
Aunque el Ayuntamiento de Miguel Alemán y los pescadores afectados por la contaminación de alrededor de ocho kilómetros y medio del río San Juan demandan un castigo contra el responsable de la polución del afluente, pareciera que alguien está muy interesado en que todo este asunto se diluya.
Han pasado más de dos semanas desde que los residentes de las comunidades de Arcabuz y San Antonio de Reyna denunciaran que el conductor de “una pipa color blanco” vertiera un líquido en el río, provocando la muerte de miles de peces; aún es fecha que ni siquiera se sabe qué sustancia fue la que provocó todo este problema.
Ni Petróleos Mexicanos o el Centro de Proyectos Tamaulipas (Ceprotam) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) o el Laboratorio de Calidad del Agua del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), han dado a conocer los resultados de los exámenes que realizaron en las aguas de este lugar.
En todos estos casos la promesa (que ha quedado sólo en eso), es la misma: en unos días se darán a conocer.
Mientras tanto, pescadores residentes en las riberas del río reportaron que aparentemente el químico vertido se ha diluido en sus aguas, por lo que no alcanzó a contaminar el cuerpo de la presa “Marte R. Gómez” que, al inicio de toda esta crisis, era una de las mayores preocupaciones de las autoridades.
Aún así se reportaron serias afectaciones en un área de ocho kilómetros y medio de río, que es el tramo que existe entre el vado de Arcabuz (donde presuntamente se originó la contaminación) y San Antonio de Reyna, una pequeña comunidad perteneciente al municipio de Miguel Alemán, donde la mayoría de sus residentes se dedica a la pesca.
Mientras tanto, los pobladores de estas comunidades solicitaron la ayuda de las autoridades, pues la totalidad de los peces del río, mismos que son su principal sustento, han muerto y tienen semanas que no han podido pescar absolutamente nada.
LA PIPA BLANCA
Por medio de un comunicado enviado el pasado 6 de marzo, el Ayuntamiento de Miguel Alemán denunció que la presa “Marte R. Gómez” y los residentes del municipio podrían estar en “grave riesgo de contaminación”, después de que el chofer de una pipa vertiera de manera intencional una sustancia tóxica no identificada que ha matado miles de peces.
En el boletín, las autoridades municipales detallaron que el 26 de febrero, un pescador del área “observó cómo el chofer de una pipa de color blanco (de las que trabajan en las compañías que exploran y explotan los pozos de gas natural en esta región), detuvo la marcha de su unidad en el vado del río San Juan, entre Arcabuz y La Lajía y derramó sin recato alguno miles de litros de una sustancia tóxica que transportaba (sic.)”.
De inmediato los pescadores dieron aviso a las autoridades, quienes se percataron que los peces en el río “empezaron a flotar y a desintegrarse”.
“Los peces se deshicieron cuando traté de sacarlos de las redes y eso nunca lo habíamos visto”, indicó uno de los afectados citados en el comunicado.
Las autoridades municipales aseguraron que otro pescador dijo que los pelícanos, patos, gatos silvestres y tejones, desaparecieron de la zona, ahuyentados por la sustancia que fue arrojada.
“Los peces los abandonaron en la orilla, detectaron el olor de la sustancia y ya no se lo comieron, todo desapareció”, indicó.
Ante las denuncias, funcionarios de Petróleos Mexicanos y del Centro de Proyectos de Tamaulipas (Ceprotam) de la UAT, acudieron al área para levantar muestras del agua y determinar la sustancia contaminante, lo que, dijeron, permitirá identificar a la empresa responsable del daño.
Angel Anaya, funcionario del Ceprotam, informó que las muestras que se recogieron en diversos lugares del río serían analizadas en un laboratorio.
Y aunque las autoridades revelaron que el resultado de los exámenes tardarían alrededor de diez días, horas después de que se levantaran las muestras Pemex descartó la presencia de hidrocarburos en el río San Juan.
Por medio de un boletín, la paraestatal indicó que se levantaron muestras de agua en cinco puntos del afluente que alimenta la presa “Marte R. Gómez”.
“En las muestras tomadas en puntos sugeridos por los habitantes interesados de los poblados de Arcabuz y San Antonio, no se observó iridiscencia en el agua o algún otro indicio que ponga en manifiesto la presencia de hidrocarburos.
“Como parte de su compromiso de protección del medio ambiente, dichas muestras serán analizadas en laboratorio con el propósito de determinar el producto que fue vertido a fin de contribuir a darle solución al problema.
“Se espera que los resultados tarden aproximadamente 10 días en llegar, ya que los mismos fueron enviados a un laboratorio especializado en la Ciudad de México donde se realizarán los análisis pertinentes”, cita el boletín de Pemex.
‘A LA BUENA DE DIOS’
Días después de la presencia de los funcionarios de Pemex y la UAT, dos verificadores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), acudieron a las comunidades rurales de Miguel Alemán para levantar unas nuevas muestras de agua.
La intención, explicaron los funcionarios, era llevarlas al Laboratorio de Calidad del Agua del Organismo de Cuenca Río Bravo, en Monterrey, Nuevo León, donde se aplicaría un examen de Determinaciones Físico-Químicas del agua.
Los funcionarios fueron acompañados por el secretario de Desarrollo Rural del municipio, Rolando López Aguilar y los delegados de las comunidades afectadas por la contaminación.
El grupo partió del supuesto punto de origen de la contaminación: el vado de Arcabuz, para posteriormente dirigirse a San Antonio de Reyna, Rancho Nuevo, el poblado de Salitrillo y, finalmente, el desemboque del río San Juan a la presa “Marte R. Gómez”.
El titular de Desarrollo Rural aseguró que el Ayuntamiento ha estado muy al pendiente del proceso de este caso, que pone en riesgo la salud y actividad económica de decenas de familias de pescadores.
“Recibimos el llamado de los delegados donde nos comunicaban que habían encontrado mucho animales muertos y se lo comunicamos a los ingenieros de Pemex.
“Los ingenieros de Pemex nos dicen que ya que salgan los resultados de las pruebas que se hicieron se deslindarán responsabilidades sobre quién fue el responsable de este derrame”, expresó.
López Aguilar indicó que fue “exagerada” la cantidad de peces que se murieron en el río tras la contaminación, lo que tiene preocupadas a las autoridades municipales, pues la agricultura también está en riesgo, ya que los campesinos se surten del río San Juan para regar sus parcelas.
“Los agricultores también están muy preocupados pues nos comentaron que en ocho o diez días van a comenzar con su riego, pero nosotros les estamos recomendando que lo suspendan hasta que sepamos qué fue la sustancia que tiraron al río”, expresó.
Sin embargo, quienes más afectados se han visto con todo este problema son los pescadores que viven de lo que sacan del río San Juan y quienes desde hace semanas no han podido trabajar.
Luis Carlos Alanís, delegado de San Antonio de Reyna, indicó que los peces comenzaron a morir desde el momento en que un residente del área vio a la pipa blanca derramar un químico al río.
“Los compañeros vieron que alguien tiró una sustancia al río y al tercer día ya teníamos la mortandad de pescado, nomás que ahorita ya se acabó todo. Fueron millones de pescados, todos se murieron”, expresó.
El delegado expresó que el daño es tan grande, que toda la vida silvestre ha desaparecido de su comunidad, algo que nunca habían visto anteriormente.
“En San Antonio no hay ni patos, no hay nada. Tengo 40 años de vivir aquí y nunca ha pasado nada de eso, ha habido mortandad de pescado pero por heladas, eso es algo natural, pero sabemos que el hielo mata sólo a la mojarra y esto mató a todo”, expresó.
Alanís describió los efectos de la sustancia que, dice, fue tirada al río San Juan.
“El agua estaba muy cristalina, donde se moría el pescado, el agua estaba muy cristalina”, dijo.
Para el representante ejidal los daños han sido mayúsculos, por lo que es urgente que alguna autoridad los apoye.
“Estamos a la buena de Dios, pero ¿qué le hacemos?”, sentenció.
Por su parte, Joel Botello Sáenz, delegado del Rancho Salitrillo, anunció que ya se solicitó de manera formal la liberación de recursos económicos de emergencia para los pescadores de la zona, que no han podido trabajar.
“Estoy haciendo un listado de todos los pescadores de San Antonio, Salitrillo, Cerro Azul y Arcabuz que son todos los afectados pues sabemos de antemano que el químico ahí va, no sabemos qué daños va a hacer, pero los más afectados somos los pescadores, porque pescado ya no hay, ese ya se murió, entonces ¿de qué vamos a vivir”, señaló.
Consideró que Pemex tiene que intervenir en el pago de estas indemnizaciones, pues fue una empresa que labora para la estatal la que provocó todo este desastre ecológico.
“Pedimos que nos echen la mano para sacar el sustento de nuestra casa y a lo mejor todo esto va a pasar, a lo mejor las personas agarran más precaución y se normaliza todo, pero lo que exijo como delegado es que nos paguen el pescado que se murió.
Los agricultores tienen sus ahorros pero nosotros no tenemos nada, vivimos al día y yo les pido de favor que nos ayuden porque esto va a acabar con la economía de nosotros”, indicó.
Para este pescador, el problema no pudo haber venido en peor momento, pues es precisamente durante la Cuaresma que los residentes de la zona obtienen sus mejores ingresos económicos del año por la venta de especies como mojarra, besugo, bagre y carpa, que son las que más se pescan en el río.
“Yo tengo muchos encargos pues, como se atravesó la Cuaresma, están pidiendo pescado pero les dije que no puedo llevarles pues si pasa algo yo soy el único responsable y no tengo con qué pagarles y no quiero ir al bote.
“Yo tengo ocho años de pescar en el río y la presa y nunca nos había faltado con qué sacar un ingreso, pero todo eso lo hemos perdido, no hemos agarrado un peso desde que tiraron el químico ese.
Estamos perdiendo muy buenos precios porque se atravesó la Cuaresma y lo estaban pagando a 22 pesos el kilo de pescado entero”, sentenció.
SE PIERDE LA EVIDENCIA
Las sospechas de que el químico que contaminó las aguas del río San Juan pudo haberse diluido antes de llegar a la presa “Marte R. Gómez” se fortalecieron después de que autoridades de Camargo, Tamaulipas, reportaron que en su demarcación no se han registrado muertes de peces.
Funcionarios del Ayuntamiento, expresaron que los pescadores del poblado de Comales, ubicado en las riberas de la presa, continúan trabajando con normalidad y no tienen evidencias de que el agua haya sido contaminada con algún agente externo.
Aún así, diariamente se ha estado vigilando el manto acuático para verificar que no llegue a presentarse algún problema que afecte la salud y economía de los residentes del área.
Juan Barrera, director de Ecología en el Ayuntamiento de Miguel Alemán, expresó que es muy probable que el contaminante que mató a miles de peces en las comunidades de Arcabuz y San Antonio de Reyna se haya disipado antes de llegar a la presa.
Indicó que una de las cuestiones que los hace pensar lo anterior es la presencia de fauna en zonas más cercanas a la presa, a diferencia de lo que sucede en las otras dos poblaciones.
Reconoció que existen muchas versiones sin confirmar de que la sustancia que pudo haberse vertido al río es etanol o metanol, utilizados en la limpieza de tuberías de extracción de gas natural.
Sin embargo hasta estos momentos no hay evidencia concreta que permita identificar con claridad la sustancia responsable de este problema.
El funcionario rechazó que se vaya a permitir que este caso quede en el olvido y que la empresa responsable del derrame no pague por sus acciones.
Es por ello que el Ayuntamiento estará muy al pendiente del desarrollo de la denuncia que se interpuso en la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente y los resultados de los análisis realizados por la UAT y la Conagua.
“Si hubo un agente tóxico va a salir en los exámenes, por eso vamos a estar muy pendientes de los exámenes pues no vamos a permitir que se le de ‘carpetazo’ a este asunto, el derrame dañó a muchas personas, afectó la economía de los pescadores y eso es algo muy grave, no podemos permitir que esto se quede impune”, finalizó.