
Con el orgullo de ser la única mujer que porta el uniforme de agente vial en el Departamento de Tránsito local de Matamoros, María Ofelia Gámez Gámez, de 49 años de edad, asegura que aún en estos tiempos existe discriminación hacia las mujeres.
“Algunos automovilistas y peatones te respetan, mientras que otros te siguen viendo con cierta extrañeza por realizar un trabajo que normalmente hacen los hombres”, dijo quien lleva cinco años de servicio en esa dependencia.
Refirió que existen diferencias por ser mujer ya que no puede disfrutar de algunos beneficios de sus compañeros varones.
“No puedo andar en patrulla porque sólo los hombres pueden hacer uso de ellas”, denunció.
La agente de Tránsito y Vialidad, originaria de Villa de Padilla, Tamaulipas, manifestó que a las mujeres las tienen marginadas todavía en 2010, pese a que se ha luchado por obtener la equidad de género.
“Pero a pesar de eso me gusta mi trabajo, por lo que me siento orgullosa de ser la única mujer agente en la corporación a donde regresé por segunda vez después de 20 años”, indicó.
Gámez Gámez añadió: “Tengo otras compañeras en el departamento pero trabajan en oficina; a mí no me gusta estar encerrada en cuatro paredes y por eso prefiero andar en la calle trabajando a favor de la ciudadanía”.
Con una sonrisa describió lo que realiza diariamente en la zona del Centro Histórico donde regularmente es asignada por sus superiores.
“Mi trabajo consiste en hacer que los automovilistas respeten el reglamento de Tránsito. Algunos conductores no ceden el paso a los peatones y por ello me encargo de detener el tráfico para que puedan cruzar la calle”, dijo.
La agente explicó que su labor también consiste en que los vehículos no sean estacionadosen lugares prohibidos.
“Muchas veces me ha tocado que los automovilistas se molestan cuando los retiró del lugar o cuando se les llama la atención para que no hagan algo que ya saben que está prohibido por la ley”, señaló.
Trabajando doce horas de pie entre el frío, el intenso sol o la lluvia, María Ofelia, madre de cuatro hijos, comentó que después de separarse de su marido y a pesar de las adversidades ha logrado darles educación a sus hijos.
“La gente me dice que es mucho tiempo para estar de pie, pero les respondo que me gusta mi trabajo y que no es para estar sentado sino para estar activo y vigilante del tráfico vehicular; en caso de que se llegue a descomponer algún semáforo ahí tengo que estar, o evitando que estacionen los carros frente a la presidencia municipal”, detalló.
Gámez Gámez agregó que su día comienza llevando a su hijo menor a la escuela para después iniciar sus labores en la zona centro.
“Algunas veces no tengo tiempo ni de hacer de almorzar, ya que trabajo doce horas seguidas. Y si bien me va, llego a mi casa para preparar la cena cuando termina mi turno”, concluyó.
Después de una jornada de laboral, María Ofelia no tiene duda que ella es un ejemplo de que las mujeres pueden desarrollar cualquier profesión, aun en tiempos de discriminación de género.