En los últimos años la IA ha cobrado gran relevancia gracias a Internet y las redes sociales, porque está probado que puede llegar a ser útil en distintos campos, por su capacidad de ayuda en el trabajo o en materia educativa para tareas y proyectos, pero ¿qué es lo que realmente significa y por qué hay quienes advierten de peligrosas desventajas?
Roberto Santes
La Inteligencia Artificial como tal se ha convertido en un término general para referirse a aplicaciones que realizan labores complejas para las que antes era necesaria la intervención humana, como la comunicación en línea con los clientes o jugar al ajedrez.
Para muchas personas puede ser algo nuevo, pero en realidad lleva años presente en la vida cotidiana.
Un claro ejemplo son las bocinas inteligentes o smartphones, ya que dichos aparatos cuentan con este tipo de tecnología en su cámara, para poder procesar las fotografías y en los asistentes de voz como lo son Siri, Google Assistant o Alexa.
Con su capacidad actual la Inteligencia Artificial no es capaz de crear una obra original por cuenta propia, pues está entrenada con una gran cantidad de algoritmos para dar una respuesta lógica, sirviendo como una extensa base de datos y un nuevo apoyo para el proceso creativo.
Así lo explicó Enrique Cortes, director del Hub de Inteligencia Artificial del Tecnológico de Monterrey en una de sus publicaciones académicas.
“Son una herramienta que un creativo puede usar, por supuesto. Tú tienes que tomar lo que te dé una IA y trabajar con eso, no puede ser la obra final”, mencionó.
La innovación actual son las IA’s generativas, las cuales funcionan con un modelo grande de lenguaje, lo que hace que parezca humano y dé respuestas razonables, pero no necesariamente confiables.
MÁS INTEGRADAS
Las inteligencias artificiales siguen tomando fuerza en ámbitos empresariales, ya que algunas firmas, como lo son eBay y Amazon, están haciendo uso de éstas con algoritmos que dan una atención personalizada, creando recomendaciones de productos similares a los buscados o comprados con anterioridad.
Ya no es un secreto que algunas plataformas de redes sociales también tienen programas de reconocimiento de voz en conversaciones que cuando los usuarios mencionan algunas necesidades, sorprendentemente redirecciona su navegación con contenidos relacionados a los que ellos están buscando.
También se ha hecho común el uso de chatbots, estos son bots entrenados para responder todo tipo de dudas, ya que con estos la atención al cliente es más personalizada y pueden estar en servicio las 24 horas del día.
No obstante, los expertos advierten que al ser mal utilizados pueden desviar la opinión pública o desinformar, influyendo incluso en el rumbo de decisiones políticas o votaciones.
Esto es ya más común en campañas electorales, cuando los aspirantes a un cargo de elección popular hacen alguna mención e inmediatamente después responden programas con perfiles que son falsos, con un origen sospechoso en favor o en contra, causando confusión entre las audiencias que no se toman el tiempo de validar los datos.
Además, aunque estos nuevos instrumentos son bastante útiles, también podrían llegar a sustituir tareas importantes en ciertos ámbitos laborales y como consecuencia una pérdida de empleos, como ya se observa en algunos súper mercados, donde el público hace sus pagos sin la necesidad de humanos.
Algunos de estos trabajos son también como los que realizan los programadores de software, quienes en gran medida contribuyeron al desarrollo de los mismos y que, según el fundador y director ejecutivo de Stability AI, Emad Mostaque, de aquí a cinco años podrían desaparecer por cuenta de su propio invento.
Sin embargo, los códigos y demás funciones que realiza la Inteligencia Artificial no son tan precisos como los que desarrolla un programador humano, pero advierten que está dentro de los estándares para que sean aceptados por los clientes, además ahorran tiempo y costos para las compañías, razón de peso para que sigan ganando terreno con el paso de los días.
En materia de seguridad pública tiene un uso importante en programas de conocimiento facial, voz y rastreo de enemigos, pero en las manos incorrectas puede ser motivo de atentados o sabotaje.
EXISTEN CONTRARIEDADES
Por otro lado hay personas que se dedican a la actuación y voz, también se están viendo afectadas, ya que la inteligencia artificial comenzó a transformar el mundo de los audiolibros con la capacidad de generar locuciones fluidas sin utilizar un narrador humano, una novedad que preocupa a los profesionales de la comunicación, ya que por otra parte cantantes han descubierto canciones hechas de sus propias voces a partir de una inteligencia artificial.
El ingeniero en administración de sistemas, Edgar Aregón, graduado en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) opina que la inteligencia artificial es algo a lo que habría que temer, ya que considera que es actualmente una herramienta que a largo plazo puede convertirse o emplearse en robots que podrían tomar conciencia y querer reemplazarnos.
Menciona que aún es una herramienta que debemos aprender a controlar, pues la seguridad cibernética no es muy eficaz y podría haber muchos fraudes en distintas áreas a nivel mundial o afectar gravemente los sistemas financieros.
IA EN LOS ALIMENTOS
En la industria alimentaria, la inteligencia artificial es usada para garantizar seguridad, ya que mediante ésta se hace un mejor análisis sobre la calidad de los productos.
Evita desperdicios mediante el análisis de datos para predecir la demanda, mejorar la gestión del inventario y optimizar las cadenas de suministros para evitar pérdidas.
Actualmente están revolucionando la industria de los alimentos, impulsando la eficiencia, la calidad y la satisfacción del cliente mediante la automatización, ya que puede predecir patrones de compra en los consumidores y crear experiencias de adquisición personalizadas que mejoran la fidelidad.
Sin embargo también es importante destacar que se deben abordar las normas éticas y regulatorias para garantizar un uso responsable y seguro de estas tecnologías en la producción y distribución de alimentos.
EN CONFLICTOS BÉLICOS
Aunque se vea lejano, las inteligencias artificiales juegan un punto importante en el tema de las guerras y los ejércitos militares. Es debido a que con éstas pueden crearse armas autónomas, también conocidas como “robots asesinos”, existe el riesgo de tomar decisiones propias y realizar ataques sin intervención humana directa, lo que plantea cuestiones éticas sobre su uso responsable.
Hoy en día la IA de alguna manera está funcionando con drones que se usan en el combate entre la guerra de Rusia y Ucrania, así como el espionaje al rededor del mundo.
Para las milicias ya son de gran ayuda porque pueden analizar grandes volúmenes de información y proporcionar resultados inteligentes para la toma de decisiones estratégicas en el campo de batalla.
También son de suma importancia para los entrenamientos, pues son fundamentales para la creación de simulaciones de combate y que la preparación de los soldados sea más efectiva.
En el área de vigilancia y reconocimiento, los drones, robots y otras plataformas juegan un papel importante, integrando algoritmos para analizar datos y reconocer objetivos, mejorando la precisión y reduciendo el riesgo de ataques erróneos.
Sin embargo, el uso de IA en la guerra también plantea preocupaciones significativas. La autonomía de las armas y la falta de control humano directo en las decisiones de combate pueden tener consecuencias impredecibles, violar principios éticos y de derechos humanos, como detonar una bomba nuclear, desconfigurar las rutas aéreas, afectar los suministros de combustibles, descarrilar trenes o abrir sin control las compuertas de las presas, por citar varios ejemplos.
Por esta razón, la comunidad internacional ha estado debatiendo sobre regulaciones y restricciones para garantizar un uso responsable y respetuoso de dichas tecnologías en los diferentes contextos.
Se coincide en que es fundamental encontrar un equilibrio entre el potencial benéfico de la IA y el respeto por la subsistencia del ser humano y el derecho a la vida. Hoy en día la Inteligencia Artificial evoluciona, parece muy cómoda, pero también genera mucha
incertidumbre.