
Los más atroces crímenes en contra de pequeñitas desatan una enorme consternación en los Estados de Tamaulipas y Nuevo León. Asesinatos en Altamira, Tamaulipas y en Juárez Nuevo León causan una enorme tribulación entre la sociedad, que exige justicia.
Mucho se habla de la inseguridad en México, sin embargo, algo que es aun más alarmante es que ahora no se está seguro ni en casa, y si se es mujer menos. Prueba de ello es el asesinato de dos niñas de ocho años de edad; y una bebé de menos de uno, con lujo de violencia en diferentes entidades del país.
La primera fue raptada el fin de semana en Juárez, Nuevo León y ubicado su cuerpo en una bolsa negra de plástico, en un lugar cercano a su desaparición.
La segunda luego de ser ultrajada, fue hallada en su propia casa desangrándose, pues fue
herida con un arma blanca en el municipio de Altamira, Tamaulipas.
En León, Guanajuato una niña de poco más de 8 meses murió a manos de su propio padre quien aparte de golpearla la atacó con un arma blanca en el rostro.
Estos hechos han consternado a la ciudadanía por la brutalidad de los crímenes y por la enorme cifra de feminicidios que se ejecutan en el país sin el menor de los castigos.
Y es que son 46 los feminicidios que se han cometido en contra de menores en lo que va del año en México de acuerdo con organizaciones sociales.
EL CRIMEN DE ANA
El domingo 15 de julio Ana Lizbeth Polina Ramírez acompañó a su madre al trabajo, la mujer fungía como checador de una ruta de transporte público en la colonia Vistas del Río, en el municipio de Juárez, Nuevo León.
La pequeña pidió dinero para comprar un elote, cruzó la calle hacia una plaza del sector y nunca volvió; lo que sucedió se supo gracias a cámaras de vigilancia, que la captaron cuando se iba con un hombre que vestía ropa obscura y una gorra, de tez blanca y bigote.
Fue hasta el lunes que las autoridades neolonesas encendieron la “Alerta Ámber” para dar con su paradero; la tarde del martes 17 su cuerpo fue encontrado en un paraje baldío de la misma colonia donde fue raptada.
Casi al mismo tiempo la policía cateaba el domicilio del principal sospechoso que fue identificado previamente en las grabaciones de las cámaras.
Hace siete años fue preso por violación a su ex pareja y estuvo recluido en el penal del Topo Chico y el mismo año que salió fue acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 14 años de edad, pero nunca lo detuvieron.
“Ya tenía antecedentes penales por situaciones de delitos sexuales siete años antes, parece que fue detenido en el 2010 ó 2011, por lo que ya podemos solicitar su aprehensión”, dijo el fiscal de Nuevo León, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez.
Posteriormente las mismas autoridades estatales ofrecieron medio millón de pesos de recompensa para quién diera informes para dar con el paradero del presunto homicida.
Una llamada anónima permitió la detención del también presunto secuestrador de Ana, la madrugada del miércoles. El ahora indiciado fue identificado como Juan Fernando “N”, principal sospechoso como autor material de la muerte de la menor.
En medios nacionales trascendió que el acusado perteneció a la Policía de Monterrey hace 18 años, pero no se precisó cuánto tiempo laboró, ni porque fue dado de baja. Además se dijo que el agente del Ministerio Público, Víctor Alfonso Ruiz Ramos, es su hermano.
Hasta el cierre de esta edición un juez de control dictó auto de prisión preventiva en contra de Juan Fernando “N”, como presunto homicida de la menor Ana Lizbeth de ocho años de edad. Y se decretó el auto de vinculación a proceso por los delitos de Feminicidio y Secuestro Agravado y se halla internado en centro de readaptación social conocido como Penal del Topo Chico.
En redes sociales las reacciones no se hicieron esperar y pronto se viralizó el hashtag #TodasSomosAna y #NiUnaMenos y se ha condenado la poca eficiencia de las autoridades que tardaron un día en encender la Alerta Ámber, para buscar a la menor y de manera primordial para mantener al sujeto en prisión.
ASESINATO DE ESTRELLA
La noche del lunes 17 de julio Aleyda Valeria Estrella Rodríguez de siete años de edad fue asesinada en su domicilio, del Fraccionamiento Arboledas; su madre y su pareja la encontraron desangrándose en el interior de su cuarto por una herida en el cuello con arma blanca.
La trasladaron a la clínica del IMSS de La Morita de Altamira, donde al recibir atención médica detectaron que la menor ya no presentaba signos vitales y que había sido apuñalada al menos 20 veces.
La menor presuntamente habría sido asesinada por un conocido de la familia quien en aparente estado de ebriedad la atacó sexualmente y la mató.
El hombre de 46 años que habría cometió el crimen, tenía por nombre Juan y le decían “El Gordo”, mismo que se estima se encontró colgado de un árbol la mañana del martes en una brecha del ejido La Pedrera.
De acuerdo a un comunicado que emitió la Procuraduría General de Justicia del Estado, el cuerpo del sujeto presentaba varios golpes, por lo que abrieron la línea de investigación para esclarecer si se suicidó o no y sí habría sido el atacante de la menor.
Tras ser entregado el cuerpo de la pequeña a sus familiares y luego de la necropsia de ley, la mañana del miércoles fue velada en el exterior de su casa mismo lugar en el que fue asesinada.
La niña tan sólo cursaba el segundo año de primaria en la escuela Nueva Creación del mismo fraccionamiento.
MUERTA A MANOS DE SU PADRE
La pequeña “Luz” de entre 8 y 9 meses de nacida perdió la vida a manos de su propio padre en el Estado de Guanajuato, específicamente en León; y no solo golpes recibió la menor por no dejar de llorar cuando su progenitor se lo ordenaba, también fue atacada con un arma blanca en el rostro.
La madrugada del martes la abuela de la menor la ingresó en el Hospital General de León, con diferentes heridas y golpes en el cuerpo, y minutos después los médicos la declararon muerta.
Presuntamente las lesiones de la menor fueron provocadas por su padre, quien fue detenido horas después por la Policía Municipal de León, por el delito de posesión de drogas.
Jesús Aguilera, director de la Unidad de Investigación Especializada de la Procuraduría de Justicia de Guanajuato informó que los hechos se registraron en una vivienda de San Juan de Abajo y la causa de muerte fue traumatismo cráneo-encefálico.
“Desgraciadamente, en este mes, hemos tenido cuatro tipos de homicidios con iguales similitudes”, reveló el secretario de Seguridad Pública de León, Luis Enrique Ramírez.
Autoridades de León abrieron una carpeta de investigación para iniciar el proceso en contra del presunto responsable e indiciado por el delito de feminicidio; así como de la madre que sería posible testigo del hecho.
FEMINICIDIOS
En menos de 24 horas se registraron tres homicidios de niñas en Tamaulipas, Guanajuato y Nuevo León, éstos forman parte de los 46 feminicidios de menores que se han registrado en lo que va del año en México, según organizaciones sociales.
En 2015, de acuerdo con cifras del gobierno, 145 mujeres fueron asesinadas por cuestiones de género; sin embargo, esa número ha ido en aumento año con año.
Pues durante 2018, la cifra ha llegado a su nivel más alto: asesinan a más de dos mujeres al día de acuerdo con cifras oficiales, es decir, denunciadas a las autoridades por familiares de las víctimas.
El mes más violento de los últimos tres años fue abril pasado, con 75 mujeres victimadas. Aunque organizaciones de la sociedad civil denunciaron que existe una cifra aún más amplia, ya que se cometen más de 5 feminicidios diarios; ante la ineficiencia, insensibilidad y desinterés del gobierno por proteger a las mujeres del país.
Pues asesinar a una mujer en México sale prácticamente gratis: sólo el 10 por ciento de los casos ha recibido una sentencia condenatoria, según el último informe de ONU Mujeres.
Los estados más letales para las mexicanas son el Estado de México, Nuevo León, Chihuahua y la Ciudad de México, los cuales concentran 77 muertes.