
Cuando el cine era mudo, una película sonorizada llevó el evangelio a la gran pantalla a reconocer la influencia de las películas en la vida de los individuos y en la memoria colectiva fue una de las razones por las que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas impulsó la celebración del Día Mundial del Cine.
Desde 2020, cada segundo sábado de febrero se realizan por todo el mundo diferentes actividades que festejan la relación del público con el llamado “Séptimo Arte”. Desde sus inicios en la década de 1890, el cine ha sido más que una diversión.
Sus producciones han inspirado, moldeado y marcado la vida de millones de espectadores. Tal fue el caso del “Foto-Drama de la Creación”, una vanguardista producción audiovisual realizada por la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia (como se conocía entonces a los Testigos de Jehová), que se estrenó el 11 de enero de 1914 en Nueva York, Estados Unidos. El audiovisual, compuesto por película fotográfica y diapositivas de vidrio, proyectaba escenas de relatos bíblicos como la creación de la Tierra y el pasaje del patriarca Abrahám y su hijo Isaac, entre otros. Además, incluía 96 breves sermones.
Muchas de las escenas tenían música clásica de fondo. Hábiles operarios sincronizaban el sonido de las grabaciones fonográficas de voz y música con las diapositivas a color pintadas a mano por artistas profesionales. Sobre el “Foto-Drama”, el historiador y crítico del cine estadounidense, Tim Dirks, ha dicho que “fue la primera producción importante con sonido sincronizado (diálogo grabado), imágenes en movimiento y diapositivas en color que podían proyectarse con linterna mágica”.
Las películas anteriores habían utilizado algunas de estas técnicas, pero no todas al mismo tiempo en un sólo proyecto cinematográfico. Josué Zañudo, portavoz de los Testigos de Jehová, comenta que este proyecto “fue una hazaña fílmica para su época. La producción a color y con sonido cuyo contenido no sólo era bíblico, sino que también mostraba hechos científicos e históricos, entró en la escena de la industria del cine antes que las películas comerciales de color y los largometrajes con diálogo y música se proyectaran ante grandes audiencias”.
Agregó que los Estudiantes de la Biblia aprovecharon los avances tecnológicos de su tiempo y un medio de comunicación tan novedoso como el cine para transmitir enseñanzas con una eficacia y un alcance que la página impresa no podía lograr. “Fue un momento emocionante. Ninguna otra producción tuvo más público en esa época.
Durante el primer año de su exhibición en los Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y varias ciudades de Europa, más de nueve millones de asombrados espectadores que nunca habían visto una película sonora disfrutaron del ‘Foto-Drama’”. “Un hecho histórico que vale la pena recordar y celebrar en este Día Mundial del Cine”, expresó Zañudo.