El caso del niño de apenas seis años de edad que requitió atención médica por llegar ebrio a la escuela sigue ofreciendo sorpresas, pues los estudios practicados por el departamento de Psicología del Sistema DIF revelan algo más sorprendente e indignante.
Los análisis realizados al menor son contundentes y establecen que el niño fuma desde los 5 años de edad y acostumbra a drogarse con cierto tipo de pastillas, sólo para ver “que se sientía”.
El pequeño confesó a los psicólogos y médicos del Hospital General “Alfredo Pumarejo” que no es la primera vez que se emborracha, pues ya lo ha hecho antes no sólo con cerveza, sino también con vino.
Los más sorprendidos fueron los médicos de dicho nosocomio, quienes lo recibieron completamente alcoholizado el lunes 16 de febrero a las 8:30 horas.
“El niño presentaba un cuadro agudo de congestión alcohólica, de inmediato lo atendimos, le pusimos suero, estaba completamente dormido y no respondía a nuestras preguntas” dijo uno de los médicos que lo recibió y quien prefirió el anonimato.
El doctor relató que esa mañana les avisaron que había un ebrio en urgencias y cuando revisaron las camas sólo detectaron a un niño de 6 años de edad estaba completamente dormido
“Nosotros recibimos toda clase de casos ebrios, gente herida, o gente enferma, pero nunca habíamos visto un niño ebrio, nos abocamos a atenderlo y tras quitarle la cruda con suero, detectamos que había ingerido aproximadamente entre 6 y 10 cervezas y la verdad nos quedamos impactados”, señaló el doctor.
Los médicos señalaron que la poca información que recibieron era que el niño se había desmayado a bordo de un camión de la ruta azul y como no respondía a los gritos del chofer que le imploraba que se despertara, fue llevado al Hospital General.
Tras aplicarle suero y algunos analgésicos el infante despertó de su cruda realidad y fue entonces cuando comenzó el interrogatorio.
El menor confesó a los médicos que se había tomado varias cervezas y unas pastillas al parecer psicotrópicas sólo para ver “qué se sentía” porque había visto a sus vecinos que hacían lo mismo.
El niño refiere que ese lunes en la madrugada se levantó con hambre, abrió el refrigerador vio unas cervezas y comenzó a tomárselas una tras otra, sin saber el número y ya cuando comenzó a clarear se acordó que tenía que ir a la escuela.
“Antes de agarrar su mochila nos comentó que se tomó una pastilla antes de subirse al camión escolar y eso a lo mejor fue su perdición”, señaló el médico.
Como clínicamente ya estaba curado, los médicos dieron parte a sus superiores para darlo de alta y fue el director de ese nosocomio, Antonio Alfaro, quien mediante un escrito dirigido al Sistema DIF lo puso bajo su resguardo.
De inmediato personal de la institución y se hizo cargo del menor y lo trasladaron hasta las oficinas centrales de la calle Tercera y Camilo Manzo donde quedó internado.
“Nos causó enorme sorpresa que un niño de 6 años edad anduviera ebrio, para nosotros fue algo insólito, muchos infantes a esa edad apenas acaban de dejar la tetera, pero este niño en lugar de estar tomando chocolate y pan andaba tomando cerveza”, dijo David Morales Vélez, director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Matamoros.
Morales Vélez expresó que hubo mucha preocupación por la seguridad del niño y por ello fue ingresado a la Casa Hogar del DIF, donde fue catalogado como un caso más de abandono de infantes, pero con otras agravantes.
“De inmediato dimos parte al Procurador de la Defensa del Menor y la Familia quien integra una averiguación para ver si se trató de un accidente o si hubo dolo de parte de los vecinos o simplemente es un caso más de abandono”, dijo el funcionario.
El director del DIF informó que el Procurador se reunió con la madre del pequeño quien le manifiesta que ella trabaja en un Ciber Café de las 14:30 a 18:00 horas y que estudia en una universidad la carrera de Licenciado en Criminología.
“La señora quien tiene 24 años de edad, también nos comentó que no puede atender a su pequeño hijo y que lo deja encargado con sus vecinos allá en la colonia Molinos del Rey”.
Asimismo refiere que es madre soltera y que nunca ha vivido con el padre biológico del pequeño y que de hecho no hay convivencia entre ambos familaires.
“Ya dimos con el padre del pequeño y manifiesta que desde hace 2 años que no tiene convivencia con su hijo y lo único que sabemos es que vive en la colonia Palmares al sur la de la ciudad” dijo.
Una semana después de su ingreso a la casa hogar del DIF, el menor fue interrogado por el departamento de psicología de dicha dependencia y los resultados fueron asombrosos.
El pequeño confesó a la psicóloga, Raquel Aguirre Yarritú, que no era la primera vez que se emborrachaba, pues ya lo había hecho anteriormente, además ha ingerido cervezas y también vino.
“Otra cosa que nos dejó impactados fue que nos reveló que cuando tenía como 5 años comenzó a fumar, esto porque su abuelito y sus tíos dejaban en cualquier lugar las cajetillas de cigarros, que no sabía las marcas, pero que se los robaba”, sentenció la psicóloga.
Dijo en las pruebas que le aplicaron, encontraron que junto a sus familiares había cometido otras travesuras aunque no pudieron sacarle que tipo de cosas había cometido, esto siempre ante la ausencia de su madre.
Del mismo modo sentenció que cuando sale de la escuela se dedica a limpiar vidrios y en la colonia trabaja lavando los carros de los vecinos de la colonia Molinos del Rey.
“Lo extraño de todo esto es que Iván piensa y actúa como una persona de 16 años, pero la realidad es que apenas tiene 6 años.
Por tal motivo el dictamen psicológico revela que a su corta edad tiene problemas de ansiedad, padece depresión, tiene baja autoestima y tendencias destructivas.
“Los problemas del pequeño nos indican que pudieran ser consecuencia de un complejo de abandono y la falta de una relación afectiva tanto con la madre como por el padre, en pocas palabras se siente abandonado” señaló
Del mismo modo la conclusión del departamento de psicología es muy tajante, puers el niño presenta daño neuropsicológico que lo pudo causar el consumo de alcohol o/y drogas, por lo que requiere de ayuda especializada para que pueda salir adelante.
Por su parte el Procurador de la defensa del Menor y la familia, Miguel Angel López Pozo, sigue de cerca este caso y giró citatorios para interrogar a los vecinos del pequeño Iván, asi como a su señora madre y a su padre biológico.
“En este momento estamos analizando las declaraciones de los vecinos, familiares y del propio pequeñín, esto para ver si hay o hubo dolo de una de las partes implicadas, queremos encontrar la verdad histórica sobre como llegó la cerveza a las manos del infante”.
Asimismo explicó que muchas veces los adultos damos a probar cerveza o licor a los menores de edad para ver que gestos hacen, pero esa es una mala costumbre que debemos de erradicar.
Finalmente el procurador se mantuvo firme en torno a este caso y conforme avanzan las indagatorias y encuentra responsabilidades en los mayores, el caso seguramente será consignado al Ministerio Público por el delito de corrupción de menores.
También la procuraduría de la Defensa del Menor realizó un trabajo de campo en el domicilio del menor, hasta donde también Hora Cero se trasladó para ver las condiciones en las que vivía el ahora infante conocido como “Pancho López”.
La casa del infante es tipo Infonavit y está ubicado en un sector donde hay decenas de casas abandonadas, está pintada en color verde olivo y durante la visita de Hora Cero se pudo apreciar que recientemente hicieron una limpia, pues patio y pasillos estaban libres de basura y el bote estaba lleno de desperdicios.
Tres bancos de madera pintados en color blanco estaban perfectamente alineados y un viejo sillón casi al frente, la puerta quedó como mudo testigo de que alguien estaba colocado allí para vigilar el lugar.
Durante la visita a la escuela Primaria José Arrese ubicada en el centro de la ciudad varios compañeritos de “Pancho López” dijeron conocerlo, pero jamás notaron nada raro en las actitudes.
“Sí, él estudia en esta escuela, pero está en otro salón todos los días viene a bordo del camión de la Ruta Azul y casi siempre viene solo, nunca lo acompaña su mamá o su papá” dijo un estudiante de dicho plantel.
En el poco tiempo que tienen de conocerlo aseguran que el menor es muy callado, casi no platica con ellos, casi siempre se la pasa sentado en una banca, es muy raro verlo platicar.
Asimismo expresaron que muy pocas veces lo vieron jugar o correr a la hora del recreo, prefería estar en el salón o bien sentarse en alguna banca, aseguran que en definitiva tenía pocos amigos.
Para David Morales Vélez la conclusión es que el menor de edad esta evadiendo su realidad con la ingesta de alcohol, pues emborracharse, fumar y tomar pastillas es un mal hábito que nos indica que el ambiente donde vive no es lo más adecuado.
Por tal motivo y debido a las pruebas practicadas al infante el joven seguirá en la Casa Hogar hasta que el Ministerio Público o el Procurador de la Defensa del menor garanticen que ya puede reincorporarse en un ambiente sano libre de vicios, pero eso quién sabe cuándo ocurrirá.
Por lo pronto el caso del niño que llegó borracho a la escuela y que le dió la vuelta al mundo y puso el nombre de Matamoros otra vez en boca de todos, seguirá siendo investigado.
También quedó establecido que nunca en la historia de Matamoros y de todo México se conociera de un caso de ebriedad en un estudiante de primer año de primaria lo que en definitiva para la comunidad es un caso insólito, único y sorprendente.