
Apenas comenzaba el martes 7 de septiembre cuando los medios daban a conocer la noticia: se había registrado una explosión en la refinería “Héctor R. Lara Sosa” en Cadereyta. De inmediato, las familias de los trabajadores petroleros que ahí laboran se preocuparon por los suyos.
Minutos después de las 9:30 horas, se recibió un reporte en la central de Cruz Verde local, solicitando la presencia de unidades de emergencia para el traslado de personas heridas. De inmediato elementos de Bomberos y personal de Protección Civil arribaron al centro petrolero.
La información desde el interior de la planta –ubicada en el kilómetro 37 de la carretera libre Monterrey-Reynosa–, salía a cuentagotas, lo que se reflejaba en los rostros de preocupación de los familiares de los petroleros que esperaban noticias en el acceso principal del complejo.
La atención de los medios de comunicación se concentró en la puerta siete, la más cercana a donde se registró el siniestro. Sin embargo, los pequeños orificios en la pared que delataban lo que había más allá de los muros eran rápidamente cubiertos por militares quienes buscaban evitar que los medios de comunicación captaran imágenes del interior.
Después del mediodía Pemex emitió su reporte oficial: una fuga en el compresor tres mil 800 de recirculación de hidrógeno de la planta hidrodesulfuradora de gasóleos, provocó una explosión que dejó como saldo dos muertos y nueve heridos.
Las víctimas fueron identificados como Juan Salvador Sánchez Paz, de 32 años de edad quien se desempeñaba como Ingeniero de Operación en la planta y Rodolfo Montemayor Mota de 49 años de edad.
De los heridos se dijo que siete laboran para la paraestatal, mientras que tres forman parte de la compañía Cicsa.
Las autoridades están preocupadas por Blas Jaime Segura Carballo, de 40 años de edad y quien tiene quemaduras de segundo y tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo.
NO AFECTARa PRODUCCIoN
Según Petróleos Mexicanos, la refinería “Héctor R. Lara Sosa” está conformada por 32 plantas de proceso que no se verán afectadas tras el incidente del 7 de septiembre.
Tan sólo dos de estas plantas dejarán de funcionar temporalmente: la hidrodesulfuradora de gasóleos y la coquizadora. La decisión se tomó de manera preventiva.
Según estimaciones de la misma empresa, el proceso de crudo disminuirá de 215 mil a 200 mil barriles diarios, sin que esto desestabilice el abasto de combustibles para la zona noreste.
Cabe mencionar que hasta el momento no se tiene información precisa de lo que causó la explosión.
LOS OTROS ACCIDENTES
En junio del año 2007, un rayo hizo que dos tanques de gasolina cruda con capacidad de 100 mil barriles explotaran en esta refinería, lo que provocó que las autoridades decidieran cerrar la circulación en carretera libre a Reynosa, además de que se evacuaran algunas de las colonias que se ubican alrededor de la planta.
Sin embargo, uno de los accidentes más recordados por los nuevoleoneses es el que ocurrió el mes de junio del año 1998, cuando explotaron unos depósitos de almacenamiento gasolina, dejando un saldo de 10 personas muertas y decenas de heridos.
Este accidente afectó la producción de la refinería, lo que provocó un desabasto de combustible en la región.
Afortunadamente para la región este percance fue mucho menor de lo que pudo haber sido, aunque hay que lamentar la muerte de una persona.
Radiografía de la refinería
La Refinería “Héctor R. Lara Sosa” se encuentra localizada a 36 kilómetros al este de la ciudad de Monterrey.
Sus instalaciones ocupan un área total de 489.5 hectáreas y cubre las necesidades energéticas de los Estados de Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y en forma parcial los Estados de Durango, San Luis Potosí y Tamaulipas.
En el año 2007 este centro energético produjo un promedio de 27 millones 71 mil litros de gasolina: Pemex Magna y Pemex Premium, así como Pemex Diesel y turbosina (combustible para avión) que representan ingresos en el rango de 674 millones de dólares.
En ese año se logró incrementar en tres mil barriles diarios el proceso de petróleo crudo con respecto a 2006, para llegar a un promedio anual de 210 mil 355 barriles diarios. Asimismo, se incrementó el Porcentaje de Utilización de la refinería al pasar de 75.5 por ciento a 79.8 por ciento, aspectos que fueron fundamentales para incrementar su rentabilidad.
Durante cuatro años consecutivos (2004, 2005, 2006 y 2007) la refinería obtuvo el primer lugar del Premio Nacional de Ahorro de Energía otorgado por la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (Conae).