
Su infancia, cimentada en los valores y el apego a su familia, lo llevaron a forjar una carrera exitosa en el sector de la construcción, la política y el servicio público.
Eugenio Hernández Flores es un victorense que ha trabajado intensamente; primero en la iniciativa privada y luego en el ámbito político y del servicio público.
Tiene cuatro hijos a quienes atesora y con quienes lleva una excelente relación, comparte y disfruta el gusto por la naturaleza.
En una charla muy amena nos habla de los momentos que han marcado su vida desde que era niño, su época de estudiante, su incursión en el sector de la construcción, la política y una carrera en el servicio público que lo llevó a ser gobernador de Tamaulipas.
NIÑEZ LLENA DE AMOR
Conserva grandes recuerdos de su infancia, la que describe como muy afortunada y bendecida, con una familia llena de amor, de unidad y de valores.
“Hasta a la fecha somos muy unidos y solidarios, todos alrededor de nuestra madre, y es lo mismo que he tratado de hacer con mis hijos, ser unidos y a través del ejemplo dar los valores”, reconoce.
Eugenio es el cuarto de seis hermanos, pero el primer varón de su familia, el que siempre se ha llevado muy bien con sus cuatro hermanas y su hermano menor.
Su padre fue director y secretario de Turismo durante muchos años en Tamaulipas, lo que le permitió recorrer gran parte del territorio estatal y tener contacto con las necesidades de la gente, pues acompañaba a su papá a visitar a sus homólogos en los municipios.
“Aprendí mucho él (su padre), mucho de Tamaulipas en mi niñez”, refiere.
Su madre es quien, desde la muerte de su papá en 1986, lleva las riendas de la familia.
“Mi madre todos los domingos nos junta sí o sí en su casa a comer, bueno ella es la que nos ayuda a estar amalgamados, todos los hermanos somos muy unidos, los sobrinos y yo bueno pues tengo cuatro hijos hermosos con los que disfruto muchísimo”.
ESTUDIANTE CUMPLIDO Y DIVERTIDO
Estudió Ingeniería Civil en el TEC de Monterrey, etapa que describe como muy dura, de aprendizaje, pero también de amistades que perduran.
“Después de 20 años que me recibí, todavía sueño que tengo examen y no estudié”, recuerda entre risas.
Era “cumplido, pero divertido” aclara, al recordar que cumplía con sus tareas y procuraba sacar buenas notas, pero también le gustaba divertirse con sus amistades, muchas de ellas a las que aún conserva.
Al graduarse tuvo la oportunidad de trabajar en Tabasco al servicio de Pemex en la construcción de un complejo petroquímico, pero tras la muerte de su padre regresó a Ciudad Victoria, fundó una empresa constructora con un par de amigos e incursionó en la edificación de viviendas, obras públicas y demás.
“Comenzamos a construir precisamente en el Gobierno del ingeniero Américo Villarreal Guerra. Fue quien nos abrió las puertas. Nos dio la oportunidad de trabajar en ese gobierno construyéndole obras, escuelitas, así empezamos, echándole muchas ganas, de tal suerte que crecimos bastante construyendo y nos dieron más oportunidades”, considera.
DIPUTADO, ALCALDE
Y GOBERNADOR
Luego de una exitosa carrera en el sector de la construcción, Eugenio decide incursionar en la política. Se convierte en diputado federal por el Quinto Distrito Electoral, una etapa que recuerda como de mucho aprendizaje y de mucha satisfacción, por alzar la voz en tribuna a nombre de los tamaulipecos.
Su estadía en la Cámara de Diputados fue corta, al ser invitado a contender como presidente municipal de su natal Ciudad Victoria.
“A mí me dejó una gran experiencia, a mí me cambió la vida ser alcalde de mi municipio, de Victoria, porque conocí realmente a mi pueblo. Y también me dio mucha satisfacción poder hacer beneficios para nuestra ciudad, para la gente.
“De las obras que me acuerdo más es del Eje Vial Norte-Sur, la única vialidad que cruza de norte a sur a toda Ciudad Victoria”, comenta.
Después, Eugenio Hernández Flores se convirtió en gobernador, cargo que le dio la mayor satisfacción que conserva al haber podido ayudar a tanta gente.
“Porque yo decía esto: (el gobierno) es como una familia, cuando es un tema de salud damos todo lo que sea necesario la familia, por apoyar a nuestro familiar y sacarlo adelante, y así veía yo al gobierno. Somos una familia los tamaulipecos y cuando alguien está en dificultad tenemos que apoyarnos”, reflexiona.
Sobre los proyectos más importantes que le tocó liderar, recuerda el Parque Cultural Reynosa, el Parque Bicentenario en Ciudad Victoria, el Parque de Convenciones en Tampico y la infraestructura hospitalaria en el Estado.
“Hospitales hicimos bastantes en todo el Estado. Ahí con la ayuda de Maki Ortiz que era la subsecretaria de Salud, con ella hicimos una mancuerna muy padre para poder construir prácticamente un hospital en cada ciudad del Estado”, menciona.
Eugenio Hernández está de regreso en el vida pública y política de Tamaulipas y seguramente muy pronto tendremos más noticias acerca de él.