
Durante la denominada “Semana Mayor”, habitantes de Tamaulipas y de Estados colindantes como Nuevo León y San Luis Potosí, arribaron a los puntos turísticos de esta entidad fronteriza que con antelación se preparó para tender una red de seguridad por las vías de comunicación con las que cuenta y los espacios públicos de convivencia que lo conforman.
Más de 5 mil integrantes de corporaciones, movilizados en 600 unidades motrices, fueron desplegados por gran parte del territorio tamaulipeco para cuidar a los viajantes en su estancia por el Estado.
A la entrada o salida de cada municipio estuvo en operaciones un punto de vigilancia operado por las instancias de seguridad, algunas comandadas por grupos de radio frecuencia y dotadas de ambulancias para prestar asistencia a los conductores que transitaron durante los días de asueto.
De la misma manera, fue constante observar unidades de la Policía Federal guiando a los vacacionistas por las carreteras, así como también, a integrantes de la Policía Estatal realizando rondines en los tramos de alta afluencia vehicular para otorgar mayor tranquilidad a los vacacionistas.
Las centrales de autobuses de las ciudades tamaulipecas fueron puntos sumamente vigilados, ya que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) estuvieron apostados en las instalaciones y andenes de estos lugares.
Desafortunadamente se registraron diversos accidentes que ensombrecieron el trabajo de la autoridad pero que se adjudicaron a la irresponsabilidad de los paseantes que en algunos casos sufrieron percances durante el momento que permanecían bajo los influjos de las bebidas alcohólicas.
Pese a las reconocidas condiciones que persisten en la entidad y que afectan su desenvolvimiento, las familias que habitan en el estado y en diversos puntos del noreste del país mantienen su preferencia por vacacionar en las playas de Tamaulipas o sus municipios aunque con cierto recelo, tomando las precauciones pertinentes y cobijadas por miles de elementos de seguridad.
‘UN MAR DE GENTE’
A Tampico, San Fernando y Matamoros, ciudades que cuentan con playas pero que están dentro de las más inseguras de Tamaulipas, arribaron desde inicios de las vacaciones miles de personas para disfrutar del mar pese que el clima no era favorable porque en días anteriores había ingresado un frente frío.
Destacó el caso de Tampico, y las zonas aledañas, que antes de Semana Santa vivió uno de los episodios más violentos de su historia al surgir enfrentamientos que se postergaron por algunos días y que dejaron en zozobra a los habitantes, a los empresarios y comerciantes dedicados a la prestación de servicios.
Y es que tras los acontecimientos, se auguraba una parálisis en el sector, esto en el marco de un período vacacional que es uno de los más importantes para el sur de Tamaulipas por la derrama que se origina tras la llegada de los miles de vacacionistas y que baña a los distintos rubros que conforman la economía de la región.
La ocupación hotelera fue de menos a más, los turistas comenzaron a llegar reservadamente, sin embargo, tras el orden que se estableció con el despliegue de las fuerzas federales el flujo de paseantes comenzó a repuntar para posicionarse en un 80 por ciento, según reportó el sector a través del Gobierno del Estado de Tamaulipas.
En San Fernando, el municipio donde años atrás surgieron sucesos calamitosos que impactaron en la vida de la entidad y que atrajeron el interés de la prensa internacional, se elaboró el coctel de camarón más grande del mundo, adjudicándose un Récord Guinness.
Teniendo como sede la playa conocida como “La Carbonera” y con la presencia de más de 20 mil personas, provenientes del municipio en cuestión y de ciudades de la región, el evento fue una de las actividades destacadas que se desarrollaron en el estado de Tamaulipas durante Semana Santa.
Matamoros, con su festival repleto de eventos musicales, también despuntó en la Semana Mayor, ya que en esos días el arribo de personas por la playa “Costa Azul” fue constante, llegando a contabilizarse alrededor de 163 mil visitantes.
Por las redes sociales se difundieron fotografías del caos vial que se originó en la carretera que conecta a la ciudad con este lugar por la alta demanda que se presentó en los días fuertes del período vacacional.
Cabe destacar que en todos estos lugares se contó con la presencia de militares, agentes de tránsito y salvavidas, con la finalidad de mantener el orden y otorgar asistencia a los vacacionistas que lo requirieran.
TODO CON PRECAUCION
Las familias que vacacionaron en Tamaulipas lo hicieron tomando en cuenta las recomendaciones que emitió la autoridad con la finalidad evitar incidentes que empañaran su estadía en los centros turísticos.
Y es que las ganas de vivir momentos de esparcimiento y diversión para deshacerse por unas horas del estrés de las actividades productivas, impulsó a las familias a llegar a los destinos que ofrece el estado sin dejar de valorar las condiciones que prevalecen en gran parte de la entidad fronteriza.
Una de las principales sugerencias que se hicieron a los vacacionistas fue que evitaran desplazarse por la noche en las carreteras del Estado, la cual se atendió porque durante la mañana y tarde se presentó un tráfico intenso en las vías que enlazan con los puntos turísticos más solicitados que fueron las playas de Tamaulipas.
Muchos de los turistas comenzaron sus viajes a primera hora para llegar en buen momento al lugar donde se dirigían y así eludir los riesgos de transportarse en la oscuridad con la seguridad en las carreteras disminuida.
Algunas de las familias provenientes de ciudades de la región que llegaron a los balnearios naturales acamparon en los días que perduró su visita, otras se albergaron en hoteles cercanos a estos lugares.
Y aunque en esos lugares había un contingente de militares, policías estatales, agentes viales, entre distintos elementos de auxilio, cuidando el transcurso vacacional, se mantuvieron unidas, principalmente las que traían consigo menores de edad.
Por las noches también hubo concurrencia en antros de las ciudades turísticas de la entidad, situación que no pasó desapercibida por la autoridad que mantuvo la vigilancia en esos sectores visitados.
Ya para el denominado Domingo de Resurrección emergió el retorno de los turistas hacia sus municipios de origen pues para muchos el período vacacional se terminaba y al siguiente lunes tendrían que incorporarse a sus centros laborales.
En la segunda parte de la Semana Santa no dejó de presentarse flujo de vacacionistas, sin embargo, fue reducida en comparación con la primera en la que se tuvo una efervescencia en las costas y ciudades de la entidad con la llegada de más de un millón de paseantes en ese lapso.
LO LAMENTABLE
Pese al esfuerzo que se realizó en el operativo desplegado por las autoridades de los tres órdenes de gobierno no se pudieron evitar los accidentes por lo cual la Semana Mayor culminó con un saldo negativo.
Según el reporte de las autoridades de Protección Civil tan solo en la Semana Mayor se registraron 16 decesos por circunstancias relacionadas con accidentes automovilísticos y personas ahogadas en las playas tamaulipecas.
Si bien las corporaciones de auxilio lograron rescatar del mar a 39 personas en los distintos balnearios naturales tamaulipecos, 4 personas fallecieron en las costas turísticas del estado a pesar de los esfuerzos por rescatarlos.
Un total de doce personas perecieron en incidentes carreteros en puntos como Díaz Ordaz, Matamoros, San Fernando y Río Bravo, en donde prevaleció el exceso de velocidad combinadas con el consumo de bebidas embriagantes.
Además de ello, la instancia reportó que se atendieron accidentes menores en estos lugares turísticos como lesiones, torceduras, cortaduras, entre otras, que solo requirieron una intervención menor.
En suma, la inestabilidad social por la que desde hace unos años atraviesa el Estado de Tamaulipas no impidió que por sus carreteras, playas y pueblos mágicos, llegaran los vacacionistas a disfrutar de los días de asueto protegidos por más de 5 mil de agentes del orden que se desplegaron por el estado para otorgarles tranquilidad.