
Gerardo Guevara Morales emigró con su familia a McAllen durante una de las épocas de violencia más alarmantes en territorio mexicano. Con él se llevó a su esposa, madre y a una de sus hermanas.
Dedicado al comercio en el fronterizo municipio de Río Bravo, Tamaulipas, encontró en Texas una vida más tranquila y segura a la que en esos momentos se experimentaba en suelo nacional, debido a la ola de asesinatos, secuestros y enfrentamientos que azotó al país.
Por varios años los rendimientos de su negocio en México le permitieron rentar una decorosa vivienda de tres recámaras, cochera para dos autos y las suficientes comodidades que suele ofrecer una casa en la Unión Americana.
En un principio comenzó pagando 800 dólares, que en pesos eran 10 mil a mediados de 2005, pero principalmente en el último par de años, el aumento en la cotización de la moneda estadounidense ha causado que este connacional contemple la posibilidad de volver a México, pues el costo escaló hasta los 13 mil 600, sin contemplar los recibos de la luz, agua, cable, teléfono, gasolina, gas y comida.
Tomando aún en cuenta el tema de la inseguridad, menciona que algunos de sus amigos y seres queridos también están pensando muy seriamente en regresarse, porque no les alcanza para vivir en Texas percibiendo un salario en pesos.
Tampoco pueden trabajar en Estados Unidos, pues carecen de documentos legales e infringirían más leyes. La opción que tienen es esperar lo más que sus finanzas resistan para llevar este estilo de vida, o ir preparando el retorno.
“La verdad sí nos ha afectado bastante, porque en poco tiempo subió mucho el precio del dólar, y son muchos los gastos que por esto se generan. Se elevó demasiado, que las cosas que acostumbrábamos ya no las podemos tener en cuenta, porque ahora debemos invertir más dinero y comprar las cosas de una manera limitada”, lamenta.
Entrevistado afuera de su domicilio, donde los dos vehículos que tiene estacionados resaltan por sus matrículas mexicanas, Gerardo comenta que aún enfrentan un escenario más complicado quienes decidieron adquirir una propiedad por medio de financiamientos, porque sus pagos en pesos han crecido exponencialmente.
“A nosotros como familia nos ha afectado bastante. A lo que dicen va a seguir subiendo el valor del dólar y desde luego que eso nos perjudica. Nosotros tenemos conocidos y familia que por lo mismo están bien limitados. Hoy por hoy es lo que estamos pasando”, describe escuetamente.
¿CUAL BENEFICIO?
Como Gerardo hay multitud de mexicanos que aprovecharon el hecho de tener documentos para residir en la Unión Americana, o que simplemente han hecho uso de su visa de turista para permanecer en suelo estadounidense, arrendando una casa, pero trabajando en México, tal es el caso de comerciantes, pensionados y burócratas gubernamentales.
Sin embargo, los costos de vivir en Estados Unidos pueden resultar astronómicos, pues con el dinero que una persona renta por cinco años una casa en McAllen, bien podría adquirir una propiedad en un sector residencial de Reynosa.
Para comprobar este hecho, el reportero de Hora Cero acudió a varios lugares en renta en el valle de Texas, para determinar cuáles son los beneficios que ofrece realizar pagos mensuales o comprar vivienda americana, a comparación de hacerlo en México.
En los condominios La Tierra Santa, situados en el 3414 al norte de la calle McColl, conseguir un pequeño departamento –en un edificio construido en el año de 1991– tiene un valor de 520 dólares, lo cual representa en pesos 8 mil 840.
A eso hay que añadirle dejar un depósito de 250 dólares (4 mil 250). Las restricciones para ciudadanos extranjeros son casi nulas, pues sólo se necesita presentar una licencia de conducir para comenzar a habitarlo.
Aunque (ya sea en planta alta, o baja) el lugar cuente con aire acondicionado, cocina integral, tina y agua caliente, el tamaño es insuficiente para una familia de varios miembros. Más bien este espacio puede resultar ideal para una o dos personas, pues solamente dispone de una sala de aproximadamente tres metros de ancho por cuatro y medio, así como una sola recámara de tres metros por tres y medio.
Cabe destacar que no se permite tener mascotas, los inquilinos deben hacer el contrato de la luz y uno de los requisitos es mantener al menos durante seis meses ocupado el inmueble.
En caso de querer comprar una propiedad de este tipo, el valor podría alcanzar los 120 mil dólares, que son unos dos millones de pesos, más los intereses de pagarlos a crédito, los cuales van aumentando conforme el número de años en que se desee saldarlo.
MAS OPCIONES
En el sitio de clasificados por Internet Craigslist aparece una interminable lista de propiedades que están en renta o venta en el sur de Texas. Si el problema es el espacio, el reportero acudió a una casa de tres recámaras ubicada en el 828 de la calle Rankin en Mission, muy cerca de la Conway.
La vivienda posee un patio espacioso, cochera para dos autos, dos baños, y las comodidades básicas por 850 dólares mensuales (cerca de 15 mil pesos). McAllen Realty, la inmobiliaria que la promueve, menciona que se permiten gatos, mas no perros como mascotas.
A unos 15 minutos en auto, en el 7308 de la calle 33, se localiza otra casa con mayor espacio que se renta por mil 350 dólares, nada más ni nada menos que a la cotización actual de 23 mil pesos.
Tal vez una empresa mexicana, o alguien con suficiente solvencia económica pueda pagarlos; sin embargo, una familia que depende de los pesos podría empezar a tener complicaciones económicas para darse ese lujo, pues parece no haber bolsillo que lo soporte.
Aunque esta propiedad requiere que sus inquilinos no sean fumadores, que no tengan mascotas y que dejen un depósito de mil dólares de anticipación (17 mil pesos).
La oferta para rentar o comprar una casa en el área de McAllen es amplia, pero los precios, por muy descuidado que esté un cuarto o pequeña vivienda, no bajan de 475 dólares, una cifra que supera los ocho mil pesos.
¿Y POR QUE NO EN MEXICO?
No muy lejos, del otro lado de la frontera, por seis mil 500 pesos cualquier persona puede comprar una casa en un sector residencial. Después que han bajado los índices delictivos en suelo tamaulipeco, y que el precio del dólar estadounidense parece no encontrar un tope para el Peso, una de las mejores opciones podría ser comprar o arrendar en México, considerando que aquí las casas son de concreto y no de madera.
Cabe decir que una familia común, de posición económica media baja en Reynosa, paga un aproximado de mil 500 pesos de renta por una casa de interés social, los cuales son apenas 88 dólares al tipo de cambio actual, que representan un costo casi simbólico a comparación de lo que se gasta en Estados Unidos.
Mientras que el arrendamiento de una casa en un sector acomodado, con tres recámaras puede ascender a los tres mil 500 pesos (205 dólares), que aún así representan un monto mínimo con diferencia al vecino país.
Pero si se toma en consideración todo el dinero que una familia ha invertido rentando una propiedad en Texas en los últimos cinco años (fecha en la que muchos huyeron de la inseguridad), en México –en una zona habitacional de prestigio– ya se habría pagado una casa.
De acuerdo con Estela Elizabeth Delgado Herrera, gerente de ventas del fraccionamiento Loma Bonita, del desarrollo inmobiliario Grupo Velas, para quienes se fueron a radicar a la Unión Americana, como parte de este fenómeno social, bien podría ya estarles costando caro, sobretodo si viven con salarios mexicanos.
“Yo creo que ahorita es el momento en que reviren e inviertan por un patrimonio estable aquí en Reynosa, donde su capacidad de compra les va a permitir que les alcance para su casa y todavía les va a quedar para todas las necesidades de su familia, estudios, alimentos, vestido, diversión, y todo lo demás que es requerible.
“Definitivamente no es lo mismo pensar en pesos que en dólares. Y creo que aparte, el que una persona compre en la ciudad incentiva el sector económico, el inmobiliario, y es importante, porque esto genera más empleos. Tenemos proveedores que también dependen de este rubro y si la gente que vive en Estados Unidos ve estos beneficios, todos van a salir ganando”, manifiesta.
CASAS COMPETITIVAS
La entrevistada señala que en Reynosa también se pueden encontrar viviendas amplias con acabados de primera clase, con aislantes térmicos y un equipamiento ecológico, que se asemeje en confort y beneficios a cualquier casa promedio en la Unión Americana.
“En Loma Bonita, no es por nada, pero tenemos el mejor sector residencial de Reynosa. Estamos muy pegaditos a lo que es la vía más importante de la ciudad. Tenemos salidas hacia los municipios de San Fernando, Matamoros, Monterrey y el Puente Internacional Anzaldúas”, destaca.
Un buen motivo para poder adquirir una casa en Reynosa, sobretodo, cuando el precio del dólar alcanza niveles dramáticos, reitera Delgado Herrera, es que la capacidad de compra aquí no se va a menoscabar, a diferencia de lo que les está pasando a quienes se fueron a vivir a Estados Unidos con sus ingresos mexicanos.
“Aquí tenemos a partir de seis mil 500 pesos mensualidades muy cómodas en viviendas residenciales. De tres recámaras, dos baños y medio en dos plantas, espacio para dos coches, patio de servicio, patio lateral, totalmente individual.
“Esto quiere decir que con lo que la gente está pagando un renta en Estados Unidos, aquí puede comprarse una casa residencial, en un sector con control de acceso privado totalmente, con áreas verdes en cada una de sus privadas. Pueden disfrutar de una casa club para eventos sociales exclusivos, con alberca y una seguridad 24 horas al día para la familia, por mucho menos de lo que pagan en renta en el otro lado”, compara.
Cabe destacar que en este sector las propiedades tienen un valor de entre 851 mil pesos a un millón 800, que oscila entre los 50 mil dólares a los 105 mil, con espacios de 220 metros cuadrados de construcción, mientras que en la Unión Americana un pequeño apartamento de una sola recámara se cotiza por encima de los 120 mil dólares (unos 204 mil pesos).
De esta manera, mientras hasta el 26 de agosto el dólar se cotizaba a la venta en 17 pesos con 45 centavos, queda comprobado que residir con pesos en Estados Unidos cada vez resulta más caro, pues el costo se ha incrementando por encima del 25 por ciento y la moneda mexicana no parece que pronto tenga signos de recuperación. En ese escenario habrá quienes un día huyeron a Texas por la violencia, ahora regresen a su país casi obligados por la falta de solvencia.