
Aunque durante años estuvieron abandonadas por las autoridades de los tres niveles de gobierno y con una labor limitada por la falta de recursos, el panorama para las Asociaciones Civiles de Matamoros hoy es distinto, pues contarán con orientación para realizar sus labores de ayuda social.
Esta ayuda vendrá de parte del Consejo ciudadano que las agrupa, y les permitirá acceder a los programas operados por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la iniciativa privada, con lo que podrán acceder a los recursos que les permita ampliar su labor en la comunidad.
Como una especie de premio por su aferrada constancia en la localidad, se les ha otorgado un segundo aire que les permitirá revitalizarse, desplegar proyectos de impacto social en apoyo a grupos vulnerables y continuar trabajando por un progreso fehaciente.
El pasado 18 de febrero se llevó a cabo el Día de la Comunidad, donde una parte de las asociaciones sociales que existen en la ciudad expusieron su labor, el rubro en el que trabajan y los servicios que otorgan. El acto también fue la pauta perfecta para invitar a la ciudadanía adherirse como voluntario.
En el evento participaron el alcalde, Alfonso Sánchez Garza, la presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Matamoros, Silvia Guerra de Sánchez, y el cónsul general de los Estados Unidos en Matamoros, Michael Barkin.
También estuvo presente el presidente del Consejo de Asociaciones Civiles de Matamoros, Marte Rodríguez Martínez, quien agradeció a las autoridades el apoyo para realizar este evento y la confianza que han depositado en las agrupaciones que compensan las carencias con altruismo.
En este marco, varios líderes de organizaciones sin fines de lucro externaron la problemática que los aqueja y obstruyen su labor.
Desde un centro de rehabilitación para adictos a alcohol o drogas que opera con un mínimo de recursos, hasta una asociación que busca prevenir el abuso sexual entre los menores de edad y que no ha podido ingresar al nivel secundaria pues las autoridades escolares no lo permiten.
También está el caso de una agrupación conformada por personas con capacidades diferentes, quienes han buscado sin éxito un terreno para construir un local en donde puedan desarrollar sus actividades, por lo que están relegados en un callejón de la colonia Popular de esta ciudad.
HAY BUENA VOLUNTAD, NO RECURSOS
“Nuestra falta de recursos nos limita de poder lograr más de lo que quisiéramos, la buena voluntad y el deseo están pero sin ellos no se puede lograr mucho”, dijo Luis Enrique Torres, director del Centro de Rehabilitación “Clamor en el Barrio”, que lleva seis años apoyando a personas con problemas de adicciones.
El director del centro de rehabilitación reconoció que en ocasiones las autoridades no desean ayudarlos pues existen casos de organismos que sólo han servido para lucrar.
“Algunas asociaciones han opacado el trabajo serio que se está haciendo, el gobierno tiene miedo de apoyar a estas instituciones por el temor a que se utilice mal el recurso”, manifestó.
“Clamor en el Barrio” cuenta con 10 internos, los cuales están llevando un programa de desintoxicación. Otras 50 personas acuden a las terapias familiares.
El entrevistado refirió que los servicios son completamente gratuitos, por lo que es necesario buscar donadores para manutención del local que este año adquirieron. Asimismo, elaboran artesanías o manualidades para captar recursos y continuar operando en este rubro.
“La ayuda que damos es muy poca pero sabemos que si el gobierno nos apoyara sería mucho mejor, por eso siempre hemos estado insistiendo en esto”, expuso.
Torres señaló que es muy importante el apoyo que se le otorgue porque cada vez se presentan más casos de adolescentes que padecen del alcoholismo o la drogadicción que si bien se pueden corregir, hacen necesario más trabajo de prevención.
“En las secundarias llevamos testimoniales, hacemos dramatizaciones y organizamos platicas con los alumnos. Este año le queremos proponer a la presidencia que en cada plaza se lleve a cabo una campaña de prevención, pero para ello necesitamos recursos”, pronunció.
CUANDO RONDA EL DESANIMO
“Sentimos impotencia porque sí hay apoyos, pero no nos llegan por la burocracia que pide mucha documentación y ahí nos quedamos trabados. Muchos se desaniman porque no ven el apoyo por parte de la asociación y se van”, indicó Gabriela Cárdenas Sáenz, fundadora de la Asociación de Personas con Limitaciones Físicas (Apelifi), que cuenta con una trayectoria de 8 años.
Por su parte, el presidente de la asociación, José Guadalupe de la Fuente Banda, explicó que una de las prioridades del grupo es tener un local para realizar todas sus actividades.
“Una de las prioridades para este año es conseguir un local donde nos podamos reunir sin tener que soportar las inclemencias del tiempo y tener aparte un transporte que nos permita ir por nuestros agremiados para trasladarlos”, dijo.
El trabajo en Apelifi es amplio, ya que atiende a personas con discapacidad motriz, invidentes y problemas mentales. Sin embargo, lo que más preocupa a sus directivos es la creación de fuentes de empleo para que sus agremiados puedan percibir un salario que les permita solventar sus necesidades básicas.
“Tratamos en estos momentos de enfocarnos mucho en conseguir trabajos dignos para las personas que están en nuestra asociación”, expuso de la Fuente Banda.
Y es que las empresas no quieren contratar a las personas con capacidades diferentes pues los ven como una carga y no como un beneficio productivo.
De hecho, él mismo ha sido objeto de esta discriminación pues hace algunos años fue despedido de la empresa donde laboraba y desde ese entonces no ha conseguido trabajo.
“No nos queda de otra más que seguir gestionando ante los gobiernos y la inversión privada para salir adelante. Mientras más nos apoyen nos será fácil integrarnos en la comunidad y así poder devolver algo del apoyo que nos den”, aseguró.
Incluso buscando acceder a los recursos que la iniciativa privada tiene disponibles, el grupo está tramitando su registro ante la Secretaria de Hacienda.
TENACIDAD DE VOLUNTARIOS
Más que el escaso apoyo que existe para las asociaciones civiles, para los directivos de estos grupos es muy importante que la ciudadanía se sume a sus esfuerzos y preste sus servicios de manera voluntaria para el desarrollo de las actividades altruistas.
Por más de ocho años, la Asociación Protectora de Animales Desprotegidos (Apad) se ha dedicado al rescate y esterilización de los animales de la calle. Posteriormente, busca personas que deseen tener una mascota, pero sobre todo, que tengan el compromiso de protegerla.
Sonia Arrazolo Reyna, fundadora y actual directora de la referida asociación, señaló que así como es importante que existan personas que quieran adoptar una mascota, también deben de haber voluntarios que quieran participar en este tipo de actividades.
“Nos urgen voluntarios que tengan tiempo, que puedan apoyarnos a difundir nuestras actividades por medio de las redes sociales y puedan ayudarnos en los eventos que organizamos.
“Sólo es necesaria una hora al mes para una junta y otras cuatro horas para participar en un evento”, indicó.
Actualmente son 11 personas que de manera voluntaria realizan estas actividades, todas ellas son profesionistas o amas de casa que otorgan unas horas de sus días de descanso para servir a la comunidad.
“Todavía no hemos hecho una cultura de vocación de servicio, inmediatamente preguntamos qué nos van a regalar, sólo la satisfacción personal”, comentó.
Y aunque a lo largo del tiempo muchas personas se han alejado de la asociación, aún quedan las más valientes, quienes demuestran que en Matamoros existen personas con ganas de servir a la comunidad.
CON EL VIENTO A FAVOR
Fundado en la administración municipal encabezada por el ahora diputado federal, Baltazar Hinojosa Ochoa, el Consejo de Asociaciones Civiles de Matamoros emprendió su marcha hacia la labor social, sin embargo, la travesía no ha sido fácil.
Aún así las cosas han cambiado, pues la administración municipal encabezada por Sánchez Garza, le apostó a las asociaciones civiles a quienes colocó como unos aliados de su gobierno.
“Tenemos el viento a favor ya que existe el apoyo de la presidencia municipal, del Consulado de los Estados Unidos, este año vamos a poder hacer mucho por las asociaciones para que bajen más recursos”, expresó el presidente del Consejo de Asociaciones Civiles de Matamoros, Marte Rodríguez Martínez.
Señaló que será mediante el departamento de Participación Ciudadana que se capacitará a los Asociaciones Civiles para que ingresen a los programas de apoyo.
“Vamos a tratar de ayudarlos a que completen los requisitos para los programas y tengan sus documentación en regla para que sean donatarios autorizados”, comentó.
Actualmente se tiene un padrón de 35 organizaciones registradas, de las cuales 24 permanecen activas. Sin embargo, con el apoyo del gobierno municipal es probable que más asociaciones se sumen al consejo.
“Confiamos en que así suceda pues el objetivo es que Matamoros progrese y salga adelante”, indicó.