Cientos de migrantes se encuentran varados en esta frontera esperando ser tomados en cuenta por las autoridades de los Estados Unidos para que les otorguen el asilo político. Por ahora pernoctan en el kiosco de la Plaza de la República, a unos metros del Puente Internacional Reynosa-Hidalgo.
Su acento y sus costumbres son de lejos de esta frontera norteña de México, pero sus sueños de salir adelante para darle un mejor futuro a sus familiares coinciden con el de muchas personas que también pasan por este límite territorial para conseguir el anhelado “sueño americano”, o bien, como otros, quedarse en esta tierra.
La vida no es fácil para quienes han decido buscar una mejor calidad de vida lejos de su país, de sus familiares, donde muchos han quedado marcados por la violencia extrema que persiste en su región.
Es ahí donde centroamericanos y caribeños deciden -frecuentemente acompañados de sus hijos pequeños- hacer su vida al norte del continente americano, aunque eso signifique peligros durante el viaje. A esto hay que sumarle la discriminación y las malpasadas.
De viva voz, la señora María narró a
Hora Cero su travesía. Salió de Guatemala el 9 de marzo de este año y fueron muchos los obstáculos que sorteó y una semana después arribó a Tapachula, Chiapas.
“Yo viajo sola, no tengo familia… allá en mi país hay poco trabajo, yo limpiaba casas, lavaba ropa, pero no ganas mucho ahí te pagan poco y aparte te extorsionan, si no cumples te matan”.
“A mí me contaron que acá pagan bien pues me vine, no lo pensé dos veces, vengo sola por necesidad”.
Desafortunadamente cuando se encontraba en territorio estadounidense fue aprehendida por elementos de la Patrulla Fronteriza, quienes sin llevarla a la Corte, la echaron de regreso para el lado mexicano.
“Yo venía para buscar un futuro mejor porque en mi país no hay trabajo, no hay nada, yo iba para Estados Unidos pero me agarraron y me echaron para acá de este lado (Reynosa)”, dijo.
DENUNCIAN EXTORSIÓN
Y DISCRIMINACIÓN
María, como a muchas otras personas en situación migratoria fue entregada a personal del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes, dijo la extranjera, la maltrataron.
“Pero yo no tenía dinero, nada y ahí me dejaron como un día y una noche. No nos dieron agua, no nos dieron nada ahí nos tenían aguantando hambre, no nos dejaron dormir ni un rato; ya después que nos sacaron nos dijeron ahí miren a donde se van, les vamos a hacer un favor”.
Después de mucho andar por la ciudad en plazas e iglesias no encontraron la ayuda que ella necesitaba y volvieron a la explanada del puerto fronterizo Benito Juárez Reynosa-Hidalgo.
Desesperada por verse en un panorama extraño, que no conocía, de pronto se topó con la Plaza de la República, donde la ropa tendida y una multitud le llamó la atención, por lo que se acercó a pedir ayuda.
“Cuando vi ropa tendida dije voy a ir a ver ahí tal ves me dan un poco de información y ellos me dijeron que vienen de allá de donde yo vengo y otros dijeron que venían de Honduras de El Salvador, y muchos venían con sus niños, pero yo vengo sola.
María dijo que desea pedir un permiso de trabajo porque en su país hay mucha extorsión y está expuesta a muchos peligros.
“He visto mucha discriminación hacia nosotros los migrantes porque no tenemos el apoyo por parte de migración de México, quieren cortar la luz para que no carguemos los teléfonos, nos vienen a hablar bien feo dicen que somos cochinos, asquerosos y nos maltratan no porque ellos tengan un buen título sean mejores que nosotros”.
“Queremos que nos respeten porque nosotros a nadie estamos ofendiendo, nos dieron hasta el día 30 para que desalojemos este lugar, pero queremos luchar para volver a ingresar a los Estados Unidos”, comenta.
‘EN REYNOSA RECIBIMOS APOYO’
María dice que pese a todo en esta frontera se ha sentido como en casa porque gracias a Dios viene mucha gente a entregarnos comida, la comida no nos falta y la comida esta mejor que allá en Migración, gracias a la gente que tiene buen corazón y que son enviadas por Dios nos ayudan con ropa”.
“Nos sentimos bien aquí pero dicen que van a venir y nos van sacar, no se si eso es verdad o no, no me gustaría que nos sacaran porque a dónde vamos a ir y para regresar a mi país como que no, allá esta difícil la situación, muchos no quieren volver allá, no puede tener uno ni un negocio porque ya les están pidiendo y los que dan la vida son los empleados porque mil quetzales a la semana cobran de extorsión y mejor no, no conviene regresar a mi país”.
Por la situación de los deportados en esta frontera la diputada Nohemí Alemán Hernández, señaló como un caso importante sumar esfuerzos entre los tres niveles de gobierno a atender a los migrantes centroamericanos que se encuentran varados en la ciudad de Reynosa.
“Debe haber una mejor planeación y coordinación entre los tres niveles de gobierno para que puedan de cierto modo sustentar sobre todo en el tema económico, ellos vienen a buscar una mejor condición de vida y yo comentaba que mientras se les pudiera dar un lugar, un asilo, que se les pueda otorgar trabajo, en lo que les dan su cita para que crucen”, dijo.