El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, justificó los cambios en las dependencias de seguridad y procuración de justicia de la capital del país, y aseguró que asume la responsabilidad ética y política del operativo fallido en la discoteca New’s Divine.
En entrevista con Joaquín López Dóriga, en el noticiario nocturno de Televisa, el mandatario local explicó los motivos por los que aceptó las renuncias Joel Ortega y Rodolfo Félix Cárdenas, en la secretaría de Seguridad Pública y en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, respectivamente. También explicó por qué él no dejó la jefatura de Gobierno.
Sobre el destituido jefe de la Unipol, Guillermo Zayas, quien acusó una estrategia de la PGJDF para hundirlo, afirmó que difícilmente la persona que estaba al mando del operativo en la discoteca no tiene responsabilidad en los hechos.
López Dóriga le inquirió por qué tardó tantos días en la remoción de los ahora ex funcionarios locales.
“Nos se trata de tomar medidas precipitadas”, reviró Ebrard.
El jefe de Gobierno refirió que necesitaba tener el reporte de las familias de las víctimas, más el avance de la investigación desde el punto de vista penal y el expediente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Ebrard aseveró que pidió a la CDHDF que hiciera una investigación sobre la indagatoria de los hechos que estaba a cargo de la procuraduría.
Aceptó que en el New’s Divine hubo un operativo mal pensado y mal planeado, porque los agentes se fueron en contra los jóvenes.
Además, mal ejecutado, con numerosas vejaciones a los derechos humanos de los menores, contrario, dijo, a la política que promueve el gobierno del Distrito Federal.
Sobre Ortega, argumentó que él no estuvo en el operativo, por lo que no hay elementos, a estas alturas, que digan que ordenó las acciones.
Sin embargo, dijo que tiene que hacer cambios para rehacer a la Secretaría de Seguridad Pública.
En el caso de Félix Cárdenas, dijo que prefirió cambiar al procurador porque busca que haya veracidad absoluta en la investigación.
Interrogado por qué él no renunció a la Jefatura de Gobierno, Ebrard respondió que si él hubiese autorizado algunas de la vejaciones, “yo no estaría aquí”.
“No me atrevería a ver a los padres de familia cara a cara”, apuntó.
Agregó que, como jefe de Gobierno, se hace cargo de la tragedia y de las consecuencias, así como de la responsabilidad ética y política, y subrayó que quiere que haya veracidad en la indagatoria y reparación de los daños.
El jefe de Gobierno estimó que es difícil que se le finque responsabilidad penal a los ex titulares de la SSP y de la PGJDF, porque no hay elementos, ya que no estuvieron en el operativo.
Aunque admitió que las violaciones a los derechos humanos no debieron haber ocurrido.
“La vida no puede seguir igual: para mí, como persona, padre de familia, como ser humano, no puede seguir igual en materia de seguridad y procuración de justicia, y en cuanto a las familias afectadas”, expuso.
Sobre Zayas, sostuvo que era el mando único en el operativo y que, con todas las evidencias, está muy difícil demostrar que no haya responsabilidad de quien estuvo al cargo de las acciones policiacas.