Dicen que en el mar la vida es más sabrosa y para quienes por placer o trabajo son asiduos a la pesca, no hay como obtener una buena captura desde el primer intento.
Esto es lo que próximamente ofrecerá la nueva granja de camarón del noreste tamaulipeco, la cual se construye junto a los poblados La Capilla y El Mezquital, de la ribera de Matamoros, y con la cual se pretende convertir la región en emporio acuícola.
Hace ocho años lo que nació como un buen deseo de varios inversionistas hoy está por rendir frutos “sin precedentes”, aseguran quienes se encuentran detrás de esta obra. Sus camarones, dicen, tendrán el mismo sabor de los recogidos mar adentro y “sólo bastará extender la mano para atraparlos”.
Francisco Ponce Frías, presidente del consejo de administración de la Sociedad Sonora y Tamaulipas, también conocida como la Granja Acuícola Matamoros, relata la manera en que surgió este ambicioso proyecto:
“Fue a raíz del éxito que dicha actividad ha surtido en otros Estados. Sonora, por ejemplo, tiene más de 22 mil hectáreas sembradas de camarón y produce arriba de 80 mil toneladas por temporada”, citó.
A decir del empresario, en México la agroindustria inició hace 17 años y el Pacífico cuenta ya con 600 mil hectáreas.
“Aquí (en el noreste) hay mucha tierra virgen que debe ser aprovechada y ese es nuestro objetivo”, subrayó Ponce Frías.
Entrevistado en el corazón de los estanques, a los que aún se les realizan adecuaciones, el integrante de este consorcio manifestó que actualmente aguardan diversos apoyos financieros del Gobierno del Estado a través de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
“Tenemos cuatro años en espera de esos recursos y ansiamos que ya nos sean aprobados. Los socios han cooperado con bastante dinero para nivelar los estanques y la construcción de un pozo de agua salada; sin embargo, aún nos hace falta un 15 por ciento para poder echar a andar la granja”, indicó.
El presidente del proyecto detalló que su sociedad cuenta con 12.48 hectáreas de superficie, la cual con el tiempo podrá incrementarse hasta 80, todas ellas asignadas por la federación para la cosecha de camarón.
“Esta es la primera vez que vamos a realizar tal actividad en el norte de la entidad y, como quien dice, seremos los pioneros.
“Ya están hechos todititos los estanques, canales, reservorios, pozos, que son las obras más pesadas. Tenemos la maquinaria, pero aún nos falta ese empujón final”, reiteró el entrevistado.
EMPLEO Y MEJORES EMOLUMENTOS
Entre otros beneficios que la granja de camarón impulsará, Ponce Frías destacó la derrama laboral que alcanzará a las comunidades pesqueras yuxtapuestas.
“En esta región esperamos tener éxito y favorecer no solamente a socios, sino también a los lugareños, pues se crearán importantes fuentes de trabajo.
“Creemos que será un ejemplo para que otras sociedades, grupos o cooperativas se desarrollen en la zona”, comentó el también contador público por la Universidad Nacional Autónoma de México.
En el mismo tenor, Víctor Manuel Sánchez Garza, administrador y socio del proyecto, apostilló que el propósito de los productores es “contribuir con un granito de arena en la elaboración de alimentos para la mesa de los mexicanos. Esperamos que nuestras autoridades le echen una manita al proyecto”, solicitó.
En cuanto al funcionamiento de la granja, el asociado explicó que el período ideal de siembra de camarón es entre abril y mayo. En tanto que la cosecha se levanta a mediados de octubre y comienzos de noviembre.
“Primeramente se siembran las larvas, se vierten hacia cada estanque, que es como un tinaco de baño y luego éstas se dirigen al fondo del mismo.
“El camarón puede permanecer alrededor de seis meses en la granja, pero si hay demanda de tamaños mediano o coctelero pueden haber excepciones; no obstante, nuestro propósito es obtener el camarón grande, que difícilmente lo hay en la República Mexicana”, sopesó Sánchez Garza.
UN TRABAJO ESPECIALIZADO
Para Francisco Ponce Frías, los objetivos de su sociedad camaronera están bien definidos y por lo mismo cada detalle ha sido tomado en cuenta.
“Contamos con un biólogo que se encargará de la alimentación del producto, la vigilancia de los parámetros del agua y los muestreos de crecimiento.
“Estimamos tener en la primera etapa unas 50 toneladas, sembrando unos 25 camarones por metro cuadrado. Es un cultivo semi intensivo. Estamos hablando de 250 mil camarones por hectárea. En total vamos a echar unas tres mil larvas”, dijo.
El especialista agregó que la especie de camarón que más se adaptó a esta región es la Vannamei, misma que supera los 24 centímetros de longitud.
Entre otros puntos a destacar, la Granja Acuícola Matamoros signó un acuerdo con la compañía Ocean Pacific, que será la proveedora de las larvas para siembra.
El alimento lo abastecerá la empresa Purina mediante un contrato que contempla diversas fórmulas alimenticias, según el tamaño del camarón.
“Se hicieron los contactos pertinentes en la Central de Abastos de la Ciudad de México y con una empresa estadounidense a la que será canalizado el producto.
“El costo de engorda es alto y se lleva el 60 por ciento de los gastos erogados”, asentó el presidente del consejo de administración de la Sociedad Corporativa Sonora y Tamaulipas.
Del plazo para que esta granja entre en funcionamiento, el administrador Víctor Manuel Sánchez Garza pronosticó que si los recursos solicitados al gobierno llegan antes de que concluya 2008, para mediados de abril próximo iniciará labores formales.
“Hemos trabajado arduamente a través de los años para lograr que este esfuerzo se cristalice. La expectativas son siempre ir más allá de lo que tenemos. Sabemos que un interés de nuestro gobierno es crear empleos y esta granja es una gran oportunidad.
“A esta región le vamos a dar más vida. A parte de la producción que generaremos, queremos crear fuentes de empleo y darle ese enfoque a la inversión nacional y extranjera, porque en el norte de Tamaulipas están las mejores fuentes de empleo”, remató.