
En vísperas de celebrar la Navidad y darle la bienvenida al año nuevo, Carlos Enrique Canturosas Villarreal recuerda aquellos fiestas en casa de sus padres, en la colonia México de Nuevo Laredo, donde sus hermanas y él, emocionados, esperaban a que el reloj marcara la medianoche para darse los abrazos y abrir los regalos.
En la cena, dijo, no podía faltar el pavo, el espagueti y las papas al horno.
“El pavito bien caliente, nada tibio. Como decía mi papá: ‘si me quemo que sea culpa mía’ ”.
Sin embargo, el año lo despedían de forma itinerante, visitando las casas de los familiares.
Actualmente, con su esposa Belinda, sus hijos Carlos Enrique y Carolina Claudette siguen la tradición.
Como la mayoría de los niños soñaba con ser bombero o policía, pero siempre tuvo la ilusión de seguir los pasos de su padre en el servicio público, y lo consiguió al convertirse en el alcalde de Nuevo Laredo por el Partido Acción Nacional.
Las acciones que ha emprendido a beneficio de la ciudad, quizás sean algunos de los logros más significativos de los que puede hablar en estos últimos meses, sin dejar de reconocer que falta mucho por hacer y la lista de propósitos para el 2015 sea muy larga.
En enero podrá ver cumplidas algunas de sus metas que inició en 2014: la inauguración de dos escuelas primarias y un Centro de Estudios Medio Superior, en las que se invirtió 108 millones de pesos, además de mil 200 millones de pesos en obras públicas.
Su padre, sin duda, lo ha inspirado en su carrera política y como persona, por lo que en la plática siempre surge su papá, “el viejo”, como lo llama de cariño.
“Gran parte del año se la pasaba viajando, por eso las reuniones en Navidad eran tan íntimas, para aprovecharnos más, para convivir”, mencionó.
Carlos Enrique Cantú Rosas, su padre y quien fuera líder nacional del PARM, fue un hombre muy sano al que no le daba ni gripa, pero cuando se enfermó fue sometido a un trasplante de corazón y falleció como consecuencia de un cáncer.
Sin duda, eso le afectó de sobremanera a su hijo, al reconocer que la salud es por lo que pide a Dios todos los días.
SU INFANCIA EN NUEVO LAREDO
Carlos Canturosas creció en esta ciudad. Durante la entrevista evoca aquellas madrugadas, cuando a las tres de la mañana la gente estaba en el patio de su casa sentada en sus mecedoras y los chiquillos corrían a su alrededor; los turistas caminaban confiados por las principales avenidas y la vida nocturna no descansaba ni un día a la semana.
Como padre de familia y alcalde quiere recuperar esa vida social, la paz y tranquilidad que tanto añoran los ciudadanos.
“Creo que ese Nuevo Laredo lo estamos recuperando, no dejamos de tener problemas como la mayoría de las ciudades fronterizas, pero tampoco somos ya el mal ejemplo nacional, el foco rojo”, consideró.
Reconoció que todavía falta mucho por hacer, pero ese recuerdo que tiene de su niñez, en la ciudad que lo vio nacer, es por lo que está luchando.
“Es lo que yo quiero heredar a mis hijos, el sentido del arraigo, una ciudad donde puedan salir a divertirse sin temor, donde les interese vivir a ellos y, en un futuro a sus hijos, quiero que mis nietos crezcan aquí”, enfatizó.
INFRAESTRUCTURA EDUCATIVA
Carlos Canturosas señaló que el renglón educativo está entre sus prioridades para mejorar y hacer crecer a Nuevo Laredo con una inversión de 254 millones de pesos.
Para él es un orgullo recibir el 2015 con la entrega de dos primarias públicas, una en la colonia Reservas Territoriales y la otra en Villas de San Miguel, con un costo aproximado de 14 millones de pesos cada una.
En enero, informó, se tiene contemplada la inauguración formal, acto al que está invitado el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú.
Asimismo, del Centro de Estudios Medios Superiores “José Vasconcelos”, integrado por una preparatoria y secundaria con capacidad para mil 600 alumnos.
Explicó que es un proyecto que hace frente a las necesidades de la comunidad estudiantil en Nuevo Laredo, ya que en cada ciclo escolar egresaban alrededor de cinco mil 500 alumnos de secundaria, de los cuales solamente lograban ingresar a la preparatoria un promedio de tres mil quinientos, quedándose sin lugar alrededor de dos mil jóvenes.
Con una inversión de 80 millones de pesos, considera este campus municipal uno de sus mayores orgullos no sólo para esta frontera sino a nivel estatal, ya que además está asentado en una superficie de 8.2 hectáreas, casi el doble del terreno que tiene la Universidad Autónoma de Tamaulipas de Nuevo Laredo, una de las máximas casas de estudio en la frontera.
Las metas cumplidas en el rubro de la educación incluyen, además, 54 millones de pesos en becas a estudiantes de primaria y hasta postgrado, deportistas y personas con discapacidad; transporte escolar gratuito subvencionado por completo por el gobierno municipal por la cantidad de 900 mil pesos mensuales; 80 mil uniformes y el mismo número de útiles escolares para alumnos de primaria, secundaria y preparatoria, así como dos mil tabletas a los primeros lugares de cada ciclo escolar de cada salón.
Enfatizó que desde hace 46 años no se construía una biblioteca pública en Nuevo Laredo y apenas en un año de su gestión se destinaron 18 millones de pesos para erigir una infoteca-biblioteca en la colonia Concordia.
“Yo soy congruente con lo que digo, mi hijo Carlitos estudia en un kinder público, en el mismo que yo estuve cuando pequeño, el Magda Polín de Topete. Mi padre me enseñó a predicar con el ejemplo y así lo he hecho”, señaló.
Carlos Canturosas estudió en escuelas de gobierno, en la primaria “Lázaro Cárdenas del Río”, hasta donde se iba caminando, y en la secundaria federal número 4, “Francisco I. Madero”, aunque para continuar su carrera profesional tuvo que ingresar a la Facultad Libre de Derecho de Monterrey, en donde se graduó de licenciado en Derecho.
OBRAS PUBLICAS
Así como la Educación ha sido una de sus prioridades, para obras públicas ha considerado una inversión de mil 200 millones de pesos.
“Vamos a seguir privilegiando la modernidad y la infraestructura de la ciudad para hacerla más competitiva. Se construirán ejes viales, parques y jardines”, indicó.
Se les va apostar, aseguró, a los colectores pluviales para controlar las inundaciones que durante años han afectado algunas calles de la ciudad.
“Queremos que Nuevo Laredo vuelva a ser la ciudad pujante que era, diversificarla. Este año se establecieron pequeñas y medianas empresas, centros comerciales y negocios de diferentes giros, pero el 2015 quiero darle la bienvenida a una gran maquiladora”, aseguró.
La limpieza de la ciudad, además, se ha mantenido gracias a tres barredoras mecánicas que se utilizan en las principales avenidas, un total de 2 mil kilómetros por mes.
Sin embargo, en 2014 se amplió la carretera al aeropuerto, se construyeron puentes viales, centros deportivos y gimnasios.
“En este primer año de gobierno me siento contento por los logros obtenidos en la ciudad, sobre todo si tomamos en cuenta cómo la recibí, en un clima de adversidad y frente a una campaña negra inconforme por la alternancia de partidos”, dijo.
PROPOSITOS DE AÑO NUEVO
“Con salud podemos hacer lo que queramos…¡vaya, hasta podemos recuperar Texas”!, aseguró, mientras suelta una carcajada.
La salud de su familia, asegura, es su principal propósito.
“Soy un apasionado del servicio público, es para lo que nací, para lo que puedo servir. Por eso le pido a Dios que me dé las fuerzas, la capacidad y el entendimiento para seguir cuidando de mi ciudad”, agregó.
Aunque por el momento continuará trabajando por el bienestar de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas reconoce que le agrada la idea de poder encabezar algún proyecto en el 2016.
“Si se dan las cosas, si yo resulto competitivamente con posibilidades reales de ganar hacia afuera, ¡claro que le voy a entrar! Voy a intentar que se repita la historia de Nuevo Laredo con un proyecto ciudadano donde quepan priistas, perredistas, panistas, gente de Morena, de izquierda, de derecha, progresista, conservadora, católicos, agnósticos… Quiero ser candidato sólo en la idea de que tengamos posibilidades de ganar, de lo contrario, la candidata o el candidato más viable seguramente estaré apoyándolo. Y te aseguro que no me voy a prestar a dividir ni a ensuciar, ni a ser obstáculo para nadie”, aseguró.
Subrayó, en repetidas ocasiones, la necesidad de recuperar la grandeza y riqueza de Tamaulipas.
Sin embargo, consciente de que actualmente debe enfocar su trabajo en Nuevo Laredo, señaló que seguirá “chambeando” a beneficio de esta ciudad, sin confiarse ni pensar que todo está resuelto.
“Tenemos que hacer muy buen trabajo para que la gente no diga: ‘Cantúrosas la llevaba muy bien, pero ya se volvió igual que todos, ya escuchó el canto de las sirenas, ya anda buscando la gubernatura. Tampoco quiero creerme todo lo bueno que dicen de un servidor, ni todo lo malo”, reflexionó.
Reiteró que en estos momentos está obsesionado, preocupado y ocupado con la idea de que a Nuevo Laredo le vaya bien.
“Yo no tendría cara para andar placeándome o visitando los fines de semana los municipios de Tamaulipas, si aquí estuviera de cabeza, no podrías andar pregonando que representas la mejor opción. No voy a volverme loco con la obsesión de ser gobernador, si se dan las cosas que bueno”.
DOMINGOS FAMILIARES
Aunque la mayor parte del tiempo lo absorbe su trabajo, procura mantenerse cerca de su familia y casi todos los domingos desayuna con “la jefa”, refiriéndose a su mamá.
“Me encantan los frijoles, los huevitos con papas y las tortillas de harina, soy muy sencillo en eso de la comida”, comentó.
Entre sus anécdotas de niño, no hay ninguna en la que recuerde a su padre acompañándolo a la escuela, en una ceremonia de fin de cursos o en su graduación.
Así que en su primer día de clases hizo un espacio en su agenda para llevarlo al kinder.
“…No pude controlar el llanto, fue un sentimiento que no entendía, pero quizás lo ligué con la ausencia de mi padre en esos momentos en los que yo hubiera querido tenerlo tomado de mi mano”, expresó visiblemente consternado.
Carlitos, su hijo, algunas veces lo acompaña los lunes, a la explanada de la presidencia, para hacer los honores a la bandera.
“Canta el Himno Nacional de México, se sabe el Himno de Tamaulipas, le gusta estar en mi oficina de la presidencia y hasta me acompaña a los arranques de las obras”, señaló.
Para Canturosas es la oportunidad de convivir más con él, quiere que el niño se sensibilice y conozca a la gente y sus necesidades. Que aprenda lo que cuesta ganarse la vida.
“Mi papá decía: ‘yo no voy a forjar a un junior, a una persona de papel, voy a forjar a un guerrero porque la vida es difícil”.
Al hablar de su hija más pequeña, Carolina Claudette, su semblante cambia y sin pensarlo exclama: ¡La adoro, es un amor, la chiquita de la familia!
De pronto baja un poco la voz y confiesa que su papá, un par de meses antes de morir, le encargó a Carlos le echara ganas al varoncito, para darle continuidad al apellido.
“Así que cuando nació Carlitos fue un remanso de paz y tranquilidad: ¡misión cumplida!. Lo que son las cosas, se me fue ‘el viejo’, quien era uno de mis grandes amores, pero la vida me regaló a mi pequeño”, expresó.
AÑO NUEVO EN CASA
Como ya es una tradición, para los Canturosas Villarreal-Serna el Año Nuevo es itinerante, ya que un rato se la pasan en su casa y otro con la familia de cada uno; así lo han hecho los últimos quince años.
“Mi madre duerme en mi casa, pero al día siguiente hay que llevarla a su domicilio, porque dice que aquí aún vive el recuerdo de papá”, comentó.
Después de caminar por el tiempo, a través de su infancia, cuando los turistas se paseaban de madrugada en las calandrias comprando las artesanías de “Felo” Costilla, los chavos se divertían en el “Tom and Jerry’s” y las familias abarrotaban “Las Tablitas” en compañía de los amigos, Carlos Canturosas reflexiona y exclama: “Caramba, yo quiero que la gente, mis hijos, se sientan orgullosos de lo que hice por la ciudad que nos vio nacer. Quiero recuperar ese Nuevo Laredo que tanto añoro”.