Escribir para encontrar respuestas y servir de guía de inspiración para la gente es lo que hizo sin proponérselo Lourdes Bello, quien presentó su libro “Donde sin mí” el 8 de mayo en el Centro Cultural Fátima.
Acompañada de los escritores Felipe Montes y Armando Alanís, como de la doctora María Dolores Escobedo, la poeta oaxaqueña dijo en entrevista que el título del libro se refiere al espacio donde uno no existe, sino la otra persona.
“Esto implica una introspección cuando uno está solo, meditando y te das cuenta que hay mucho por hacer para ayudar a los demás: es una soledad que desgraciadamente no se busca, porque a veces vemos otras cosas que nos distraen y alejan, porque para encontrarse a uno mismo hay que estar en soledad”, explica quien ha viajado a la India para aprender el lado espiritual.
Por ello escribir es una especie de catarsis, una forma de cuestionarse el exterior, para ver hacia dónde se dirige en la vida y qué hace falta.
“Para mí escribir poesía es algo muy personal, cada poeta lo hace de forma diferente, claro que hay una técnica, es un oficio y debes de tener una disciplina; tú escribes lo que sientes, como catarsis, luego lo pules y lo trabajas con un maestro. Posteriormente lo dejas descansar y lo revisas. Yo a este libro lo dejé descansar mucho tiempo, porque estaba estudiando en la India: el tiempo le da fuerza a la poesía, porque se consolida más”.
Con el apoyo del poeta capitalino Ricardo Yáñez, Bello terminó esta segunda obra, después de Fronteras en el Espejo.
“La mayor diferencia es que en el primer libro viví un proceso de duelo, por mi padre, por eso refleja mucho dolor, que es lo que sentía en ese momento. El nuevo libro es una catarsis de cuestionamientos existenciales: qué estoy haciendo y a dónde voy, cómo influye mi vida en los demás, sobre el otro, cómo me hago una unidad con los demás; no implica el sufrimiento que viví en esos años”.
Son cerca de 80 poemas los que incluye en su nuevo libro, después de una ardua selección de más de 250.
“El pintor es igual al poeta que escribe lo que siente, pero una vez que la obra está terminada tiene su propio significado para quien lo lea, por ello tuve que armar lo que significaba para mí”.
Ilustrado por el artista Francisco Larios, la portada incluye cinco aves que revolotean alrededor de su título.
“El es un pintor que aprecio mucho, conozco su obra, es amigo y muy reconocido en el ambiente del arte. Cuando estaba terminado el libro se nos ocurrió la idea de que él fuera quien lo ilustrara y Paco tuvo la libertad para hacer las ilustraciones que quisiera. Además fue él quien le dio la estructura, armó los poemas y diseñó las páginas”.
Para Bello su principal piropo como escritora fue en una ocasión que una persona en la Ciudad de México le dijo que el libro reflejaba su vida.
“Otra persona me confesó que tenía el libro en el buró de su cama, porque le ayudaba a cuestionarse muchas cosas. Los libros tienen vida propia y los lectores viven la experiencia y no la del autor, por eso creo que la poesía es universal”.
COMO SI FUERAN HAIKU
Armando Alanís, escritor, dijo que los poemas de Lourdes Bello tienen una cercanía con el popular haikú japonés.
“El gran coco de la poesía es decir más con menos y eso lo logra Lulú en su obra”, dijo en entrevista.
Ricardo Yáñez agregó que el trabajo presentado puede considerarse como muy limpio por su claridad lograda.
“Tiene un impulso zen, que hace que la autora desaparezca, con una verdadera voz de poeta, con una gana de no aparecer; aquí se nota una tranquilidad, paz, a diferencia del anterior donde había un monólogo con cierto dolor”.
Felipe Montes, en la presentación leyó algunos de los poemas y elogió la calidad de la obra de la autora.
“Es una poesía con rasgos sentimentales, porque ésta como la más reciente del mundo, es fuente del alma, de emociones cuyos vericuetos llegan a nosotros mismos por caminos diferentes”, dice.
Esto se observa en el brillo de las palabras elegidas, el orden sorpresivo que tomaron, el tratamiento visual de algunos versos, la aparición de esos blancos fantasmas de la memoria de la poeta que no sueltan las manos de los lectores que navegan sobre ella y corren una serie de aventuras en silencio.
“Su poesía nos lleva a descubrir en tres direcciones: en nosotros mismos, en el mundo cuando alcanzamos la vista del libro, y el de los editores de esta nueva poesía mística que Bello cultiva”.
Después de la presentación del libro se realizó un brindis de honor con los asistentes.
PARA REFLEXIONAR
¿Encuentras el camino o escuchas el canto del ruiseñor?
¿Encuentras el camino o deja de doler y abres la puerta?
¿Encuentras o dejas de buscar??