Todo un país está al pendiente de las declaraciones del corrupto gobernante, acusado de desviar miles de millones de pesos del erario veracruzano, porque el destino que pudieron haber tenido esos recursos salpicaría a Los Pinos.
CIUDAD DE MÉXICO
Curiosamente, luego de su aceptación de extradición a México del ex gobernador del Veracruz Javier Duarte de Ochoa, surgió un audio donde el político priista habla de un supuesto desvío de mil millones de pesos para una campaña política.
En los entretelones de la política mexicana, la “filtración” del audio entre Duarte y su ex secretario particular Tarek Abdalá, hoy diputado federal priista protegido por fuero, sugirió una advertencia o amenaza de parte del ex mandatario contra quien lo hiciera hablar.
Hay quienes suponen que parte de los miles de millones de pesos desviados del erario veracruzano fueron a parar a la campaña del actual presidente Enrique Peña Nieto.
Los cargos federales que pesan sobre Duarte son delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita y los presuntos cargos en ese Estado de dos acusaciones en tráfico de influencias, así como por incumplimiento de deber legal, abuso de autoridad, peculado y coalición.
El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, finalizó el pasado lunes por la mañana el episodio guatemalteco de sus problemas por presunta corrupción política y viajó a México tras ser extraditado desde Guatemala en una aeronave del gobierno mexicano, dio a conocer El Universal.
Duarte fue llevado a México en un avión de la Procuraduría General de la República (PGR) que despegó del hangar de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG) en el Aeropuerto Internacional de La Aurora, en esta capital y el más importante de Guatemala.
Tras cumplir con una serie de trámites diplomáticos, Duarte fue entregado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala a los emisarios del gobierno mexicano.
El guatemalteco Rudy Esquivel, vocero del Sistema Penitenciario de Guatemala, informó que el traslado del ex gobernador de Veracruz, de la cárcel de Matamoros a la base aérea, fue desde las 04:50 y que llegó a Fuerza Aérea a las 05:00.
El operativo desde Matamoros, un centro penitenciario de máxima seguridad para prisioneros de alta peligrosidad y relevancia política que opera en un cuartel militar capitalino en el que permaneció preso desde el 16 de ese mes, y su entrega en la base de la FAG se realizó bajo fuertes medidas de seguridad.
La movilización de la prisión al hangar se realizó de madrugada por medidas extremas de precaución.
Hilda Mérida, portavoz del Ministerio de Gobernación de Guatemala, informó que la Procuraduría General de la República (PGR) impidió el acceso de la prensa, al hangar de la Fuerza Aérea para que el ex gobernador de Veracruz no fuera exhibido ante los medios.
Duarte fue capturado a solicitud de México con fines de extradición en la noche del 15 de abril anterior en el suroccidente de Guatemala tras seis meses en fuga.
Ante dos instancias judiciales de la capital guatemalteca —los tribunales Quinto y Tercero y ambos de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente—, Duarte aceptó ser extraditado a México.
Ante el Tercero lo hizo el martes 27 de junio anterior por los presuntos delitos estatales en su contra y en el Quinto se allanó a la extradición el pasado martes 4 de julio por las acusaciones de supuestos cargos federales.
Duarte, de 43 años y gobernador de Veracruz de 2010 a 2016, se someterá a la justicia por los supuestos cargos federales de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita y los presuntos cargos en ese estado de dos acusaciones por tráfico de influencias, así como por incumplimiento de deber legal, abuso de autoridad,
peculado y coalición.
Luego de que el ex gobernador aceptó ser extraditado, autoridades judiciales y diplomáticas guatemaltecas aceleraron el trámite para notificar a la Embajada de México en Guatemala, lo que se produjo el jueves 6 de este mes en la tarde. Ese día, el gobierno mexicano advirtió al guatemalteco que primero debía cumplir con trámites internos antes del traslado y recibir autorizaciones judiciales, para evitar consecuencias legales.
El viernes 7 de julio, Guatemala urgió a México a llevarse a Duarte lo más rápido posible y confirmó que le reforzó la seguridad, por temor a un atentado de grupos mafiosos en contra del ex gobernador por ser poseedor de abundante información que puede perjudicar a “muchas personas criminales” y “tiene muchas cosas que decir” ante la justicia mexicana.