
Ante numerosos personajes de la órbita política, del servicio público nacional, de la militancia tricolor y al menos unos tres mil espectadores, Eugenio Hernández Flores presentó su Cuarto Informe de Actividades en el flamante Centro de Convenciones de Tampico, el pasado domingo 30 de noviembre.
En infraestructura y logística –dignas del recibimiento de un jefe de Estado– fue el evento más trascendental de este año para el gobernador de Tamaulipas. Cada detalle fue cuidado con especial esmero, desde el ingreso de los asistentes, hasta su distribución en el recinto.
Entre los invitados de honor estuvieron Luis Tellez, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); Carlos Romero Deschamps, dirigente sindical de Petróleos Mexicanos; Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores, y Beatriz Paredes, presidenta Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los gobernadores de Nuevo León, Natividad González Parás; de Veracruz, Fidel Herrera; de Oaxaca, Ulises Ruiz; de Coahuila, Humberto Moreira; de Durango, Ismael Hernández, y de Hidalgo, Miguel Angel Osorio.
Los ex mandatarios tamaulipecos Tomás Yarrington Ruvalcaba, quien reapareció; Manuel Cavazos Lerma, Américo Villarreal y Enrique Cárdenas González.
CONTENCION MEDIATICA
Vísperas del Informe (que comenzó minutos antes de las 14:00 horas), cuadrillas de uniformados de los tres órganos de gobierno fueron desplegadas para custodiar el orden al interior y fuera del Centro de Convenciones, localizado junto a la Laguna del Carpintero.
Desde lejos podían divisarse varios helicópteros que sobrevolaban el área y decenas de patrulleros desviando el tráfico. Personas sin invitación o identificación no tuvieron permitido el ingreso.
El dispositivo de seguridad fue férreo hasta para el ejército de reporteros que desde temprano arribaron al lugar. Los comunicadores debieron pasar por un túnel detector de metales y sujetarse a una rigurosa revisión de sus pertenencias.
Luego fueron ingresados a una sala de información, donde se les conminó a escuchar el mensaje del gobernador en videoconferencia.
Quienes tuvieron mejor suerte accesaron hasta un “corral” ubicado junto al estrado en el extremo derecho del auditorio, pero aun así sus tareas fueron complicadas por la nula visibilidad hacia el público.
Desde la zona de asientos podían mirarse las cámaras que subían con dificultad por encima de la gran barrera de madera, hecho que originó molestias entre los representantes de diversos medios. Hubo quienes se las ingeniaron y consiguieron sillas para captar a los políticos ahí reunidos y ciertos aspectos del auditorio.
UN AÑO DE GRANDES AVANCES
Fuera de eso el Cuarto Informe del gobernador estuvo intachable, cargado de aplausos y porras del público. “¡Eugenio!, ¡Eugenio!”, eran las palabras más celebradas por la audiencia.
Ahí el mandatario refrendó su compromiso de seguir impulsando al Estado y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
“Los tamaulipecos tenemos claro a donde queremos ir. En competitividad somos una de las cuatro entidades que le da mayor viabilidad al futuro económico del Estado”, mencionó.
Durante 2008, dijo, su gobierno ayudó a más de 50 mil pequeños empresarios y de igual manera fomentó la inversión extranjera.
“Noventa y un industrias de clase mundial se han establecido en nuestro Estado, 25 de ellas en el último año, captando más de dos mil 500 millones de dólares. Según Coparmex, Tamaulipas es el mejor lugar para invertir”, comentó.
En su recuento de avances el gobernador destacó el funcionamiento del Programa Estatal de Infraestructura, el cual tiene un margen de operaciones cercano a los 50 mil millones de pesos. Agregó que Tamaulipas es la entidad que más invierte per cápita y la primera en eficiencia gubernamental.
Eugenio subrayó la modernización del 65 por ciento de los principales tramos carreteros a lo largo y ancho de la entidad, así como la construcción de dos nuevos cruces fronterizos que unirán a los municipios de Río Bravo y Reynosa con las ciudades texanas de Donna y Mission, respectivamente.
“Somos la frontera más ágil de la República Mexicana y la más dinámica en el mundo”, manifestó.
También aludió al acueducto (con una anchura de tres metros) que se construye paralelo a la franja fronteriza y con el que se pretende garantizar el suministro de agua potable durante más de 30 años.
En materia agropecuaria el Ejecutivo estatal recalcó los beneficios del campo tamaulipeco. Citó como ejemplo las plantaciones de olivares de Tula, las cuales cuentan con el impulso de su mandato. Referente a la crianza de ganado vacuno dijo que en 2008 se alcanzaron más de 100 mil toneladas en volumen de carne, lo que habla del gran desempeño de los productores tamaulipecos.
En el aspecto cultural, Eugenio acentuó los primeros 10 años con éxito del Festival Internacional Tamaulipas (FIT) y comentó que con el nuevo Centro de Convenciones de Tampico el Estado cuenta con escenarios de primer nivel. En ese contexto citó que se puso la primera piedra del Parque Cultural de Reynosa, una obra muy esperada por sus residentes.
En el tema de la seguridad, Eugenio dijo que en 2008 se destinaron casi 250 millones de pesos, con los cuales se redujo considerablemente la tasa delincuencial.
En el ámbito de salud, el mandatario destacó la entrega del Hospital Materno Infantil de Reynosa y la remodelación del Hospital General de Matamoros.
Señaló que actualmente se construye un banco de sangre y el Centro de Trasplantes, obras cercanas a los 100 millones de pesos.
También evocó la reciente entrega del CRIT de Altamira, al que acudió la primera dama Margarita Zavala de Calderón y que tuvo una inversión superior a los 180 millones de pesos.
“Mi visión política proviene de mi partido el Revolucionario Institucional, un partido líder y me siento muy orgulloso de tener su respaldo”, dijo visiblemente emocionado.
Así, alrededor de las 15:30 horas Eugenio cumplió su obligación de informar a la ciudadanía en su cuarto año como gobernador. Luego se dirigió con sus invitados a quienes saludó uno a uno, sobre todos los de primera fila.
Entre ellos estaba Tomás Yarrington Ruvalcaba, ausente en los primeros tres Informes de su predecesor. Y su asistencia fue tan curiosa como morbosa.