Para José Antonio Trujillo Castillo, terapeuta por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el cuerpo humano es tan maravilloso que soporta el pesado trajín al que es sometido de manera continúa; sin embargo, resalta la importancia de aprender a cuidarlo para evitar un desgaste prematuro.
Refiere que en la actualidad la gente trabaja con la computadora de una forma cada vez más habitual, algo que, advierte, puede originar perjuicios severos a la salud.
La sencilla razón de guardar una mala postura es para este especialista la raíz de una numerosa cantidad de padecimientos físicos, los cuales tienen hoy en día a millones de personas estresadas y a muchas otras al borde del colapso.
Los tendones y nervios se contraen, por lo cual las condiciones de malestar y agotamiento se profundizan.
“Por desgracia no hay una escuela donde nos enseñen como caminar o sentarnos. Desarrollamos cierto tipo de hábitos buenos y malos”, sopesa.
Entrevistado en su consultorio de Reynosa, Trujillo Castillo manifiesta que el simple hecho de estar por horas escribiendo en el teclado y sujetando un mouse puede provocar intensos dolores en el túnel del carpo, como se le conoce a un pasadizo estrecho que se encuentra entre los ligamentos y los huesos de las manos.
Aunque considera que no solamente quienes utilizan demasiado un ordenador se ven afectados, sino también aquellos que desempeñan oficios y actividades en las que el cuerpo está mal acomodado.
“La misma postura la genera el hábito, provocando lesiones en la espalda que con el tiempo van presionando el sistema nervioso. Al llegar a su límite el organismo empieza a perder espacios articulares y luego vienen las contracciones musculares y nerviosas, cobrándole a la gente con dolores bastante fuertes, para lo cual muchas veces no hay medicina”, agrega.
MITOS Y REALIDADES
Sobre la pregunta de si estar frente a la computadora por mucho tiempo puede provocar algún tipo de artritis, este terapeuta (cuyos padres tenían la misma profesión), argumenta que primero es común que se presenten los problemas nerviosos que los articulares.
Empero, apunta que algunas lesiones en las manos son motivadas por la postura de la columna, a pesar de estar retiradas unas de la otra.
“Nos jorobamos porque no disponemos de lo necesario para mantenernos firmes. No hay sillas específicas ni mesas especiales. Es cultura, educación y disciplina.
“Como tendemos a olvidar que nos encontramos en una mala posición que en el futuro nos va a pasar la factura, lo mejor es darle mantenimiento al cuerpo, tal y como sucede con un vehículo, pero no hay que ponerlo en manos de cualquier mecánico”, sugiere.
Trujillo Castillo, quien tiene su consultorio en la calle Nuevo León 125 en la colonia Rodríguez, define que el ciático es el rey de las malas posturas, ya que cuando alguien padece desórdenes lumbares en ese nervio (el más largo y ancho del cuerpo) por lo general no puede estar sentado por periodos largos ni de pie una o dos horas.
“Te sientas y terminas acostado, te paras y terminas sentado y si te sientas hay una inestabilidad física que provoca insoportables dolores y no hay medicamento para eso.
“La ciática lateral, es el nervio que pasa entre la tibia y el peroné por el contacto de la pierna y si lo lesionas con torceduras de tobillo se inflamará la parte de la cadera y arrastrará el ciático hasta el hueso, entonces podrá tener esa lesión denominada de pellizco de cabeza de fémur”, pormenoriza.
Describe que una de las maravillas del cuerpo humano es que todas las piezas están hechas con el propósito de protegerlo y cuando algo anda mal no hay que avisarles, porque ellas se activan solas.
“Si te excedes en un ejercicio te manda un calambre y si prosigues en hacer ese paso te manda un tirón y si aún así no frenas te desgarra nervios y músculos para que te pares.
“La otra es que si esos nervios no llegan a la base de la columna vertebral, que son las vértebras lumbares, entonces te hace un pellizco entre la cabeza del fémur y la cadera y te frena, porque te frena, así cuan fuerte y largo o ancho seas, te va a parar”, afirma.
NO SE ATACA EL PROBLEMA
Este especialista, originario de Matamoros, Tamaulipas, explica que en las últimas décadas enormes cantidades de nocivos fármacos han sido regados por todos los laboratorios y hospitales como remedio a esta clase de dolores. Y previene que la prescripción de corticosteroides –cada vez más recurrente– puede causar efectos secundarios muy contundentes.
“Nosotros no recetamos sustancias alópatas (de la medicina química convencional), porque evitamos que se dañen los órganos vitales.
“Llevamos muchos años trabajando para que la gente erradique la ingestión de medicamentos, porque la mayor parte de ellos van a traerle problemas. Les ayuda de momento, pero con efectos a largo plazo”, insiste.
El rehabilitador detalla que muchos de sus pacientes presentan síntomas de hinchazón, algo que atribuye en cierto modo al uso frecuente de las pastillas.
“Por experiencia, son grandes las cantidades de gente que se enferma por efectos secundarios y vienen desgastadas de su cuerpo, porque se inflaman. Tenemos personas que terminan con un sobrepeso de 20, 30, 40 o 50 kilos y luego ya traen problemas de la glándula tiroides”, ilustra.
UNA VIDA DE TERAPIAS
José Antonio Trujillo Castillo, cuyos padres fueron terapeutas, relata que adaptó la técnica familiar a los conocimientos que aprendió en la universidad, lo cual le ha brindado grandes satisfacciones.
Con 56 años de experiencia ha atendido a infinidad de personas en Tamaulipas y Nuevo León, algunas de las cuales practican deportes extremos como pentatletas, maratonistas y boxeadores.
Uno de los personajes más conocidos a los que le ha tocado rehabilitar es el beisbolista de Reynosa, Jaime García, quien juega en las Grandes Ligas para los Cardenales de San Luis.
También asiste a niños con parálisis cerebral o displasias; pacientes con embolias, ataques epilépticos, infartos cardiovasculares y espoliondistesis (una joroba en la espalda que afecta a las vértebras cervicales) y público en general.
“Vemos gente que ha perdido la motricidad inferior y superior de su cuerpo, como lo es la cuadriplejía. Inclusive, he tenido personas atropelladas con problemas de médula espinal, que han sido operadas o que simplemente han sufrido torceduras y no se sienten bien.
“Nuestro deber es ayudarlos y no cobramos nada por revisarlos”, menciona este terapeuta cuyo hijo también es rehabilitador profesional.
Cuenta que normalmente las lesiones pueden detectarse en radiografías y costosas resonancias magnéticas, pero no hay un patrón establecido para seguir una terapia en el terreno de la medicina ordinaria, en la cual muchas de las veces se opta por mandar a los pacientes a cirugía.
Para efectuar su trabajo Trujillo Castillo menciona que emplea técnicas de digitopresión y reflexología –sin tocar en ningún momento la columna vertebral– para atender las lesiones que otros ramos de la salud, afirma, no pueden.
“Cuando trabajamos la base del cráneo lo hacemos hacia atrás, para bajar los dolores que paralizan los trapecios por las cervicales y en la sexta y séptima vértebra por ahí los sacamos a las manos. No podemos bajar todo el dolor cerebral por la columna.
“Es importante descontracturar el organismo, ya que hoy en día factores como el fuerte estrés están detonando en embolias”, alerta.
Especifica que problemas como las migrañas se producen por lesiones físicas generadas en la columna, ya que mandan presión a la masa encefálica, pero que con las terapias pueden desaparecer.
“Yo difiero mucho de los que dicen que les duele la cabeza porque comieron chocolate o bebieron mucho.
“Hay que ponerle atención a nuestro cuerpo, protegerlo y cuidar las posiciones que le ocasionan grandes daños, porque la postura es parte de la salud “, subraya.
Terapia al reportero
Para comprobar el alivio que puede sentirse luego de vivir en un nivel de estrés constante el terapeuta, José Antonio Trujillo Castillo, hizo una demostración de su trabajo de manera gratuita con el reportero de Hora Cero.
Como hay gente esperando entrar a la rehabilitación se agendó una cita, a la que como requisito deben llevarse dos toallas: una grande y otra chica.
Estas son acomodadas en una cama especial en la que el paciente nunca toca la superficie.
Comenzó su terapia desde el calcáneo, el hueso de tarso situado en el talón.
Con un lenguaje técnico trabajó el túnel metatarsiano, los falanges, falangines y falangetas de los dedos, así como tarsos y metatarsos.
En otras palabras el especialista va tallando con las yemas de los dedos los nervios desde los pies hacia arriba del cuerpo, para posteriormente tratar los brazos, el cuello y la espalda sin tocar en ningún momento la columna vertebral.
La terapia es un poco dolorosa, pero al final se experimenta una sensación de descanso, ya que los nervios apilados en la espalda que producen las contracciones musculares desaparecen.
La sesión tiene una duración de una hora y Trujillo Castillo emplea únicamente su fuerza con la ayuda de productos lubricantes. En resumen sí se percibe una mejoría.
