
¡Madre!
Mother!, 2017
R. Restringido; menores de 17 deben estar acompañados de sus padres
Darren Aronofski hace con ¡Madre! una enorme extravagancia llena de simbolismos y metáforas. La producción polariza opiniones: por un lado es considerada una obra maestra y, por otro, se convierte en una declaratoria bíblica pretensiosa y detestable.
Aunque inicialmente se menciona que la oscura narrativa se suscribe a una advertencia sobre los daños que el mundo le hace a la naturaleza, lo cierto es que las razones del director son más profundas y se encuentran enterradas en algún sitio subconsciente de su brillante creatividad.
Jennifer Lawrence es una mujer que se encuentra en un sitio solariego, con su pareja Javier Bárdem, un escritor que se encuentra a la mitad de su gran obra.
Inesperadamente llega a visitarlos allegados de él, Ed Harris y Michelle Pfieffer, que les robarán la tranquilidad, el espacio y hasta la seguridad.
El atractivo casting hace la propuesta irresistible, aunque queden en la oscuridad las intenciones, que se encuentran mucho más allá de lo que los sencillos hechos revelan.
La casa es como el paraíso terrenal y dentro de ella comienzan a revelarse personajes que parecen extraídos directamente desde el Génesis, con la pareja originaria, la manzana prohibida, el crimen entre hermanos y hasta la redención personificada en el Hijo de Dios, que se entrega para salvar los pecados de la humanidad.
La película es terriblemente angustiosa. Ella va reconstruyendo pacientemente la casa, hasta que llegan los invasores, que van ocupando espacios, hasta alcanzar una caótica pesadilla en las que se mezclan grotescamente la brutalidad, el crimen y la aniquilación.
Vale la pena, claro, pero ¡Madre! se odia o se ama. No hay término medio.
Vaselina
Grease, 1978
PG. Orientación de los padres
Danny (John Travolta) y Sandy (Olivia Newton-John) viven un tórrido amor de verano en la playa y la vida los separa. Al regresar a clases se dan cuenta de que están en la misma preparatoria. Pero el chico, el líder de su pandilla, finge desinterés, porque no quiere que sus amigos lo asocien con la muchacha más recatada de la escuela.
Sin embargo, el amor encuentra su camino en medio de las locuras estudiantiles.
Vaselina canta y baila en el nombre de la juventud. La soberbia pieza musical basada en la obra de Jim Jacobs y Warren Casey, es una tremenda comedia romántica ubicada en California de la década de los 50, Es conformada por un excelente casting, repleto de sólidos personajes secundarios, que giran en torno a los atractivos protagonistas.
Travolta, emergente, era irresistible. Después del campanazo de Fiebre del Sábado por la Noche, mostró otra vez sus dotes en la pista, pero esta vez mostrando su vocación para la comedia. Danny es un estudiante promedio en la adolescencia: le interesa la escuela más por la compañía de los amigos que por el estudio. Prefiere a las chicas que a los libros. Y está rodeado de tontos compañeros que le festejan todo.
La pareja que hace con Olivia es perfecta. La australiana, también en el momento ascendente de su carrera, luce espectacular como la escuálida jovencita que llama la atención porque es lindísima y pudibunda, como un fruto prohibido y apetitoso.
La inteligente historia hace que los personajes, para agradarse, pretendan transformarse, con lo que consiguen cambiar lugares, al hacerse él un caballero y ella, una vampiresa.
Con ecos de dulce melodía, Vaselina resuena como una gran cinta para adolescentes, y también para los viejos, que vivieron la dorada época estudiantil.