
El Parque Olímpico luce distinto el último domingo de cada mes. Cruzando el monumento de “La Gran Puerta México” se encuentran artistas, artesanos, músicos y modistas, exponiendo sus artículos elaborados con creatividad y talento, dando vida a esta fiesta denominada “Tianguis Cultural”.
Desde noviembre de 2011, este evento ha comenzado atraer a la población por su contenido. Más allá de una simple actividad comercial, es una plataforma en la que conviven personas de distintas generaciones.
Asistir a este evento que se realiza cada domingo, representa una oportunidad de conocer el talento matamorense y de la región.
También es un pretexto para sentarse a reposar o charlar en los jardines del Parque Olímpico, teniendo como fondo los números artísticos que se ofrecen a la entrada del Instituto Matamorense para la Cultura y las Artes (Imaculta).
Como buen tianguis hay vendimia de discos de acetato con carátulas de aquellos grupos musicales que parecen haberse ido pero siguen aquí, fotografías de íconos de la cultura pop, historietas de los superhéroes en los que no se ha dejado de creer, libros clásicos con vigencia intelectual y otras cosas que bien pueden ser clasificadas como rarezas.
Pero como no sólo de cultura vive el hombre, también hay hamburguesas, nachos y aguas de sabores. Incluso hay uno que ofrece platillos típicos peruanos.
Los otros participantes –los que no exponen algún artículo, pero se interesan por lo que ahí se ofrecen–, recorren cada uno de los puestos. Dialogan con los artistas y los vendedores, preguntan precios y, en algunos de los casos, compran algo.
Hay una constante movilidad en ese lugar. A excepción de la inactividad de la monumental escultura “La Gran Puerta de México”, colocada en medio del Parque Olímpico, todas las personas que aquí se encuentran van de un lado a otro, poniendo en marcha este evento que promete arraigarse en el corazón de Matamoros.
SACAR EL ARTE DEL CLOSET
La necesidad de sacar el arte del clóset y exponerlo a cielo abierto, además de darle vida a un espacio público que los domingos estaba casi vacío, llevó a un grupo de jóvenes a desarrollar el “Tianguis Cultural”, sin avizorar el impacto positivo que generaría en la localidad luego de tres ediciones.
Uno de los organizadores, Humberto Caballero Iracheta, asegura que el éxito del evento consiste en la participación de los exponentes y la respuesta de la ciudadanía en general, que va en aumento.
“El ‘Tianguis Cultural’ nace en base a organizaciones que somos músicos, artesanos, fotógrafos, chavos emprendedores que tenemos proyectos. Poco a poco está agarrando fuerza el evento, dándole un realce cultural al municipio”, dice.
La planeación es sencilla, no así el esfuerzo y el tiempo que se invierte para sacar adelante cada edición. Se envían convocatorias por medio de las redes sociales y los solicitantes tienen que justificar su aporte cultural para poder participar. Otra de las cosas, es que no se cobra el uso de suelo, es gratis, sólo hay que tener una propuesta viable que diversifique el ambiente.
“Hacemos una convocatoria por medio de las redes sociales, se llena una inscripción y se toman en cuenta varios aspectos. Lo que pretendemos es que no se quede el arte en casa, que no se quede en un cuarto, sino sacarlo para exponerlo o venderlo”, pronuncia.
Caballero Iracheta expone que el evento inició con 20 expositores, sin embargo, ahora son más de 80. Asegura que se pretende integrar a más de ellos, ya que se tiene la meta de extender el espacio ocupado en el Parque Olímpico.
El entrevistado dice que se han apoyado en diseñadores gráficos para crear la imagen de cada evento. En suma, se toma en cuenta las opiniones de los interesados en participar en la organización del tianguis, donde actualmente participan más de 20 personas.
DE LO SENCILLO A LO COMPLEJO
El “Tianguis Cultural” tuvo un inicio sencillo, sin embargo, ha tenido favorables evoluciones. En esta última edición se presentó una pasarela de moda, un grupo de danza moderna y hasta se organizó una rifa de artículos obsequiados por algunos de los artistas presentes.
“Empezamos muy sencillo solamente con los puestos y lo que es el escenario, pero se han estado sumando bandas de música, grupo de danza, ahora tenemos más actividades”, comenta.
Para completar el cuadro de actividades familiares se han instalado puestos donde los menores pueden pintar, e inclusive, hay personas que leen cuentos a los niños que acuden con sus padres o hermanos.
En ediciones anteriores del tianguis se han aplicado encuestas para conocer lo que se le puede agregar para afianzarlo. La mayoría pidió que se invitaran a más grupos musicales de diversos géneros para ampliar los sonidos que amenizan el día.
El organizador resalta que el tianguis cumple con otras funciones que van más allá de ofrecer horas de recreación, ya que también fomenta el rescate y buen uso de los espacios públicos.
“Creo que conforme sigamos haciendo este tipo de eventos, sigamos apropiándonos de este espacio público, vamos ir recuperando el Matamoros tranquilo. Aquí la gente viene y participa, eso tiene valor agregado”, argumenta.
Así bien, no deja escapar la oportunidad para indicar que es un movimiento cultural con trasfondo económico, lo cual es un apoyo para los artistas que no cuentan con espacios para comerciar sus productos.
“De hecho es con el afán de que los artistas que no son de empresas grandes, que no cuentan con alguna sucursal o tienda, tengan un espacio donde puedan vender sus cosas o simplemente exponerlas”, pronuncia.
DOMINGO ALTERNATIVO
Si anteriormente los domingos eran de futbol y reuniones familiares, hoy existe una alternativa para pasar las últimas horas del fin de semana en otra sintonía, rodeado de gente tan común como extraordinaria.
Uno de ellos, el más ambulante de los artistas ambulantes aquí establecidos, es el profesor Jaime Garza Salinas, quien con un carro de supermercado recorre todo el tianguis vendiendo sus artículos.
Ataviado con un chaleco de origen turco, adornado con parches, cola de rata, y una gorra tailandesa estampada con elefantes dotados de alas, el entrevistado describe la actividad con emoción.
“El ‘Tianguis Cultural’ es único en su especie en la frontera, ha despertado un gran interés en la juventud. Es una fiesta inusitada de color, de sabor, de alegría, de olor. Estoy seguro que para la primavera los puestos van abarcar todo el Parque Olímpico”, dice.
El también coordinador del Centro Matamorense de Artes Visuales y recién premiado por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, en el Concurso Estatal de Literatura, aprovecha para comentar su aportación a la actividad, la cual no pasa desapercibida.
“Traigo un carro alegórico ambulante donde estoy ofreciendo ropa vieja y marcos. Como soy muy inquieto no puedo estar en un solo lugar, por eso decidí sacar mi carrito”, comenta.
Por último, el entrevistado invitó a la comunidad en general y habitantes de la región a que acudan al “Tianguis Cultural” y disfruten observando el talento de los artistas que participan, así como también, de las actividades artísticas que se desarrollan en este lugar.