“La bondad, el amor, el cariño, los valores, los principios, pero principalmente la vocación de servicio, no se compra ni se vende; y tú, Tere, eres una persona que permanentemente apoyas a tus semejantes” expresó el alcalde, Erick Silva Santos, durante la entrega de reconocimiento como “Mujer del Año” a la doctora Teresa López Montoya.
En el marco de la entrega de ese reconocimiento por parte del Comité de Orientación y Apoyo a la Mujer, que encabeza Rebeca Medrano de Gallegos, el presidente municipal aprovechó la ocasión para expresar su reconocimiento a las mujeres de Matamoros, al celebrarse este domingo el Día Internacional de la Mujer.
En la ceremonia de reconocimiento a la labor altruista de la doctora Teresa López Montoya, Silva Santos fue acompañado por su esposa Marisa Castañeda de Silva, acto en donde también estuvo presente como representante del gobernador, Eugenio Hernández Flores, Yoliria Josh González.
El presidente municipal dijo en presencia de las integrantes del COAM, de familiares de la homenajeada y de cientos de invitados a la ceremonia, que sin lugar a dudas el reconocimiento como “Mujer del Año” se entrega a una persona que ha realizado una trayectoria callada, “no sólo como profesionista, sino también como ser humano”·.
Muchos, agregó, hemos sido testigos que para Tere, no hay día ni horario para servir a sus semejantes; y siempre me ha llamado la atención esa vocación de servicio; esa vocación que no lleva el interés de recibir un reconocimiento o para que el día de mañana se lo reconozcan.
Tere, afirmó, trabaja sirviendo a los demás porque le nace del corazón; por eso este día es muy especial para ella y para nosotros porque la apreciamos, la estimamos y pedimos a Dios que ese noble corazón nunca cambie por el bien de Matamoros y de las personas que han tenido la fortuna de recibir su ayuda.
Tras recibir su reconocimiento como “Mujer del Año”, la doctora López Montoya agradeció a las integrantes del Comité de Orientación de Apoyo a la Mujer, por la distinción que le hicieron.
Doy gracias a la vida que me ha dado tanto y esta noche quiero darle las gracias a Dios y a todos ustedes que me acompañan en este importante momento de mi vida; a todos los que han hecho posible este inmerecido reconocimiento, porque todo lo que he hecho en el transcurso de mi vida lo aprendí de mis padres.
Ellos me enseñaron a amar a mis hermanos y me enseñaron que la vida se vive con los demás; que vivir con los demás, significa compartir con ellos; que tengo ojos para descubrir a los demás; que los escucho porque tengo oídos; que tengo pies para acercarme a ellos; manos para tendérselas y un corazón para amar a mis hermanos que lo necesitan, expresó con gran emoción.