
El asesinato de una mujer salvadoreña migrante a manos de cuatro policías municipales de Tulum, Quintana Roo, una mujer y tres hombres, ha causado indignación colectiva continental, que reclama justicia y un alto al salvajismo de cuerpos policiacos en contra de las personas en tránsito.
El sábado 27 de marzo en un video que se viralizó en redes sociales, se escucha a Victoria Esperanza Salazar Arriaza, que vivía desde hace años en México con visa humanitaria, quejarse al ser sometida por los policías y en otra grabación se le ve ya inmóvil ante la mirada de los uniformados.
Luego de la identificación de la víctima, activistas viralizaron la etiqueta #JusticiaParaVictoria, donde además se dio a conocer que esta mujer asesinada en Tulum era salvadoreña, migrante y madre de dos niñas, que ahora quedaron en orfandad.
Asimismo, se dio a conocer la foto de Victoria en redes sociales, por lo que colectivos feministas también compartieron ilustraciones de la víctima.
La necropsia concluyó que la mujer de 36 años fue víctima de una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, “lo que provocó la perdida de la vida”. Esto lo confirmó en un vídeo Oscar Montes de Oca, fiscal general de Quintana Roo.
En las imágenes divulgadas se observa a Victoria Esperanza boca abajo, esposada y con la rodilla de una mujer policía en su cuello en Tulum. Estas imágenes recordaron el asesinato de George Floyd, el hombre de color asesinado el 25 de mayo pasado en el vecindario Powderhorn, en la ciudad de Mineápolis, Minesota, Estados Unidos.
Floyd también fue victimado por cuatro policías al ser arrestado, y el crimen causó de inmediato protestas y movilizaciones.
En México y otros países latinos el asesinato de Victoria Esperanza, quien pereció literalmente con el cuello roto, originó protestas y reclamos de colectivos feministas, organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de cibernautas.
NO MERECÍA MORIR ASÍ
De acuerdo con los primeros reportes de la policía municipal de Tulum, Victoria Esperanza Salazar fue detenida luego de que habitantes la denunciaron “por desorden público”, sin embargo, cuando llegaron los elementos policiacos, la detuvieron y sometieron con lujo de violencia.
Entrevistada por medios en El salvador, Rosibel Arriaza, madre de Victoria Esperanza Salazar Arriaza, expresó ante los medios de comunicación en su país su indignación por el asesinato de su hija a manos de policías.
“Me siento impotente, frustrada, yo hubiera querido estar ahí como madre, pero uno no puede estar en todos los lugares. Cuando los hijos crecen ellos solos toman sus decisiones y ella se fue para allá, sin embargo no merecía esa muerte. “Se supone que las autoridades están para proteger”,
dijo con la voz entrecortada la mujer.
“Aunque sé que mi hija ya no volverá a la vida, eso yo lo sé, pero en el área moral y emocional, yo estaría más que satisfecha que esos señores (policías) pagaran”, dijo la afligida madre.
Victoria Salazar Arriaza, quien tenía 36 años de edad, dejó en la orfandad a dos niñas, de 16 y 15 años de edad.
La mujer que era madre soltera partió de Sonsonate, El Salvador, en el año 2016, buscando protección. En el viaje a México le acompañaban sus hijas, en ese entonces de 11 y 10 años, respectivamente.
Al año de haber permanecido en Tapachula, Chiapas, la mujer solicitó asilo para ella y sus niñas, y para noviembre de 2017 se le reconoció como refugiada por motivos de género.
Rosibel Arriaza, madre de Victoria Esperanza, se encuentra con mucho pesar, y desesperada ha pedido ayuda a las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores para viajar y estar con ellas, así como para repatriar el cuerpo de su hija.
La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo informó que el fiscal del Ministerio Público asignado al caso de los policías que ocasionaron la muerte de Victoria Esperanza, ejerció la acción penal en contra de los cuatro policías municipales, una mujer y tres hombres; fueron ingresados al centro de detención correspondiente y puestos a disposición de un juez de control.
Ante los hechos ocurridos, Nesguer Vicencio Méndez, director de la policía municipal de Tulum, fue destituido.
Por su parte Lucio Hernández Gutiérrez,
secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, dirigió un mensaje a la ciudadanía en el que expresó su indignación, vergüenza y repudio a los hechos del pasado 27 marzo.
“Donde en un acto inaceptable violentando todos los protocolos de actuación una mujer, ante la intervención policial, perdiera la vida en este municipio de Tulum. Las imágenes son vergonzosas y contundentes en cuanto a la pésima actuación de la y los policías que intervinieron”, dijo.
En tanto el Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó que Victoria tenía condición como residente permanente por razones humanitarias al haber obtenido el reconocimiento de la condición de refugiado, con el número de documento 11598479, expedido el 6 de marzo de 2018.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en nuestro país “no hay tolerancia para el machismo ni la impunidad, se castigan crímenes de odio y feminicidios”.
López Obrador lamentó el asesinato por parte de policías de Tulum, Quintana Roo, de Esperanza Salazar y afirmó que se hará justicia y no habrá impunidad. Llamó a acabar con la desigualdad. v