con procedimientos y reglas de salubridad supervisadas por el estado de Texas y con el uso de productos especializados, ya que además del personal y de la gente que busca adoptar, este lugar recibe la visita de grupos escolares y empresariales que acuden como observadores y voluntarios.
“También llegan aquí diversas organizaciones con el propósito de ayudarnos con el trabajo, bañando a los animales, dándoles ejercicio, sacándolos a pasear y a tomar aire fresco.
“Tenemos además un grupo educativo especial y hay un programa para cuando los estudiantes se gradúan de la preparatoria tengan ya la experiencia de trabajar y de limpiar”, explica Brenda Torres.
En tanto, para quienes no pueden acudir a este sitio por su propia cuenta, el Palm Valley Center acude a diversos sectores de la comunidad, como son los asilos de ancianos, ya que los animales sirven de terapia para las personas de la tercera edad.
Esta directiva da a conocer además que entre los otros tipos de ejemplares que ingresan a este lugar, han habido lobos, gatos montañeses, urones, changuitos, marranos, jabalíes y hasta víboras, por lo que eso despierta gran curiosidad entre el público.
“En el caso de los lobos normalmente recibimos la visita de un experto para descartar que provengan de México, ya que hay animales en peligro de extinción y posteriormente los llevamos a North Carolina, donde hay un centro específico para esta clase de cuadrúpedos”, relata.
Para concluir Brenda Torres hace énfasis en que quienes tengan animales en el Valle de Texas deben procurar que éstos hayan sido vacunados contra la rabia, por ley.
“Hay muchas clínicas que lo hacen por un bajo precio, debemos tomar conciencia”, exhorta.
Si usted desea mayores informes del Palm Valley Animal Center, puede comunicarse al teléfono 956-686-1141 o ingresar al sitio de internet www.pvaconline.com, donde va a poder encontrar una campaña de adopción y un catalogo con algunas de las mascotas que están disponibles.
Salvar un animal es un gran detalle, pero más importante es hacerse responsable de su alimentación y sus cuidados.