Despertar en Ciudad Mier es un privilegio que sus citadinos presumen darse todos los días. Quizá porque fue escenario de históricas disputas como la Batalla del Alamo, en la que el Ejército Nacional se enfrentó contra secesionistas texanos.
En sus polvosos caminos y empedradas calles se desarrollaron además encarnizados capítulos de la Revolución Mexicana y, décadas más tarde, desfilaron importantes personajes de la vida política y artística, como los ex presidentes Porfirio Díaz, Lázaro Cárdenas Del Río, Adolfo Ruiz Cortines y los cantantes Agustín Lara, Pedro Infante y Jorge Negrete.
Y es que Mier encierra la idiosincrasia de los primeros tamaulipecos que poblaron el norte de México y por lo mismo, difícilmente ha podido pasar desapercibida a lo largo de los años.
De acuerdo a sus archivos históricos al ex gobernador José de Escandón, también conocido como El Conde de Sierra Gorda, se le debe el que con sólo 19 familias y al menos 274 habitantes fundara el seis de marzo de 1753 este municipio, dedicado entonces a la actividad ganadera.
Sin embargo, en los albores del siglo XX una epidemia de fiebre amarilla diezmó su población, que para 1913 había alcanzado dos mil 604 personas y que se redujo a sólo mil 868.
Todos y cada uno de los antecedentes históricos hoy forman parte del acervo cultural de esta región, que a diario recibe numerosos grupos de turistas nacionales y extranjeros.
“LA CASA DE LOS FRIJOLES”
Ciudad Mier se localiza a unos 20 kilómetros al oeste de Miguel Alemán y 15 al este de Nueva Ciudad Guerrero.
Para quienes nunca la han visitado se recomienda llegar al amanecer, pues difícilmente un día alcanza para recorrer todos sus atractivos.
Si se desea no desentonar un café de la olla y una pieza de pan de polvo (alimento tradicional horneado) son buena opción para comenzar la mañana.
Desde muy temprano los vendedores de artesanías ocupan las calles principales de Mier, de donde también es originario el creador de “Don Cuco’s Boots”, una de las fábricas de calzado más concurridas por los conjuntos de música grupera.
“La Casa de los Frijoles” es otro de los sitios que más impactan a los foráneos, pues fue allí donde decenas de prisioneros texanos (capturados en la Batalla del Alamo en 1836) vieron su suerte al ser fusilados por tropas del Ejército Mexicano.
Según cuenta la historia, como la comitiva que se dirigía hasta la capital de la República era muy grande, se decidió ultimar con un juego de azar a los presos que sacaran de un cazo un frijol negro. Se cree que el entonces presidente Antonio López de Santa Anna dio tal orden.
Actualmente tal propiedad se encuentra en ruinas y se localiza a unos cuantos minutos de la presidencia municipal. Es uno de los vestigios que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene contemplados restaurar.
“LAS CATACUMBAS”
Entre otros monumentos históricos de Ciudad Mier están el Templo Parroquial de la Purísima Concepción, construido entre 1780 y 1795, donde según lugareños existen catacumbas en las que fueron sepultadas varias de las víctimas de la fiebre amarilla.
Al respecto Sergio Higareda, director de la Casa de la Cultura, afirmó que se trata de sepulcros donde descansan los restos de antiguos propietarios del santuario (de apellido De la Peña), pues éste no era del culto público.
En cuanto a la creencia sobre la existencia de un túnel que une tal iglesia con la capilla de San Juan –edificada entre 1830 y 1840–, el también pintor e historiador de origen michoacano descartó tal versión.
“La ciudad está fundada sobre peñas y por lo tanto hacer una excavación para colocar un metro de drenaje es una proeza. Hasta que yo vea el túnel voy a creer en él”, atajó entre risas.
Lo que si se acostumbraba, dijo, era efectuar construcciones con sótano, el cual generalmente quedaba debajo de un piso de duela y se empleaba para guardar provisiones como vinos, quesos y muebles.
Entre otras reseñas, Higareda destacó a la propia Casa de la Cultura como patrimonio histórico, pues además de haberse construido en 1810 fue aquí donde se juró la adhesión de los habitantes de esta zona a la Independencia de México.
Actualmente depende del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes y en sus pasillos se exhiben antiguos objetos, entre ellos prendas, pinturas, máquinas de escribir, panfletos y hasta la cuna donde durmió “Chelelo” (Eleazar García), actor que participó en más de 30 cintas de cine y quien nació en este lugar.
Asimismo Higareda añadió que por donde se mire éste es un punto clave en la historia de la frontera, porque para 1880 era la ciudad más importante después de Matamoros.
“Fue el camino obligado de San Antonio a Monterrey y el sitio más importante del comercio con Estados Unidos y Europa, desde donde se traía madera, maquinaria, telas; en fin, mercancía a bordo de barcazas que navegaron por el río Bravo. Hasta 1901 todavía se le veían por estos lugares”, comentó.
¿FIDEL CASTRO EN MIER?
Aunque no es un hecho comprobado, algunos sitios de Internet afirman que el ex mandatario cubano Fidel Castro, estuvo en Ciudad Mier en 1956 cuando éste preparaba la Revolución Cubana.
Presumiblemente arribó procedente de la Ciudad de México, para comprar armamento de contrabando de Estados Unidos.
La operación fue asignada a Juan “El Chapeado” González, Laurel “El Colorado” Balderas (ambos de Mier) y Santiago “El Chago” Guerra, de Agualeguas, Nuevo León.
Luego de cruzar el río Bravo estos hombres descargaron las armas en el rancho Los Guajes, propiedad de Jesús “El Gavilán” Ramírez.
De acuerdo a las fuentes extraoficiales, familiares y conocidos de estas personas relacionan que después del ocultamiento de las armas el grupo de Castro viajó con ellas hasta el puerto de Veracruz, donde fueron cargadas en el yate Granma, el mismo en el que zarparon los combatientes de la Revolución Cubana. Castro confirmó posteriormente que recibió la ayuda de contrabandistas mexicanos para fortalecer su grupo armado.
“PUEBLO MAGICO”
José Ibarra Hinojosa, encargado de la difusión de Ciudad Mier, resaltó que éste es el único municipio a lo largo de la línea divisoria entre México y Estados Unidos que se ha ganado la distinción de “pueblo mágico” por la Secretaría de Turismo Federal.
Aunado a ello, dijo, existe un proyecto de Estado para convertir la denominada Frontera Chica (que integra todos los municipios desde Reynosa hasta Nuevo Laredo), en un corredor turístico.
Para ello señaló que la administración municipal de José Iván Mancías difunde una serie de festividades.
“En octubre tenemos el Festival Cultural del Cántaro, que recibe gente de otros países; el año pasado tuvimos participación de personas originarias de Japón, Argentina y otras nacionalidades.
“Cabe destacar que este y el Festival Internacional Tamaulipas (FIT) van ligados entre sí. Hay mucha participación de parte del Gobierno del Estado y del municipio”, manifestó Ibarra Hinojosa.
Por si fuera poco la comunidad cuenta con balnearios y presas para la pesca deportiva como la Marte R. Gómez y Las Blancas, cuya agua desciende directamente del cerro del Picacho.
“Para satisfacer la demanda de los visitantes tenemos servicios hoteleros y restauranteros, donde pueden degustarse suculentos platillos típicos de Ciudad Mier, como el caldillo de res y garbanzos y el dulce de frijoles, entre otros.
“Contamos además con el torneo cinegético del venado Cola Blanca ‘La Leyenda’ en los meses de noviembre, diciembre y parte de enero; entretanto en las fiestas del pueblo de los días 10 al 16 de marzo se hace un evento para la venta de ganado Big Master, de la mejor calidad.
“En fin, hay un sinnúmero de cosas que se pueden venir a hacer a nuestra ciudad que les aseguro, una vez que la visiten desearán volver a ella”, comentó Ibarra Hinojosa.