Durante todo el nueve de septiembre la vida en Matamoros quedó trastocada por una protesta de integrantes del transporte público y comerciantes inconformes por la llegada a la ciudad de un Grupo Especial de la Policía Estatal quienes son señalados como los responsables de una serie de abusos y violaciones a los derechos humanos.
El 9 de septiembre fue un día caótico para Matamoros, luego de que integrantes del transporte público, comerciantes y ciudadanos bloquearon los puentes internacionales y los accesos al centro de la ciudad exigiendo la salida del Grupo Especial de la Policía Estatal conocidos como GOPES.
La madrugada de ese día, un contingente de elementos de esta corporación llegaron a esta frontera para realizar diversos operativos, de inmediato un grupo de ciudadanos salió a las calles para manifestar su rechazo a su presencia en la ciudad pues, aseguraron, cometen abusos en contra de la comunidad.
Las cosas se salieron de control cuando, al ver a la muchedumbre, algunos de los Policías accionaron sus armas al aire en varias ocasiones, provocando pánico entre los manifestantes.
Esto fue lo que generó que se decidiera bloquear los accesos de la ciudad en demanda de que los GOPES se fueran de Matamoros.
Diferentes vialidades en esa ciudad se veían bloqueadas, incluyendo el puente internacional y las calles que comunican a la plaza principal frente al palacio municipal.
Aproximadamente 150 choferes del transporte público se congregaron en la plaza principal de Matamoros, buscando un diálogo con las autoridades.
Francisco Flores, el líder de los manifestantes pidió la intervención de las autoridades municipales para mediar en el conflicto.
SE DESATA LA VIOLENCIA
Durante la tarde un joven enfermero identificado como Jorge Quintanilla, de 18 años de edad y con residencia en la ciudad de Brownsville, Texas, fue llevado por los manifestantes ante la Policía Investigadora, luego que molesto por no poder circular, decidió avanzar con su camioneta todo terreno en contra del grupo y sus vehículos.
El joven conducía una Hummer H3 con la que chocó varios autos de alquiler e, incluso, atropelló una menor de edad.
De acuerdo con los testigos, el señalado labora en una clínica privada de Brownsville y vive en Matamoros.
Los hechos se desataron cuando el joven circulaba frente al palacio municipal se percató de que la calle Sexta estaba bloqueada, por lo que aceleró su vehículo.
Los testigos dijeron que atropelló a una menor de edad quien fue llevada a un Hospital para su valoración.
Al ver la magnitud de los daños, abandonó la unidad motriz y corrió unas cuadras, hasta fue alcanzado por varios taxistas quienes casi lo linchan.
Posteriormente fue llevado ante las autoridades, quienes horas después lo liberaron.
Mientras tanto los manifestantes destrozaron la camioneta que duró varias horas abandonada en la plaza.
LLEGAN A UN ACUERDO
Luego de una larga conversación entre los taxistas y el gobierno de Matamoros, los inconformes levantaron el bloqueo en los puentes internacionales y accesos principales de esa ciudad.
Pasadas las 21:00 horas el líder de los taxistas, Francisco Flores, informó que llegaron al acuerdo de retirarse porque son responsables de mover a gran parte de los ciudadanos que se dirigen a sus fuentes de empleo, a los estudiantes y a toda clase de personas.
“Somos un grupo unido de taxistas que luchamos por salir adelante y lo que hacemos es llevar el pan nuestro de cada día a nuestras casas”, afirmó Francisco.
En las diferentes reuniones que los taxistas sostuvieron con el secretario del Ayuntamiento, Federico Fernández Morales, expusieron su queja de sentirse intimidados y afectados por el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) formado por la Policía Estatal.
En el diálogo afirmaron que GOPES les ha causado afectaciones en la economía de varios de sus compañeros porque les ha decomisado al menos 70 vehículos.