Haciendo gala de la diversidad y contrastes que le ofrecen ser la urbe más grande del mundo, la Ciudad de México vivió de todas las formas posibles el pasado proceso electoral del 1 de julio.
Quien buscaba la intensidad del fragor de la lucha política encontró su catedral en la Macrosala de prensa del IFE, el epicentro de toda la información electoral, recogida y transmitida por cientos de reporteros mexicanos y de otras parte del mundo.
En esta superficie de tres mil 220 metros cuadrados fue donde se levantó una estructura con capacidad para 900 personas que, por increíble que parezca, no era más que una enorme lona basada en fibra de poliéster, reforzada con un entarimado, tubos de alta resistencia que incluyeron refuerzos y barandales para su mayor resistencia y seguridad.
Cubierta con hojas de triplay de 19 mm (que evitan la hinchazón por humedad), este espacio fue diseñado para el tráfico pesado y para ello se instaló una alfombra de polipropileno, anti inflamable y antiestático, además de que cumplía con las más estrictas medidas de seguridad contra incendios, temblores, ruptura y rasgados.
Aquí se instalaron 32 proyectores de video que transmitieron los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), que daba a conocer el avance del conteo de actas en cada uno de los 300 distritos electorales del país.
Además, estaban las dos pantallas gigantes de 6.1 metros de alto y 4.6 de ancho, desde donde la noche del 1 de julio, a las 23:15 horas, el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, dio a conocer a México y al mundo los resultados del conteo rápido que proyectaban el triunfo del priista Enrique Peña Nieto.
Apenas terminó este mensaje, cuando en cadena nacional el presidente Felipe Calderón felicitó al virtual ganador de la contienda.
“Mi gobierno tiene la absoluta disposición de colaborar para que el cambio de gobierno de haga de manera ordenada, transparente y eficaz”, expresó.
Calderón señaló que los mexicanos acudieron a las urnas en libertad y de acuerdo con el IFE, las elecciones se desarrollaron con tranquilidad.
Y añadió: “una vez que el Tribunal electoral del Poder Judicial de la Federación valide los resultados, el licenciado Enrique Peña Nieto será el próximo presidente de la República, quiero felicitarle sinceramente”.
Al finalizar el mensaje presidencial, fue el propio Peña Nieto quien apareció en televisión para, desde la instalaciones del PRI, proclamarse ganador de la contienda.
“Este domingo ganó México: la jornada electoral transcurrió en paz y con tranquilidad, ha sido una auténtica fiesta democrática, en la que votaron más de 49 millones de mexicanos. Esta elección ha sido de los ciudadanos. Fueron los ciudadanos quienes emitieron, supervisaron y contaron los votos”, expresó.
En su mensaje hizo un reconocimiento a las autoridades electorales y al presidente de la República por su “vocación democrática”.
Y agregó: “Hoy domingo primero de julio no ganó una persona o un partido político, este día ganó la democracia, en esta elección ganamos todos, ganó México.
“A quienes votaron por otras opciones les aseguro que gobernaré con todos y para todos. Tengan la certeza de que me esforzaré al máximo, para dar respuesta a sus legítimas demandas”.
Previendo las protestas que se iban a dar, Peña Nieto dijo: “Les invito con franqueza a que dejemos atrás las diferencias y tensiones propias de esta contienda electoral y de cualquier otra; más allá de los colores o siglas partidistas, más allá de preferencias personales, hay algo que nos une a todos, que nos hermana: nuestro amor por México”.
Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador, quien obtuvo el segundo lugar en las elecciones, no compartió el llamado de Peña Nieto y anunció que impugnará las elecciones.
En conferencia de prensa, en la que estuvo acompañado por los dirigentes de los partidos que conforman la coalición “Movimiento Progresista” y la mayor parte de los personajes que integrarían su gabinete, el candidato presidencial señaló que existen evidencias de que el proceso fue amañado y se rebasaron los topes de gastos de campaña.
Indicó que tiene pruebas de que el PRI, a través de los gobiernos estatales que controla, gastaron alrededor de cinco mil millones de pesos del erario para la compra de, al menos, un millón de votos.
Añadió que otras irregularidades que se presentaron son la amenaza y agresión en contra de los representantes de su movimiento en las casillas, lo que impidió una adecuada defensa del voto.
Al mismo tiempo, acusó a los medios de comunicación, principalmente Milenio y Televisa, de haber manipulado encuestas y su información en general a favor de Enrique Peña Nieto.
Durante la conferencia de prensa, varios medios intentaron que López Obrador les contestara si va a haber un nuevo un plantón en Reforma, preguntas que López Obrador siempre evadió diciendo que va a esperar los resultados de la validación de la elección.
Sin embargo, advirtió: “Tengo que actuar con responsabilidad, en ocasiones tengo que auto limitarme por respeto al movimiento que represento”.
Por otra parte, el candidato explicó que fue gracias a los gobernadores priistas, quienes prometieron una “cuota de votos”, por lo que se ha dado el triunfo del tricolor en los Estados del norte de la República.
Indicó que en el caso del Estado de México la promesa fueron dos millones 900 mil votos, cifra que finalmente se registró.
El enojo de los lopezobradoristas superó incluso la alegría del perredismo local, que no dejaba de festejar la paliza que Miguel Mancera propinó a sus tres contrincantes a la jefatura de gobierno del Distrito Federal.
Como queriendo dejar muy en claro que en esta ciudad el PRD manda desde hace casi 20 años, Mancera tuvo un verdadero día de campo que al final le redituó con una victoria obtenida gracias a que más del 60 por ciento de los electores lo dieron su apoyo.
ESTALLA LA FURIA
Quien buscaba descargar su frustración por los problemas que se viven en el país, pudo encontrar desahogo en las marchas y protestas de todo tipo de organizaciones sociales, entre las que destaca el Movimiento #YoSoy132.
Horas antes del arranque el proceso electoral, los integrantes de este grupo de estudiantes realizaron una marcha y una vigilia por la paz y la democracia en la plancha del Zócalo capitalino.
De acuerdo a reportes, el contingente que arrancó en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, estuvo conformado por alrededor de 10 mil personas quienes en su camino hacia el Zócalo, se detuvieron a protestar frente a las instalaciones de Televisa.
Mientras tanto, otras miles de personas esperan su arribo en la plancha de la plaza mayor, donde se llevó a cabo un programa artístico con la participación de estudiantes de diferentes universidades.
De acuerdo a los organizadores, la vigilia en el Zócalo fue silenciosa como una forma de respetar prohibición de las autoridades electorales para la realización de eventos a favor o en contra de algún candidato presidencial o partido político.
Tanto los participantes en la marcha como las personas que los esperan en el Zócalo, portaron velas o veladoras que mantienen encendidas como una forma de vigilia para pedir respeto a la democracia y que las elecciones se lleven a cabo en paz.
Los organizadores del evento colocaron su templete frente a la entrada principal del Palacio Nacional. En el sistema de sonido que se colocó, no dejaba de escucharse la canción “Gimmie the Power” del grupo Molotov, que fue desde hace tiempo fue elegida tema del movimiento.
Como todo en México, este grupo no ha podido escapar de la mercadotecnia, aprovechada por decenas de vendedores ambulantes que ofrecían camisetas con el logo del grupo a 50 pesos, calcomanías a 15 y pulseras de tela a 10.
Conforme se acercaba la mañana del día de la elección, la tensión iba creciendo y la sospecha de presuntas irregularidades no pudo eliminarse de la mente de miles de mexicanos.
Esto fue gracias a casos tan descarados como el “Operativo Tarjetazo” ejecutado por el PRI en el Estado de México las horas previas al proceso electoral.
Camerino Márquez, representante del PRD ante el IFE, denunció que operadores del tricolor distribuyeron miles de “Tarjetas del Aprecio” de la tienda comercial Soriana cargadas con saldo que iba de los 300 a los mil 500 pesos.
De acuerdo al perredista, quienes entregaron las tarjetas aseguraban que el regalo era un “agradecimiento” de Enrique Peña Nieto por su apoyo.
Como prueba de sus dichos, fueron exhibidas cientos de estos plásticos que fueron entregados por simpatizantes del PRD que prefirieron denunciar los hechos que utilizar el dinero electrónico.
Sin embargo, este sentimiento no fue generalizado, pues los días posteriores a la elección, cientos de personas armados con estas tarjetas, tomaron por asalto las tiendas de Soriana del Estado de México, espantados porque alguien les dijo que el PRI iba a cancelarlas.
Sin embargo, este no fue el único detonante del malestar ciudadano, la tarde del domingo 1 de julio cientos de personas protestaron frente a las instalaciones del IFE, que para ese entonces ya eran un búnker resguardado por elementos antimotines de las policías Federal y de la Ciudad de México.
El motivo del plantón fue la insuficiente cantidad de boletas en las llamadas casillas especiales, lo que dejó a miles de personas sin la posibilidad de poder emitir su sufragio.
Este enojo inicial fue creciendo con el anuncio de que Peña Nieto iba adelante en el conteo rápido del IFE, el mensaje del presidente Felipe Calderón felicitando al candidato priista por su triunfo y la proclamación del virtual presidente, quien celebró en cadena nacional el resultado de las elecciones.
Para entonces ya nadie se acordaba de la panista Josefina Vázquez Mota, quien mucho antes de que arrancara el PREP, apareció públicamente para reconocer que las tendencias no le favorecían.
Si Vázquez Mota era noticia antigua, Gabriel Quadri quedó reducido a anécdota. De hecho lo más que se dijo del candidato del Partido Nueva Alianza fue que tuvo que esperar hora y media para poder emitir su sufragio.
Desde la noche del domingo y todo el día lunes, miles de integrantes del Movimiento #YoSoy132 iniciaron una serie de movilizaciones de protesta.
En la plancha del Zócalo, los jóvenes colocaron en el piso una gran cantidad de propaganda y pendones que arrancaron de la calle y sobre ellos comenzaron a arengar a la gente que se manifestara en contra de lo que consideran es un fraude electoral.
De hecho varias personas tomaron la palabra y manifestaron su enojo por las condiciones en las que se encuentra el país.
Posteriormente el grupo partió en caravana por la calle 5 de Mayo con dirección al monumento a la Revolución, donde se encontraron con el contingente que, horas antes, partió de la Estela de Luz y marchaba sobre la avenida Reforma.
A lo largo de la ruta los manifestantes lanzaron consignas en contra de Peña Nieto y manifestaron abiertamente su apoyo a Andrés Manuel López Obrador.
Otro grupo de inconformes instaló en el Zócalo una exposición con fotografías de explicaciones de sucesos tan lamentables como las matanzas del 2 de octubre y el 10 de junio, la masacre de Acteal, Chiapas, los fraudes electorales y la crisis económicas.
EL OTRO DOMINGO
Para miles de capitalinos, el domingo de elecciones fue un fin de semana más. Hubo quienes decidieron pasar el día paseando por Coyoacán, disfrutando de la tarde que refrescó gracias a la tormenta que durante unas horas azotó la capital del país.
No faltaron quienes consideraron como el acto más importante del día la final de la Eurocopa, en la que la selección española se coronó campeona.
La jornada electoral transcurrió con unas calles del Centro Histórico repletas de capitalinos y turistas, quienes estaban más ocupados paseando, comiendo y perdiendo el tiempo, que pensando en la identidad de quien podría ser el presidente de la República.
El día después de las elecciones, la Ciudad de México amaneció con su misma rutina desbocada, de tráfico imposible, tumultos en el transporte público y la gestación de algunos brotes de inconformidad social.
Las cosas no se salieron el guión: los diarios matutinos dieron cuenta de la ventaja del priista Enrique Peña Nieto en el conteo rápido divulgado por el IFE, y la actitud asumida por Andrés Manuel López Obrador, abanderado de la “Coalición Movimiento Progresista” ante las cifras divulgadas.
En el Instituto Federal Electoral la actividad continuaba con un lentísimo PREP revelando el avance en el conteo de las actas.
Lo único que rompió con la apacible tranquilidad en la Macrosala de prensa fue el vuelo de un pequeño helicóptero a control remoto, con lo que se hicieron tomas de video del lugar y se convirtió en la sensación pasajera de los reporteros presentes.
Y aunque seguramente le esperan días muy difíciles a la Ciudad de México, por las marchas, bloqueos y manifestaciones que se darán en el calor de la lucha política, la capital del país es un monstruo tranquilo, que ha sabido acostumbrarse a su caótico estilo de vida que es, a la vez, su más grande atractivo.