En quebranto a los acuerdos del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto maniataron la importación de vehículos de procedencia extranjera, y con ello favorecieron a la industria automotriz, a la que además le concedieron –entre otras prerrogativas– un rescate por 3 mil millones de pesos cargados al bolsillo de los mexicanos.
“Saliendo de cualquier reunión vienen más golpes bajos y para nosotros es una traición que está manejando nuestro gobierno a la sociedad”.
Con estas palabras Hugo Jofre Chávez, presidente de la Asociación de Importadores y Comercializadores de Tamaulipas, objeta la apatía que, afirma, ha mostrado la Federación para incentivar la economía de la frontera norte del país y de los mexicanos que no pueden adquirir un automóvil de modelo reciente.
Y es que desde diciembre de 2008 a la fecha, la cadena de servicios relacionados con la compra-venta de vehículos de origen norteamericano prácticamente se desplomó.
Según calculan organizaciones relacionadas con el tránsito de mercancías como Fuerza Automotriz Usada (de la que Jofre Chávez es integrante), en casi una década se perdieron alrededor de un millón de empleos directos, porque tal actividad se redujo hasta en un 90 por ciento, más por intereses económicos que ambientales, señala.
La lista de la cadena de productos y servicios que se vieron perjudicados es larga, en la que además de comercializadoras y agencias aduanales se encuentran refaccionarias, talleres mecánicos, eléctricos, de hojalatería, pintura, llanteras, vidrieras, tapicerías, choferes, papelerías, al igual que los sectores restauranteros y hoteleros, paralelamente.
Por ello el entrevistado, quien es una de las voces que más han denunciado de tales efectos en la frontera, está promoviendo una nueva convocatoria de diferentes sectores sociales y políticos para solucionar el conflicto.
“El Tratado de Libre Comercio (TLC) entró en funciones el 1 de enero de 1994, donde quedó establecido, entre muchas otras cosas, el derecho de los ciudadanos mexicanos a importar vehículos usados.
“Se constituyó que éstos podían entrar al país a partir de 2009, con diez años de antigüedad, y recortando los años hasta quedar en 2019 la libertad para importar una unidad, llámese nueva o usada; de cualquier característica, siempre y cuando fuera de Estados Unidos, Canadá y México”, afirma.
Recuerda que en 2005 –durante el sexenio del ex presidente Vicente Fox– se adelantó el tratado, debido a que en el país ya había una cantidad enorme de unidades ilegales.
De esos acuerdos se estima que el 99 por ciento de los coches, unos 8.5 millones de unidades, se regularizaron con placas fronterizas.
“Sin embargo, para la industria automotriz en México y los gobiernos actuales fueron demasiados. Critican que son chatarra y yo les contesto que esas unidades aliviaron a quienes tenían una necesidad.
“Les ayudó a crecer, a moverse, les dio un confort y por lo tanto es un gran beneficio de más de ocho millones de personas y sus familias, que no tenían la capacidad para comprar vehículos nacionales con precios tan elevados.
“Tuvieron una tranquilidad y una herramienta más para poder evolucionar en la vida; ya sea para dirigirse a su trabajo, para llegar más a tiempo, para trasladar a los hijos a la escuela, para realizar las labores del hogar, porque un auto es de primera necesidad”, comenta.
Y TODO CAMBIO…
Incluso por encima de la industria maquiladora, la importación de vehículos como actividad económica llegó a ubicarse como el primer lugar en la frontera. Tan sólo a Reynosa arribaban entre 800 y mil personas por semana procedentes de todo el país para adquirir una unidad.
“Gastaban en un hotel, aquí comían, pagaban sus trámites, contrataban servicios mecánicos, entre otros y tal aforo de personas dejaba una importante derrama económica de más de un millón de pesos cada semana, beneficiando a muchas familias con trabajo en la región, pero de pronto todo se fue a pique y se vino un desempleo tremendo”, describe Jofre Chávez.
Los importadores de vehículos advierten de contubernios y sobornos discrecionales a altos funcionarios públicos para tener detenido este asunto. Se nacionaliza, pero en mucho menor medida.
“A partir que la industria empezó con una ambición desmedida, porque no es otra cosa, de tomar los primeros lugares a nivel mundial en la producción de vehículos, le solicitó al gobierno que restringiera la importación alegando que le estaba haciendo un daño. Enseguida comenzaron a ponernos trabas”, asegura.
De manera que en diciembre de 2008 el ex presidente, Felipe Calderón, limitó drásticamente la importación de los vehículos.
“Fue una imposición presidencial, argumentándose que estábamos afectando el crecimiento de la industria automotriz en México; sin embargo, hay más de cien estudios por parte de la Secretaría de Economía, donde se observa que la industria no ha dejado de crecer desde 1994 cuando entró el tratado, hasta la fecha.
“Incluso se les rescató en 2009 con 3 mil millones de pesos, para que no se fueran a la quiebra, y el gobierno los ha seguido apoyando. Ahorita están en el cuarto lugar mundial de producción de automóviles y exportan al extranjero más del 85 por ciento. Su mercado fuerte no es México, por eso ¿cómo es posible que pugnen por quitarle el trabajo a la gente más vulnerable del país?”, argumenta Jofre Chávez.
EL CONTUBERNIO
El presidente de la Asociación de Importadores y Comercializadores de Tamaulipas, aduce que la Federación desoye el TLC y desdeña los derechos individuales de los mexicanos.
“Desgraciadamente el gobierno está con las armadoras y tienen toda la fuerza del Estado en contra nuestra. Ellos mismos operan las dependencias, la industria las manipula. Hacen lo que quieren con el poder político y económico que tienen”, agrega.
Como Fuerza Automotriz Usada existen numerosas organizaciones y sectores que también son empresariales que están buscando se revire y quiten las restricciones para la importación de vehículos a México.
“Cada Estado en la franja fronteriza tiene sus representantes, no sólo de coches, sino de organismos, yonkes y cámaras de comercio. Todo lo que tiene que ver con autos es una cadena muy fuerte y productiva. Desgraciadamente nos han golpeado bastante.
“Yo les dije a la gente de la industria automotriz. Ustedes pugnaron para crear 400 mil empleos, pero nosotros perdimos un millón de empleos directos, e indirectamente estamos hablando de más de 3 millones de personas dañadas, que están siendo marginadas con esta economía fallida que tenemos”, lamenta.
Para Jofre Chávez y muchos de los agremiados, queda implícito que la clase trabajadora no podrá comprar una unidad de reciente modelo en una agencia automotriz; no
obstante, las maniobras del gobierno federal son para que no tengan otra opción más que la oferta nacional usada.
“El objetivo de ellos es cerrar filas y ahorita están en un duopolio con la autoridad, porque al cerrar las fronteras les tienen que adquirir los carros a ellos o si no, vas a comprar los usados que dan a cambio, a costos bastante elevados.
“Ya se vio en las estadísticas de las contingencias ambientales en México, que también es un plan manipulado, en el que subieron el costo de los vehículos, tanto de los usados, como de los nuevos”.
TERRORISMO FISCAL
Y el gobierno no solamente frenó la importación tradicional de autos de origen canadiense y estadounidense, sino que también ha orillado a quienes se dedican a esta actividad económica prácticamente a desaparecer. En la colonia Del Prado, de Reynosa, predominaban numerosas oficinas que se dedicaban a los trámites de importación, así como lotes de unidades que gradualmente fueron cerrando sus puertas.
“Las intimidaciones, las marginaciones y el hostigamiento existen. Han clausurado más de 100 empresas comercializadoras. La misma autoridad está violentando los derechos que tenemos y nadie hace caso. Hemos interpuesto denuncias en todos lados. Hay apatía en las dependencias, en las mismas organizaciones de defensa, pero seguimos adelante”, abunda.
Actualmente hay una libre entrada de comercio exterior en todos los puentes internacionales del país, pero el rubro de los vehículos está marginado.
“Para comenzar tenemos limitado un horario a tres horas diarias, de disponer 14 horas oficiales, que se les da a todas las mercancías de comercio exterior.
“Son órdenes de los funcionarios fiscales a discreción, porque la industria en contubernio con la autoridad ha manipulado leyes con mucha facilidad. Nombres y apellidos hay muchos, comenzando con el presidente de la República y anteriores ex funcionarios, como Calderón Hinojosa y el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
“Y de la industria tenemos al que da la cara, que es el señor Eduardo Solís de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), así como también de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), entre otros”, señala.
PIDEN INICIATIVA
Ante ese panorama el pasado 5 de octubre se llevó a cabo una reunión en la Cámara de Diputados para evaluar la situación que enfrentan los importadores de vehículos y presentar una propuesta legislativa para noviembre.
“Estuvieron la representación de la comisión de la Frontera Norte del País, cámaras de comercio, representantes de organizaciones como la UCD (Unión Campesina Democrática), Onappafa (Organización Nacional para la Protección del Patrimonio Familiar); importadores de autos, asociaciones, gente de la industria automotriz, distribuidores de autos y representantes de todos los partidos políticos. Fueron alrededor de 270 personas.
“Esto fue a petición de todos los compañeros en el Estado de Tamaulipas. La mayoría estuvo de acuerdo del atropello que hace el gobierno con la sociedad. Y creemos que se debe respetar a la industria, pero también a los ciudadanos”, expresa.
No obstante, Jofre Chávez lo toma con mesura, pues cada vez que se presentan asambleas para abordar la problemática de los vehículos usados relata que vienen nuevos impedimentos.
“El gobierno tiene nuestros planteamientos desde hace muchos años, pero no nos han abierto una puerta para dialogar, no nos han puesto una mesa para trabajar ni nada, al contrario.
“Buscamos primero una regularización de los vehículos ilegales en la frontera. Segundo: ver el decreto, y encontrar un equilibrio y estabilidad, que no dañe tanto a la industria, que el gobierno esté de acuerdo y la sociedad también. Y tercero, la nacionalización masiva de todos los vehículos que están en toda la República.
“Pero queremos que dejen de abusar del poder, pues si tienen un arancel del cero por ciento por qué están cobrando un 50 por ciento. Nos han puesto una serie de trabas ambientales que ni ellos mismos manejan para el resto del país”, refuta.
Y es que los costos para poder regularizar o nacionalizar una unidad americana se elevó considerablemente y en algunos casos supera al doble el valor del automotor.
Se calcula que antes de 2008 se importaban en promedio a México alrededor de 600 mil carros por año, pero a partir de 2008 la cifra bajó considerablemente hasta alrededor de 100, que van en el presente año 2016.
“Y lo más grave ahorita es que tenemos una manipulación en los sistemas aleatorios del gobierno, a la hora de entrar a la aduana, y que están manejando un cupo inexistente. Los atrasos que tenemos de importación ya son por meses, dañando el patrimonio económico de las personas.
“Queremos políticos, gobernantes y funcionarios que se apeguen a la ley y no sean manipulados por el poder económico de las empresas. Se han pasado de las atribuciones que tienen y el mismo presidente Peña Nieto con cinismo lo ha dicho públicamente, por lo que no le interesa la gente más vulnerable.
“Seguiremos dándole hacia adelante. Creemos tener la razón y los elementos. Los ha torcido el gobierno, porque tienen toda la fuerza para hacerlo. Han torcido las leyes, las reglas y las normas oficiales mexicanas”, afirma.
Por lo pronto existen cálculos de que en México había unos 4 millones de vehículos ilegales; en Tamaulipas unos 300 mil, mientras que en la frontera de la entidad unos 100 mil.
En tanto la administración de Enrique Peña Nieto ya se encuentra en su recta final, el escenario parece igual o peor de complicado para lograr un acuerdo entre el gobierno, la industria automotriz y los importadores de unidades de procedencia extranjera.
Con eso dicho, hacer mexicano o fronterizo un auto cada vez parece más difícil.
Trabas, impuestos, restricciones…
Para los importadores parecieran contradictorios los operativos para decomisar unidades ‘chuecas’, pero por otro lado no flexibilizan para que la gente tenga sus vehículos en regla.
“Eso es lo que estamos peleando, porque le dan doble golpe a la ciudadanía. Por un lado la están ahorcando haciendo que pague impuestos de más, con restricciones y regulaciones y por otro lado le mandan a quitar su patrimonio, y por último garrotazo el ex gobernador Egidio Torre Cantú nos vendió con un compromiso con el gobierno federal, para decomisar los vehículos”, rebate el entrevistado.
Lo cierto es que los requisitos para poder tener un vehículo extranjero en línea se han incrementado considerablemente, cuando antes sólo se solicitaba una credencial de elector, el título de la unidad y un comprobante de domicilio.
“Ahora te piden verificación ambiental, te piden que la factura venga en relación con la autoridad nacional para poder justificar el
valor real que trae. Piden que el vehículo no tenga reporte de inundación ni esté chocado con ciertas características.
“Ahí tenemos como 40 restricciones y piden que venga caminando. Trabas por todos lados, independientemente que es la mercancía más solicitada y la más discriminada de toda la tarifa arancelaria”, sopesa.
Por otro lado Jofre Chávez explica que se ha frenado el regreso de connacionales de Estados Unidos.
“Porque teníamos una entrada de alrededor de 300 mil paisanos en estos años atrás, y ahorita no llegamos ni a 30 mil que nos visitan por esta frontera.
“¿Por qué? Muchos venían a quedarse a su Estado y municipio. Traían su vehículo, lo importaban y seguían su camino, pero ahorita desde 2009 a la fecha fueron disminuyendo, porque esos vehículos ya no pasan.
“La autoridad encareció los trámites, los restringió. Tardan meses. Muchos han perdido sus vehículos, sus papeles, todo, porque dejan abandonada la unidad para seguir su camino. Lógico que han sido afectados los paisanos en un grado bastante considerable”, reprueba el presidente de la Asociación de Importadores y Comercializadores de Tamaulipas.
Al final el entrevistado se desmarca del sistema de amparos que se estuvieron promoviendo para nacionalizar vehículos, y le atribuye esa maroma a autoridades aduanales, fiscales y políticos.
La agrupación Fuerza Automotriz Usada se encuentra en la red social de Facebook, donde periódicamente se publica información relacionada a este tema.
LAS DEMANDAS
:: 1.- Regularización de los ve-
hículos ilegales en la frontera.
:: 2.- Encontrar un equilibrio y estabilidad, que no dañe tanto a la industria automotriz nacional, que el gobierno esté de acuerdo y la sociedad también.
:: 3.- La nacionalización masiva de todos los vehículos que están en toda la República.