
El edil de Ciudad Victoria, Xicoténcatl González Uresti, había pedido licencia para separarse de su cargo –por tiempo indefinido–, argumentando motivos personales, pero pocos días después se supo que asumió como segundo al mando de la Secretaría de Salud de Tamaulipas.
Un sector de la opinión pública ya no quiere que regrese al ayuntamiento ni mucho menos que busque reelegirse, debido a los señalamientos de corrupción y hasta acusaciones penales que ha enfrentado durante su gestión municipal.
Aún así Xicoténcatl González Uresti, alcalde con licencia de Ciudad Victoria, se mantendrá en la nómina de la función pública, ahora como titular de la subsecretaría de Salud.
A este médico partero de profesión se le imputa la creación de empresas factureras para el desvío de recursos, de acuerdo con investigaciones que obran ante la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas.
Además, en medios de comunicación locales le achacan la construcción –en plena pandemia– de una residencia de 8.5 millones de pesos en la colonia Miguel Alemán, en la que se ha observado el uso de vehículos y personal del ayuntamiento.
Aunque orquestó una salida tranquila, a través de la cuadragésima segunda sesión ordinaria de cabildo (argumentando asuntos de carácter personal), las acusaciones en contra de González Uresti siguen apareciendo y hasta sus propios compañeros del ayuntamiento se deslindaron de responsabilidades, como el síndico Luis Torre.
Además de ser objeto de críticas especialmente por fallas en la dotación de pavimentación, agua potable y drenaje, su gobierno ha sido acusado de hacer cobros indebidos, como lo denunció recientemente la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac).
También se le objeta que el 95 por ciento de los bienes, obras y servicios contratados en el presente año en Ciudad Victoria se otorgaron sin licitación.
NO FUE NI A SU LICENCIA
El munícipe ni siquiera se presentó a la sesión ordinaria de cabildo en la que el secretario del ayuntamiento, José Luis Liceaga, leyó su petición anunciada como sexto punto del orden del día.
“Justifico la causa de mi solicitud en el ejercicio de mis derechos humanos y por tratarse de asuntos de carácter personal”, escribió González Uresti.
Todavía se desconocía el futuro inmediato del polémico edil cuando los diputados de oposición pidieron que fuera llevado a juicio político y que el gobierno estatal no le asignara otros cargos.
Sin embargo, los reclamos no tuvieron eco y Xico seguirá despachando, ahora desde el sector Salud.
A pesar de que Edgar Valdez, regidor y ex director de Obras Públicas había sido nombrado como interino, fueron los legisladores locales quienes designaron un alcalde sustituto.
María del Pilar Gómez, ex coordinadora del Instituto de Investigaciones Parlamentarias del Congreso, fue elegida el pasado jueves 1 de octubre por el pleno local como alcaldesa de la capital tamaulipeca.
GOBIERNO OPACO
Las presiones y señalamientos contra los presuntos malos manejos de la administración pública en los dos años de González Uresti no eran nuevos.
El dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en Ciudad Victoria (Coparmex), Mario Flores, fue muy crítico al gobierno municipal, al asegurar que durante ese periodo la organización estuvo esperando a que éste cumpliera las promesas de campaña.
“Ni se eliminaron los parquímetros, ni se modernizó la calle Hidalgo, ni se creó ningún tren de pasajeros en el tramo de a Santa Engracia y ni fueron reparados los baches”, acusó. Tampoco se detonó el desarrollo económico y, por el contrario, se privilegió el ‘amiguismo’”, declaró el líder empresarial.
Días después de haber dejado el gobierno, las controversias continuaron apareciendo. El tesorero municipal, José Alfredo Peña, se defendió asegurando que la ciudad dispone de 18 millones de pesos, pero también reconoció que se agotaron los 25 millones que el ayuntamiento había destinado para la imagen y comunicación social y que existe un adeudo de otros 9 millones en proveedores.
No obstante, aunque está garantizado el pago de las nóminas, la incógnita recae en el abandono que se encuentra la localidad, especialmente por la carencia de infraestructura pública.
Sobre los procesos indagatorios que se ciernen ante la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas, se desconoce el rumbo que tomarán y si el controvertido alcalde con licencia es llamado a responder ante las acusaciones que se denunciaron en su contra.
Lo cierto es que con todo y polémica, González Uresti fue designado subsecretario de Calidad y Atención Médica Especializada de la SST.
En declaraciones para un periódico nacional, la diputada Patricia Pimentel, de Movimiento Ciudadano, sostuvo que éste no debió ser “premiado” con un cargo como subsecretario, sino que por el contrario, debe responder “por delitos diversos que lesionaron gravemente a la ciudad”.
Así, el médico al que se le señala de haber dejado a la capital del Estado enferma de muchos males, se dedicará ahora a “cuidar” la salud de los tamaulipecos.