Nuevo León se ha convertido en un Estado de progreso pero solamente para el crimen organizado, que en las últimas semanas ha sembrado el terror en una sociedad azorada por la capacidad de infiltración de los delincuentes.
El policía, el taxista, el estudiante, el vecino, la teibolera, el periodista. Todos somos sujetos de sospecha en la psicosis que invade a la comunidad y no hace distingos en sexo, edad o nivel social. La descomposición lo abarca todo.
Botones de muestra: Uno: a la abogada Raquenel Villanueva no la pudieron salvar ni sus escoltas oficiales. Cuatro veces fue la suerte la que ayudó a la polémica litigante y la quinta ya no la contó, pues fue acribillada en la pulga Río, un mercado lleno de clientes a plena luz de un domingo.
Dos: la colonia Cumbres Oro, un sector acomodado al poniente de Monterrey, marcó un récord al registrarse una balacera de hora y media, en la cual un comando de unos 40 hombres disparó más de mil 400 balas contra el número 6505 de la calle Cerro de Pasco, buscando ultimar al ex ministerial Luis Eduardo Moreno Monsiváis.
En la ejecución de Villanueva no ha habido ningún detenido y en la balacera de la colonia Cumbres ninguna autoridad municipal, estatal o federal hizo acto de presencia en los 90 minutos de balacera, a pesar de que la Policía regia recibió al menos 19 llamadas de los vecinos pidiendo auxilio.
La impunidad cabalga campante sobre el caballo del temor ciudadano. Tanto así, que ahora hasta nuestros vecinos de Tamaulipas se sorprenden por la violencia que se registra en las calles de Nuevo León.
SEMANA CALIENTE
La influenza, las elecciones y hasta los juegos de la Selección Mexicana sublimaron en el inconsciente colectivo el problema de inseguridad que seguía rondando las portadas de los periódicos, los titulares de los noticieros televisivos y las charlas en la escuela o la oficina.
Fue entonces que se presentó la histórica balacera en la colonia Cumbres Oro, en Monterrey. Histórica por tres elementos: duró hora y media, la protagonizó un comando de unos 40 hombres y la policía recibió al menos 19 llamadas pero nunca llegó.
Eran las 3:00 horas del jueves 13 de agosto cuando inició la pesadilla para los residentes de la calle Cerro de Pasco.
La fachada de 12 casas se convirtió en réplica de una zona de guerra, al menos media docena de autos quedaron con los cristales destrozados y la carrocería dañada.
Dentro de los inmuebles, familias enteras llenas de terror buscaban refugio en los baños, en los patios, en las habitaciones más alejadas de la puerta principal, donde la tormenta de plomo rompió el silencio de la madrugada.
De la sorpresa y el desconcierto al escuchar las primeras detonaciones, los residentes pasaron al terror cuando confirmaron que eran balazos y finalmente al desamparo y la impotencia al darse cuenta que pasó más de una hora y por más que llamaban a la policía nunca llegó el auxilio.
El tiroteo fue tan intenso y extendido que más de un vecino se animó a grabarlo, y aunque las imágenes son pobres por la escasa iluminación y la lejanía, el sonido es impresionante.
Bajo el título de “balacera Cumbres Oro”, el portal de videos YouTube muestra 3 videos que, en sus primeros 5 días en la red, han sido reproducidos más de 20 mil veces.
El impacto emocional fue de tal magnitud que las autoridades estatales, en una decisión inédita, optaron por hacerse cargo de las reparaciones a las casas dañadas.
Además, enviaron una cuadrilla de psicólogos que se instaló en la misma calle de los hechos para brindar apoyo a los vecinos, quienes empezaron a manifestar síntomas de estrés post traumático: ansiedad, temor e insomnio, entre otros. Es decir, el mal que aqueja a quienes viven en regiones en guerra.
AHORA EN SAN NICOLAS
Habían pasado cuatro días de la histórica balacera en Cumbres Oro, en Monterrey y el tema aún seguía vigente en las charlas cotidianas, cuando vino otra sorpresa.
La mañana del lunes 17 de agosto, los habitantes de la zona metropolitana se despertaron con una imagen que no les es ajena pero hacía tiempo no se repetía: los noticieros locales de televisión encadenaron sus señales para transmitir el cerco que soldados y policías de los 3 niveles montaron en la colonia Los Laureles, en San Nicolás.
Las acciones iniciaron a las 6:30 horas y duraron hasta las 9:00 de la mañana. Hubo un tiroteo intenso, detonación de granadas y el saldo fue de 5 militares heridos y cuatro sicarios muertos.
Convertida en trinchera, la calle Fresnos, desde Alamos hasta Laureles, fue invadida por decenas de hombres armados con rifles de asalto que buscaban ingresar al domicilio marcado con el número 406.
Primero se acercó un grupo de militares que fue recibido a balazos y con una granada que estalló en el pavimento y cuyas esquirlas lesionaron a tres soldados.
En la televisión las imágenes no eran muy precisas, pues los camarógrafos estaban lejos de la línea de fuego, pero el audio permitió detectar al público el estruendoso tableteo de las balas escupidas por los AK-47 y los AR-15.
Fachadas con las paredes cosidas a balazos, carrocerías agujeradas y vidrios de casas y autos destrozados fueron el paisaje que el combate al crimen organizado fue dibujando para los vecinos de la colonia Los Laureles.
Sin embargo, eso no fue lo peor, sino la experiencia de terror y de impotencia. Ver en peligro a los seres queridos y sentirse indefenso ante una bala perdida fue mucho más impactante que el daño en los bienes patrimoniales.
Sin embargo, eso se deduciría después porque en medio del caos, la casa sitiada comenzó a despedir una intensa nube de humo. Una versión indica que los delincuentes incendiaron el lugar a propósito para poder huir y otra que por error estallaron una granada dentro del inmueble.
Lo cierto es que los maleantes aprovecharon el incendio para huir por los techos vecinos –algunos vistiendo pantalones cortos y otros sin camisa– y recorrer una cuadra, hasta llegar a un domicilio donde tomaron de rehenes a dos mujeres.
Inició un nuevo tiroteo que incluyó la detonación de otra granada de parte de los sicarios, ignorando que el perímetro de 500 metros a la redonda estaba rodeado por soldados y federales, quienes respondieron al fuego con sus armas de alto poder y abatieron a cuatro pistoleros.
En el lugar se decomisaron un automóvil Bora, con placas de circulación SDZ-4378; un vehículo Ford Mondeo, con placas SEM-2547, una camioneta Nissan, con placas SDJ-1460 y una camioneta Armada blindada y sin placas, todos ellos reportados como robados.
Los comerciantes de los negocios aledaños decidieron cerrarlos y afrontar las pérdidas económicas antes que arriesgarse a recibir una bala perdida. De todas maneras, con el cerco impuesto por las autoridades, la afluencia de personas fue nula.
Uno de los delincuentes detenidos reveló la ubicación de otra casa de seguridad, está en la colonia Bosques de la Pastora, en el vecino municipio de Guadalupe, a donde de inmediato se dirigió un convoy de soldados.
EL TURNO DE GUADALUPE
Como una auténtica película de guerra, apenas los medios informativos estaban armando el rompecabezas de lo ocurrido en la colonia Los Laureles, de San Nicolás, cuando la acción se trasladó al municipio de Guadalupe.
Unos 50 militares irrumpieron en el número 2234 de la calle Bosques de los Fresnos, en la colonia Bosques de la Pastora, a menos de 10 kilómetros de distancia.
Eran las 10:00 horas y aunque fueron recibidos a balazos, como había ocurrido durante la misma madrugada en la colonia Los Laureles, de San Nicolás, esta vez el enfrentamiento no fue tan prolongado.
Los delincuentes dispararon en dos ocasiones, según versiones de testigos, mientras que los soldados lo hicieron cuatro veces y a los pocos minutos lograron ingresar al domicilio, de dos plantas y amplia cochera.
Vecinos entrevistados informaron que la casa de seguridad tenía apenas un mes de haber sido rentada y eran hombres quienes se veían entrar y salir a diferentes horas y en distintos vehículos.
Fueron detenidos seis hombres y dos mujeres y se decomisaron una camioneta Voyager y una Suburban, ésta última con vidrios blindados y un dispositivo para dejar caer púas para dañar llantas en caso de una persecución.
Armas largas, documentos y playeras con la leyenda “Fuerzas especiales del cártel del Golfo, Sierra Néctar” y el logotipo de una Z sobre el mapa de la República Mexicana, también fueron objetos encontrados en el interior del inmueble que no sufrió mayores daños.
Después se informó que durante el enfrentamiento en San Nicolás uno de los delincuentes abatidos era Refugio Garza Pescador, alias “El Rambo”, encargado de la venta de droga en los municipios de San Nicolás y Guadalupe para el cártel del Golfo.
Además, una de las detenidas en el operativo de Guadalupe es Andrea Guadalupe Medina López, pareja de “El Rambo” e hija de Amador Medina Treviño, secretario de Seguridad Pública del municipio conurbado de Apodaca.
“Estoy que me lleva la fregada… tanto que hice por ellos (sus hijos) y ahora con esta novedad. No veo dónde meterme”, dijo en una rueda de prensa Medina Treviño.
VOCES DE ALARMA
Luego de este recrudecimiento de la violencia, los medios informativos han sido el recipiente de la catarsis ciudadana, pues ahí se vierten los temores, preocupaciones y dudas de la ciudadanía que siente miedo ante la impunidad de los delincuentes y la inoperancia de las policías municipales y estatales.
El periodista José Francisco Villarreal Chapa, en su columna del 15 de agosto en el periódico digital Los Tubos, lo resume de la siguiente manera:
“El factor común es que (los tiroteos) sucedieron en lugares que frecuentamos, y en las horas en que los frecuentamos. Mi duda era si los grupos violentos están muy desesperados como para actuar así, o si se sentían demasiado seguros para hacerlo. La balacera desatada contra domicilios en la colonia Cumbres Oro incrementa mi incertidumbre. Si los anteriores hechos nos dejaban desvalidos en las calles, esta balacera y sus secuelas nos dejan desvalidos en nuestras propias casas”.
Por su parte, el director editorial de Milenio Diario, Javier Sepúlveda, en su columna Panóptico, del 17 de agosto, expresa:
“La realidad para esta gente de Mitras Poniente que la semana pasada se sintió abandonada a su suerte en medio de una balacera que duró una hora, es que el Estado no cumplió su función de proteger a sus habitantes, porque las fuerzas policíacas municipales, estatales y federales nunca llegaron, pese a que recibieron el llamado de auxilio… el sentir popular es que, más que un Estado de Derecho, lo que hoy tenemos es un estado de terror. Y eso no es imaginación”.
Javier Treviño Cantú, coordinador del equipo de transición del gobernador electo, Rodrigo Medina, y con fama de ser más cauteloso que un gato en sus declaraciones públicas, no pudo evadir el ferrocarril de cuestionamientos de la prensa y declaró que “el gobierno tiene que ser mucho más eficaz en los temas de atención en materia de seguridad”.
El secretario estatal de Seguridad Pública, Aldo Fasci, atribuyó a “reacomodos” los enfrentamientos: “hay reacomodo en algunos grupos de la delincuencia organizada, esto provoca enfrentamientos. No sabemos si ya terminaron los reacomodos o no, eso no lo sabemos… entonces en ese sentido, pues habrá más detenidos y habrá más enfrentamientos”.
Para el gobernador, Natividad González Parás, la situación no es diferente a lo que ha venido sucediendo en la entidad y lo que ocurre en el resto del país.
“Como ustedes saben las redes del crimen organizado se han extendido mucho a lo largo y a lo ancho del país, operan en distintas regiones, zonas y en Nuevo León se les están haciendo frente”, dijo el mandatario en un intento por darle un barniz de normalidad a la situación.
Por su parte, el secretario estatal de Salud, Gilberto Montiel, anunció que los ciudadanos que lo necesiten recibirán tratamiento psiquiátrico o psicológico para superar el trauma de vivir de cerca una balacera.
Hasta el cierre de esta edición aún no se determinaba por qué no se respondió a los llamados de auxilio de los vecinos de la colonia Cumbres Oro. Tampoco se han dado a conocer pistas de los asesinos de la abogada Raquenel Villanueva.
Y la pregunta que flota en el ambiente ciudadano es, más que duda, premonición: ¿dónde ocurrirá la próxima balacera?
La vía pública, un riesgo latente
JUNIO 1
:: Rogelio Garza Cantú “El Diablo”, el abogado propietario del Casino Revolución, los restaurantes La Costilla, así como una serie de table dances, fue acribillado cuando iba a subir a su camioneta Titán blindada, afuera del 7-Eleven de Ruiz Cortines y Ciudad Valles, en la Colonia Mitras Centro, a dos cuadras de su negocio, el Amnesia. Los asesinos también ejecutaron a Rodrigo Cruz Reyes, de 23 años, empleado de mantenimiento del establecimiento y quien descansaba después de comer y era ajeno a los hechos.
JULIO
:: 12- Un comando armado ejecutó a Román García Rosas, de 30 años, al dispararle por lo menos 113 balas en la calle Doctor Coss, atrás del Casino Monterrey y a una cuadra de la Catedral. Era domingo por la tarde y el lugar estaba lleno de jóvenes que visitaban los centros de baile de la zona.
14- Mueren 4 sicarios y 2 hombres que estos habían “levantado” minutos antes del enfrentamiento contra agentes federales en el sector Linda Vista en Guadalupe.
Los pistoleros muertos son José Ricardo Padilla Reyes, quien fue policía municipal de Cadereyta hasta 2008 y Jesús Artemio Muñoz García, quien fue detenido en 2007 junto a un grupo de vigías o “estacas” del Cártel del Golfo. Los otros dos sicarios muertos eran Enrique Johnson Ahumada y Héctor Bautista Ponce.
29- Dos bandas de sicarios se enfrentaron por más de media hora en la colonia Privadas de Linda Vista; en el número 758 de la calle Del Fortín se dejaron más de 130 impactos en la vivienda, la policía nunca llegó al llamado de los vecinos.
31- Ejecutan a 3 en el municipio de Santiago. David Cabrera McGregor, de 54 años, y de sus hijos José David, de 23, y Daniel Darío Cabrera González, de 18, fueron privados de la vida, al recibir varios impactos de bala cuando se encontraban en el interior de su quinta Congregación El Ranchito en Santiago.
AGOSTO
:: 8- La violencia incontrolable llegó a la región citrícola en el mes de agosto, en el centro de General Terán, el director de policía Daniel Arjona Serna y un policía se enfrentaron a un grupo armado, ahí perdió la vida un sicario. Un comando rescató el vehículo y el cuerpo sin vida del presunto sicario.
9 –Cuando se disponía a hacer unas compras en los pasillos de la pulga Río, la abogada Raquenel Villanueva Fraustro fue acribillada por un comando frente a su hija, sus dos escoltas y un sinnúmero de clientes que presenciaron el atentado en pleno domingo, el día que más visitantes recibe el mercado.
13- La ola de violencia siguió en Monterrey. En esta ocasión, al menos unos 40 pistoleros madrugaron y sembraron el terror durante 90 minutos con ráfagas de armas automáticas y explosiones de granadas en la colonia Cumbres Oro, donde la policía brillo por su ausencia. Resultó herido un ex ministerial de nombre Luis Eduardo Moreno Monsiváis, quien rentaba la vivienda.
17- Un enfrentamiento entre el ejército y el Cártel del Golfo en la colonia los Laureles, en San Nicolás dejó como saldo a 4 pistoleros muertos; además, derivado de este operativo, fue cateada una casa en la colonia Bosques de la Pastora en Guadalupe.
Un total de 12 delincuentes fueron detenidos y 5 soldados resultaron heridos en la colonia Los Laureles en San Nicolás y en la colonia Bosques de la Pastora en Guadalupe.
El mismo día fue ejecutada Herminia Rentería Juárez, de 33 años de edad en el libramiento Noroeste, en Escobedo. Al momento de los hechos la mujer conducía su auto que había adquirido hace cerca de dos meses.
Por Marilú Oviedo