Un panista muerto, un alcalde priista con licencia y opiniones divididas acerca de su regreso es lo que vive el municipio de Ocampo –después de una Semana Santa sangrienta y compulsiva–, conocido también como el Vergel de Tamaulipas.
Lo sucedido obligó a Antonio Martínez Torres, secretario general de Gobierno, recomendar la salida por 29 días del presidente municipal, Vicente Guerrero, buscando calmar los ánimos de la gente, quienes le atribuyen la autoría intelectual del asesinato de Guillermo Salas Acuña.
Delfino Luna Ramírez, dueño de un restaurante localizado a una cuadra de la presidencia municipal, resume el sentimiento de los habitantes al decir que la opinión está dividida.
“Se está aprovechando políticamente; el alcalde es una buena persona, de trabajo, sencillo, honrado, aunque hay muchas versiones de que él dio la orden de que dispararan”, indica.
Luna Ramírez expone que el hijo del fallecido días atrás había golpeado a dos policías quienes tuvieron que ser hospitalizados.
La noche en que murió Salas Acuña había acudido a la presidencia a reclamar que a su hijo la Policía municipal lo asediaba, hubo una discusión y el comandante de la corporación disparó en dos ocasiones hiriéndolo de gravedad.
Y aunque el servidor público fue aprehendido y confesó su participación en la muerte del panista, los habitantes de Ocampo se manifestaron en contra del alcalde.
SE POLITIZA EL CASO
En ese municipio hay un grupo priista llamado “Francisco Villa”, encabezado por su líder moral Alfonso Roque Rodríguez.
Ese grupo está en desacuerdo de que Vicente Guerrero haya otorgado puestos estatales como la Oficina Fiscal y el Registro Civil a gente del PAN.
Aprovechando el descontento, los miembros del grupo villista han acompañado a los inconformes quienes piden la salida definitiva del alcalde.
Vicente Guerrero hijo ha ocupado la presidencia municipal de Ocampo dos veces, la primera le fue otorgada después de que su padre, del mismo nombre, muriera tras sufrir un accidente donde iba el ex gobernador Manuel Cavazos Lerma.
Cavazos Lerma, sintiéndose en deuda con los familiares de Vicente Guerrero padre, dejó a su hijo como alcalde durante el primer trienio del ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Esta segunda vez Vicente Guerrero hijo participó en una contienda interna del PRI, donde se apoyó en los panistas para ganar la candidatura, porque los priistas no estaban a su favor.
Una de las personas que lo apoyó fue precisamente el finado, Guillermo Salas.
RESPETARAN EL CODIGO MUNICIPAL
Antonio Martínez Torres, secretario general de Gobierno, rechazó hacer conjeturas acerca de la resolución que se emita una vez que Pedro González Aranda, fiscal especial nombrado por la Procuraduría estatal, deslinde la responsabilidad del alcalde.
“Se esperará la resolución, no podemos adelantar nada”, dijo.
Y aseguró que en dado caso que Vicente Guerrero sea removido de su cargo, se aplicará el Código Municipal y asumiría el cargo Mariano Estrada Pulido, presidente municipal suplente.
Juan Cruz Jasso, secretario del Ayuntamiento de Ocampo, consideró que si el Congreso determina retirar del cargo al alcalde en forma definitiva, es porque hay responsabilidad penal.
“En lo particular confiamos en que se está haciendo una investigación a fondo”, dijo al asegurar que cree en que Vicente Guerrero no tiene culpabilidad.
Y aseguró que la estabilidad del municipio nunca ha estado en riesgo.
“Hay cierto clamor de algunas personas de exigir justicia, pero la estabilidad del municipio estaría en riesgo donde viéramos dos mil, tres mil personas en desacuerdo con el alcalde, ese clamor se reduce a 50 o 60 personas por los hechos ocurridos el 21 de marzo”, señaló el secretario del Ayuntamiento.
PUEBLO CHICO INFIERNO GRANDE
Con esas palabras describió la maestra Pascuala Esquivel Barbosa la situación que atraviesa Ocampo.
La primera regidora está a cargo del Ayuntamiento por los 29 días que dure la licencia otorgada al munícipe.
De acuerdo al Código Municipal el alcalde elegido tiene esta prerrogativa que, en este caso, le permitirá que el asunto se analice y deslinden responsabilidades.
En una conversación vía telefónica con la maestra de 62 años, admite que “ni en sueños” pensó en llegar a ser alcaldesa de su pueblo.
Y para ella representa una buena oportunidad de demostrar “que las mujeres sí podemos”.
Ahora su responsabilidad es trabajar para que los compromisos contraídos por el alcalde con licencia no se estanquen.
“Pienso que esto tiene que solucionarse, las cosas tienen que llegar a su cauce y las instancias tienen que resolver”, expresó.
Esquivel Barbosa es ahora la segunda mujer que ha llegado a ser alcaldesa de Ocampo.
La anterior fue por un día, mientras a ella le corresponderá estar al frente de la comuna por 28 días más.
Asegura que la situación deberá resolverse de acuerdo a derecho.
La maestra expone que el alcalde es una persona humilde, trabajadora y honesta.
“Ocampo es un pueblo chico, todo mundo nos conocemos, como dice el refrán: pueblo chico, infierno grande”, dijo.
Añade que la situación no debería haberse complicado. E insiste en que Guerrero Sánchez es una buena persona que ella conoce desde que era niño.
“No le di clases, pero fue a la misma escuela donde yo trabajo”, reiteró.
La alcaldesa indicó que durante la reunión con Mario Leal, de la Secretaría General de Gobierno donde estuvo presente el Cabildo en pleno, se determinó que ella asumiría la responsabilidad de estar al frente de la comuna, en tanto se realicen las investigaciones y se determine si Guerrero Sánchez regresa a su cargo.