
Obreros de Matamoros colocaron el pasado 25 de enero las banderas rojiblancas como señal de huelga en 45 empresas maquiladoras, luego de que el sector patronal no aceptara pagar el 20 por ciento de aumento salarial y el pago de un bono anual de 32 mil pesos a cada uno de los poco más de 35 mil trabajadores.
Con el estallamiento a huelga en 45 maquiladoras se percibe un negro panorama laboral para Matamoros, pues autoridades y sindicatos estiman que al menos 35 mil obreros se quedarán sin trabajo y muchas empresas analizan irse en definitiva de esta ciudad.
Era la mañana del 12 de enero cuando más de dos mil obreros enardecidos, portando pancartas y encabezados por la líder moral Susana Prieto Terrazas tomaron la plaza principal para posteriormente iniciar una marcha rumbo a las oficinas del Sindicato de Jornaleros Obreros Industriales de la Industria Maquiladora de Matamoros, (SJOIIM).
Frente a la presidencia municipal los miles de trabajadores lanzaron improperios contra su líder sindical Juan Villafuerte Morales a quien acusaron de ser un vendido y de negociar a espaldas de la clase trabajadora.
Al ritmo de la canción de Todo el Power de la banda Molotov los trabajadores alzaron la voz con un “Dame, dame, dame todo el power para que te demos en la madre” y así fueron coreando por toda la calle Sexta y subieron por la Iturbide para llegar a la calle 12 donde este ubicado el edificio sindical del SJOIIM.
Ahí los obreros cerraron la calle y exigieron que saliera y diera la cara Villafuerte Morales, quien finalmente accedió a la petición de la abogada Prieto Terrazas.
Los obreros ejercieron presión y levantaron el tono de las protestas y a pesar que Villafuerte Morales les explicó que las negociaciones iban por buen camino decidieron declararse en paro de labores permanente.
Fue en ese mismo rato cuando Juan Villafuerte Morales responsabilizó al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca de lo que pudiera pasar en un futuro, pues la Secretaría del Trabajo estatal mostró una total indiferencia con la clase trabajadora a tal grado de no participar en ninguna de las negociaciones.
El líder del gremio acusó a María Estela Chavira Martínez, secretaría del Trabajo, de apatía, pues a pesar de estar enterada de los paros no fue capaz de venir a mediar o ya de perdido enviar a uno de sus colaboradores para intentar destrabar el paro laboral.
En ese momento los trabajadores pidieron a Juan Villafuerte que ese mismo sábado colocaran las banderas rojinegras en todas las empresas con las que el SJOIIM tiene firmados contratos colectivos de trabajo.
“Compañeros yo les pediría que me dejaran negociar el aumento del 20 por ciento, y destrabar el asunto del bono anual”, señaló Villafuerte Morales pero a cambio recibió un rotundo no de los inconformes quienes eran liderados por la abogada Susana Prieto quien en todo momento se burló de las propuestas del dirigente del SJOIIM.
La tarde del 12 de enero sin existir emplazamiento a huelga de por medio y sin el aval del SJOIIM algunos obreros por su cuenta instalaron banderas rojinegras a las puertas e impidieron el paso a las plantas a otros obreros que si querían laborar.
Las empresas afectadas por este paro fueron Siderúrgica del Golfo, Sistemas Estructurales y Construcciones, Kemet, Tyco, Parker, Autoliv, Plytech, CTS, Dura, AFX Industries, Inteva, STC, Polytech, por citar algunas.
Mientras siguen los problemas en las maquiladoras de Matamoros los obreros declaran que seguirán instalando banderas rojinegras y se quedan permanentemente en la plaza principal como una medida de presión.
Para el 15 de enero queda al descubierto que los delegados sindicales del SJOIIM intimidan a los obreros que decidieron parar labores en las 43 empresas maquiladoras.
El paro considerado por el SJOIIM y los empresarios como ilegal comienza a tener mayor penetración y muchos obreros deciden unirse al movimiento, pero otra minoría decide seguir laborando.
El 16 y 17 de enero los obreros siguen en plantón permanente en la plaza principal y continúan con las demandas e insisten que solamente levantarán el paro si les otorgan un 20 por ciento de aumento salarial y el pago de 32 mil pesos como bono anual.
El día 17 de enero desde temprana hora los obreros truenan contra el otro líder sindical Jesús Mendoza Reyes y toman las oficinas del Sindicato Industrial de Trabajadores en Plantas Maquiladoras y Ensambladoras de Matamoros (SITPME).
Los obreros inconformes denuncian que llevaban trabajando más de 10 años en las empresas afiliadas al SITPME y jamás han recibido un bono anual, por tal motivo exigen a Jesús Mendoza Reyes que salga y explique que paso con ese dinero.
Mendoza Reyes a como pudo y con la ayuda de sus guaruras salió corriendo del sindicato y se subió a una camioneta blindada de reciente modelo y dejó a los trabajadores aun más enojados.
“Tenemos muchos años trabajando en las maquiladoras de don Jesús, pero hasta ahora nos estamos enterando que los bonos anuales que son de entre 10 mil y 30 mil pesos lo cobraba don Jesús pero nunca nos dio ningún cinco”, demandó Guadalupe Quintana Martínez.
El obrero aclaró que ahora entiende porque el dirigente del SITPME vive entre lujos con camionetonas del año y es cuidado por guaruras quienes en todo momento lo protegen y evitan que alguno de sus representados se le acerque.
Para la noche del 18 de enero los obreros abandonan la plaza principal y comienzan una marcha nocturna y entre gritos de “huelga, huelga” se dirigen al Parque Industrial e invitan a los trabajadores a no entrar y se presentan los primeros roses entre quienes apoyaban el movimiento y quienes los rechazaban.
Ese mismo día pero en horas de la tarde el presidente de Index Matamoros, Rolando González Barrón, asegura que los paros laborales en las maquiladoras dejaron pérdidas por más de 100 millones de dólares.
Asimismo señaló que de continuar con dichos paros el daño a ese sector será demoledor por lo que invitó a las partes en conflicto a negociar y conciliar para que no haya mas pérdidas.
La madrugada del 19 de enero los obreros que salieron del tercer turno inician otra marcha y parte de la avenida Lauro Villar y calle Primera hasta Ciudad Industrial donde invitan a los obreros a no entrar a laborar y muchos son convencidos casi a la fuerza.
En dicha marcha lanzaron consignas contra los lideres sindicales y contra los delegados sindicales que se oponían a la instalación de las banderas rojinegras.
Por su parte Juan Villafuerte Morales asegura que la declaratoria de huelga vence el viernes 25 de enero, por lo que los empresarios afectados por el paro consideran que dicho movimiento es ilegal e invitan a los obreros a entrar a laborar o se les descontaran los días.
Para el 21 de enero y ante la negativa de la secretaria de Trabajo Estatal de conciliar el conflicto el alcalde de Matamoros Mario López Hernández, acude a la plaza principal y toma la palabra pese a que los obreros en plantón permanente estaban irritados.
El munícipe fue cuestionado, pero respondió a las acusaciones hechas por los dirigentes sindicales, y en presencia de cientos de obreros aseguró que pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que intervenga para terminar con el conflicto laboral.
López Hernández externó que solicitó la presencia en la ciudad de la secretaria del Trabajo, María Luisa Alcalde y de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Corría el día 24 de enero y el presidente municipal de Matamoros Mario López Hernández vuelve a tomar la palabra y en esta ocasión reveló que dos abogados de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) se sumarán a las pláticas obrero-patronales en un intento por destrabar la inminente huelga.
Ese mismo día llegan a la ciudad el coordinador de conciliadores de la STPS Guillermo Roca Santos Coy y el abogado laboral Guillermo Hernández.
Poco después de las 14:00 horas del día 25 de enero y cuando todo parecía que se arreglaría con la presencia de abogados de la STPS del gobierno federal, estalla la huelga en las 46 maquiladoras afiliadas al SJOIIM.
Así fue que después de 27 años de paz laboral en Matamoros se presenta la huelga general con la afectación y pérdida de más de 35 mil empleos y quien más pierde es la ciudad pues el 70 por ciento de la actividad económica depende de la industria maquiladora.