
Añorando el ambiente campirano que distinguió a la región fronteriza de Tamaulipas en la década de los cincuenta, se presentó “Nostalgia de Algodón”, exposición que consta de veinte pinturas realizadas por Graciela Ramos Domínguez.
La creadora señaló que su obra es un recuerdo de la época de la siembra de algodón y sus bellos campos blancos.
Explicó que familias enteras, procedentes de todo el país, venían a la región a dar su vida por los cultivos de este producto.
“Era una atmósfera aderezada por la festividad, el circo, los húngaros y la música, como una fiesta del alma”, añadió.
Con la nostalgia a punto de brotar de sus ojos, la artista indicó que “el tema siempre está en mí, en los cuentos que he escrito, pero a la hora de pintar, el algodón se ha convertido en un símbolo de mi infancia”.
La esperanza para Graciela Ramos es que Reynosa pueda volver a épocas de armonía, blancura y paz, como las que se vivieron a mediados del siglo XX.
“Al ver el ambiente hostil de nuestra época, brotaron los recuerdos que contrastan con aquellos años de libertad”, refirió.
Profundamente conmovida, recordó a sus padres, Ubaldo Ramos Barrera y Gudelia Domínguez Sepúlveda, mientras volvían a los campos de algodón en un día muy caluroso, donde el aire apenas podía refrescar.
Como éste, otros recuerdos quedaron atrapados en un lienzo, con la esperanza de volver a materializarse
La exposición estará expuesta al público hasta el 15 de noviembre en el Museo Histórico “Reynosa”.