La nueva sede del Senado de la República contará con su propio “manifestódromo” con la intención de organizar a las marchas y plantones que se instalan sobre avenida Reforma.
Para ello, los senadores pidieron acondicionar un espacio público a un costado de la sede, en donde les colocaran baños, agua potable y hasta sonido para hacer escuchar las arengas.
Este miércoles, varias marchas y manifestaciones rodearon al nuevo inmueble que alberga al Senado en avenida Reforma 135, lo que generó caos vial en los alrededores.
Al respecto, Carlos Navarrete, coordinador de la fracción del PRD, informó en conferencia de prensa que como parte del proyecto de la nueva sede se construirá al lado del sitio, que tuvo un costo de dos mil 563 millones de pesos, un lugar para manifestaciones, en el parque Pasteur.
Esto permitirá –dijo- evitar bloqueos de la avenida Reforma y calles aledañas, y el caos vial típico de la zona.
“En todo caso el gobierno de la ciudad siempre tendrá elementos e instrumentos para evitar que Paseo de la Reforma se bloquee al 100%, o que Insurgentes se bloquee al 100%, ningún gobierno puede permitir que eso ocurra y nosotros estaremos en coordinación con el gobierno de la ciudad”, dijo.
Navarrete detalló que ya gestionan con el gobierno del Distrito Federal la reutilización de la plaza para que los manifestantes puedan contar con sanitarios, agua potable, e incluso sonido.
Además, contarán con entradas aledañas para que los representantes de los manifestantes en turno, puedan ingresar al inmueble a través de las llamadas “comisiones”, que suelen plantear sus demandas a los legisladores, e incluso negociar.
Y ante el nombre de “manifestódromo” pidió llamarlo “un espacio correcto para que se expresen con orden”.
Queremos construir –dijo- un lugar especial para que en lugar de que haya manifestaciones sobre Reforma, estén encima de la plaza.
Navarrete no descartó que una vez que se instale el nuevo sitio para manifestaciones, “una plaza digna, con sanitarios, con agua potable y con sonido”, los manifestantes les reclamen que se les quiere reducir a un espacio, “a un ghetto de manifestaciones porque esa connotación tiene un `manifestódromo` ¿eh?”.
Y aceptó que ante esta idea, habrá críticas, como las ha habido.
“Ya sé que le ha llovido sobre mojado al edificio del Senado, a veces con razón y a veces un poco exagerado, de todo hay, pero está contemplado que aquí a 50 metros de distancia, cuando terminen las obras del Senado, esté la plaza donde recibamos a los manifestantes”, dijo.
Navarrete pidió que no se sorprenda la ciudadanía por las manifestaciones, pues los legisladores deben escuchar a la sociedad.
Agencia El Universal