
Así se expresaron un grupo de ancianitas respecto al terremoto, quienes por más de la mitad de su vida han radicado en Estados Unidos, pero que su corazón sigue en el país que las vio nacer.
FOTOS VÍCTOR BRIONES
McALLEN, TX.
Araíz del terremoto del 19 de septiembre en México la solidaridad de la gente, no sólo de este país sino del extranjero, se hizo presente.
Llamó la atención que un grupo de adultos de la tercera edad a pesar de tener problemas para caminar y moverse, incluso con dificultad para escuchar, desde que se enteraron de la noticia buscaron la manera de ayudar en esta desgracia que las conmovió hasta las lágrimas.
Sin dudarlo, Bertha Alicia Villagómez abrió las puertas de Adult Day Care, Dulces Momentos, para convertirlo en un centro de acopio y desde el viernes 22 de septiembre iniciaron con la recolección de víveres y medicinas.
El primer día de acopio cada uno de los ancianitos llegó con una bolsa en mano que apenas podía sostener, con alimentos, medicinas y artículos de limpieza.
“Oramos porque en el camino el gobierno no le impida el paso al camión y se entregue en las manos de los damnificados. Desde aquí se va esta ayuda con el corazón, nuestra mortificación es que se quede en una bodega y no sea entregada”, confesó Aurora Mendoza, de 82 años.
Apenas se le pregunta cómo se enteró de la tragedia, voltea su mirada hacia arriba como tratando de ocultarla, su voz se apaga y responde: “He llorado mucho, pobre gente, desde entonces le he pedido a Dios que les haga la vida más liviana”.
“Somos mexicanas y nunca dejaremos de serlo. Imagínate lo que está sufriendo mi México lindo”, manifestó Irma Rojas de 82 años, quien en un andador se apoya para poder caminar.
Doña Aurorita, como la llaman de cariño, nació en Ciudad Mier y se crió en Reynosa, donde fue maestra de Primaria durante 30 años, de primero y tercer grado en la escuela “Club de Leones”.
Su mamá era de Donna, Texas, y al casarse a los 31 años con un cuidando americano, ella y su esposo decidieron radicar en McAllen.
En esta ciudad ha sido catequista en la iglesia San Juan Diego y voluntaria en comunidades de base donde se reúnen para platicar sobre las carencias que tienen y buscar la manera de servirlas.
Hace apenas unas semanas estuvo internada durante varios meses, sin embargo considera que si Dios le brindó la oportunidad de recuperarse fue porque le tenía encomendada esta tarea (ayudar al prójimo)”, señaló visiblemente consternada.
Mientras sus compañeras del centro de Adult Day Care reciben y clasifican la mercancía donada, Irma Rojas le pide a la reportera que se acerque a ella y que le hable fuerte porque no oye muy bien.
Responde con voz muy suave, apenas perceptible, pero su rostro dice más que sus palabras. Los ojos se le humedecen con las lágrimas que evita derramar, pero que no puede contener.
“Vivo en McAllen pero no dejo de ser mexicana. Siento mucho el dolor ajeno y desde que vi lo del terremoto me he sentido muy mal, incluso mi hijo me pidió que ya no prendiera la televisión. Todos los días hago oración para que el Señor les dé fuerza y resignación a todas esas familias que perdieron su casa, su trabajo, a su gente”, mencionó conmovida.
Originaria de General Terán, la neolonesa radicó en Reynosa cuando se casó y desde los 35 años de edad vive en el Valle de Texas.
“Con todo mi corazón ayudo a México, porque es mi nación también, porque soy mexicana. Ruego al cielo que lo poco o mucho que podamos enviar llegue a los que realmente carecen, a nuestros hermanos”, expresó.
ESTAMOS UNIDOS
Adult Day Care se convirtió en un centro de acopio, sin dejar de dar el servicio a más de 80 personas de la tercera edad y jóvenes con alguna discapacidad.
La propietaria, Bertha Alicia Villagómez, sin afán de protagonizar, reconoció que les duele en el alma lo que está pasando, por lo que quieren colaborar con un granito de arroz.
“Ayudar a la gente sin importar la nacionalidad; sea poco o mucho que con el favor del espíritu santo llegue a su destino”, enfatizó.
Acompañada de sus hijas, Gabriela y Lucía, así como Tania Hernández, supervisora de piso, coincidieron en señalar que México es su patria y con toda humildad lo único que buscan es aminorar el sufrimiento de las personas en desgracia.
“En esto momentos nuestro lema es: “Estamos unidos” sin importar que vivimos en “Estados Unidos”, aseguró.