Estaba un día el Apuntador haciendo un recuento de la pelea de ‘El Canelo’ contra Munguía, cuando se enteró que aquí en esta bella, pero turbulenta ciudad, se armaron los catorrazos casi casi cual pelea por algún cinturón de boxeo.
Fue así que se dieron hasta para llevar. Dicen las malas lenguas que hubo empujones, jalones, cachetadas, desgreñada, guamazos y por supuesto, un lenguaje bien “florido” para aderezar.
¿Dónde cree usted estimado lector que se llevó a cabo esta batalla campal?, ¿en alguna arena de lucha libre?, ¿en algún ring de box?, ¡nooo!, fue en un conocido restaurante de la localidad, al término de la rueda de prensa de Rigo Ramos, candidato a la presidencia municipal de Reynosa ¡OMG! Cómo dicen los chavos ahora.
Resulta que desde hace ya algún tiempo, como se enteró usted a través de este elocuente espacio periodístico, hay pleito casado entre Julio Manuel Loya Guzmán, Manuel Quevedo, Merari Quevedo y ahora tal parece que se agregó Damaris Vázquez.
Muchas publicaciones en redes sociales daban constancia de esto, también se dice que es por diferencias políticas, pues cada quien tiene “sus gallos” con cara a las próximas elecciones, lo cierto es que las cosas fueron subiendo de tono cada vez más, más y más, hasta que ¡zaz! Que alguien suelta el primer trancazo.
Las versiones de algunos testigos dicen que al terminarse la rueda de prensa, Quevedo se acercó a Loya (¿a poco no suenan como buenos contrincantes para cartelera de box?), para pedirle que salieran del lugar para platicar y arreglar sus conflictos.
Supuestamente Loya accedió pero, camino a la salida, Quevedo no se aguantó las ganas y que madruga a Julio con un par de volados de derecha.
Ante esto, los elementos de seguridad del candidato intervinieron para separarlos y sacarlos del lugar.
Pero la cosa no paró ahí, ¡no señores! Ante tal situación, Merari, hija de Manuel, le soltó tremenda cachetada a Julio, que sonó casi, casi, como si hubiera sido un “knife edge chop”, también conocido como “Pierrothazo”, permítanme ilustrarlos estimados lectores: ¿han ido a la lucha libre y uno de los peleadores le ha dado a otro tremendo manazo en el pecho que suena casi, casi en todo el lugar?, bueno, pues eso es el “Pierrothazo”.
A esto siguió una serie de reclamos por parte de la reportera que incluyeron expresiones como “¡con la familia no!”, y cuando parecía que ahí paraba la cosa, se sumó a la trifulca Damaris Vázquez, quien es nada más y nada menos que la presidenta de la Red de Mujeres Periodistas de Reynosa.
Algunos dicen que se acercó a tratar de mediar y al retirarse le dio un roce a Merari, sin embargo, en un video se aprecia que le jaló el cabello por la espalda.
Como era de esperarse, esto fue motivo suficiente para que la bronca se hiciera muy grande y llegaran a las acciones legales, algo que ya se está haciendo muy común en este ranch… ¡perdón! en esta ciudad.
Y bueno, por medio de un video en sus redes sociales, Merari dio a conocer que presentó una denuncia por lo acontecido, acusando a los reporteros ya mencionados, así como al candidato y a su equipo de seguridad, de sacarla a jalones y empujones, además de haberle hecho tocamientos indebidos.
Incluso, aseguró la compañera, durante el zafarrancho le ocasionaron lesiones en cuello, espalda y extremidades, apareciendo en el video con un collarín para confirmarlo.
Aquí lo interesante será ver la posición que va a tomar la Red de Mujeres Periodistas ante el hecho, pues ¿A poco van a permitir que una de sus representantes ande en videos jalándole los cabellos a una colega?
Es más ¿No se supone que la red está, precisamente, para defender de agresiones a las periodistas tamaulipecas?
Difícil decisión tienen en sus manos la red.
Y si todo lo anterior no fuera suficiente, también Loya le entró al quite y presentó una denuncia por agresión en contra de Manuel Quevedo y “otros presuntos cómplices”, según se lee en una publicación en redes sociales, por los delitos de golpes y violencias físicas simples.
Y pues así han estado pasando las cosas, y aunque a este amante de la pluma no le gusta decir “se los dije”, pues: “¡se los dije!”, si entre la prensa andan sombrerazo y sombrerazo, y ya ni hablar de que haya unión, ¡¿como se pretende que los periodistas sean respetados por los demás si no se respetan entre ellos?!
Tal parece que el asunto no parará ahí, así que calcule usted más o menos la fecha de la próxima presentación de este infame espacio, donde podrá acceder a todo el chism… digo, digo, a toooda la información sobre los turbulentos líos reporteriles.
También hay que decir que nadie debe de espantarse, los pleitos entre la raza de los medios no es algo nuevo, ahí está la vez que Seth Rojas y Toño Gallegos (QEPD), se dieron hasta con el bastón de seguridad del
auto, o cuando “el Pichón” mando a dormir de un derechazo a otro compañero en una cena de un político.
Pero bueno, como las cosas andan muy violentas no habrá pregunta de la quincena así que: ¡Hasta la próxima!