El Estado más austral de la geografía nacional, vive una revolución ideológica que para algunos, es un ejemplo de resistencia pacífica y para otros un barril de pólvora.
En la crónica de lo que se observa desde dentro y fuera –de una provincia que durante el salinismo atisbó con buscar su independencia–, los ojos del país pareciera que vuelven a fijarse especialmente sobre Chiapas.
Porque aún y cuando su gobernador, Manuel Velasco Coello, es desacreditado por una parte de la población (de acuerdo con diversos sondeos públicos), y enfrenta los peores niveles de popularidad desde que comenzó su gestión, el eslogan de la campaña “Chiapas nos une” ha pasado a ser un bastión para una sociedad que se está amalgamando con un ideario popular.
A diferencia de lo que ocurre en otras entidades federativas, por ejemplo, con las protestas del magisterio, éste pareciera ser un territorio aparte.
Poseedor de una inmensa riqueza natural, el Estado enfrenta cambios más conceptuales que estructurales. La mayoría de quienes ahí radican rechazan adoptar los modelos nacionales instaurados por un pleno de 628 legisladores, y de quienes mueven los hilos de la Federación.
En palabras más simples y llanas la Reforma Educativa ha sido vetada no solamente por el grueso de los maestros (el 95 por ciento), sino también por la mayoría de sus habitantes, presentándose un escenario “de excepción” y en el que detrás del telón se asoma un conjunto de intereses políticos.
El gobierno de Enrique Peña Nieto quiere que los profesores del país adopten las condiciones de la reforma, pero, al menos entre quienes están afiliados a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), casi nadie se encuentra de acuerdo, al tacharla más como una reforma contralaborista que con objetivos académicos o beneficios estudiantiles.
Incluso, critican que la Federación quiera cambiar los libros de texto y hasta insertarles cuestiones de diversidad sexual, pues alegan que la literatura que reciben los estudiantes en muchos casos no es elaborada preservando los principios inalienables de moralidad.
LO QUE ESTA DETRAS
Y ese Estado se cuece aparte, porque mientras en Oaxaca o Guerrero los gobiernos han utilizado la fuerza pública para enfrentar las manifestaciones y bloqueos, en el entramado chiapaneco Manuel Velasco
–aspirante que busca un lugar en la carrera presidencial de 2018, según constan sus innumerables spots y apariciones con anuncios en todo el país– no los reprime.
Los maestros en Chiapas han tomado las calles, bloqueando comercios y oficinas de gobierno, pero la policía sólo hace labores de vialidad y orientación.
Lo que en consecuencia tiene en jaque principalmente el quehacer económico de su capital, Tuxtla Gutiérrez, colocando al jefe del ejecutivo estatal en el blanco de las críticas, por no contener dichas expresiones.
No obstante, esa pareciera ser la molestia de los menos, porque la gran mayoría en esa entidad apoya a los maestros, que desde mayo se fueron a la huelga
y anunciaron que no comenzarían el ciclo escolar 2016-2017.
Amenaza que ya cumplieron.
DE PRONOSTICOS RESERVADOS
En la medición de fuerzas, la crisis magisterial se agrava en el sur del país, pero ese gremio se planta pacífico, no atropella,
sólo presiona al gobierno.
Por lo que cuenta la gente a pie de banqueta, aquellos que se oponen a las marchas y bloqueos, el secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, no ha sabido lidiar con esta problemática, pero tampoco parecería que diera el brazo a torcer para apaciguar el encono.
Mucho menos, Aurelio Nuño, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien desde la Ciudad de México (CDMX), no cede en su postura y remarca que “el diálogo no puede ser para negociar” el decreto.
Paradójicamente tanto la presente administración Peñista, como el Congreso, no desean que la Reforma se reforme y este tema podría seguir para largo.
Por su lado, Velasco, que para quienes defienden la Reforma pudiera dar una apariencia pusilánime; tibio para quienes están en contra de ella y firme para los que creen que ha podido contener la “olla express” que le ha puesto el gobierno federal, no asoma ninguna posición definida.
Mientras en la radio chiapaneca, diversos medios de comunicación bombardean a la audiencia acerca de que los paros magisteriales y bloqueos son nocivos para la salud económica de su población, en su rol diplomático Velasco Coello pide el diálogo con los maestros.
Muchos de ellos, plantados en la zona centro de Tuxtla Gutiérrez (acomodados en tiendas de campaña) y otros, subidos en los camiones (como de la multinacional Coca Cola), bloqueando el acceso de carreteras o de comercios, fustigan que no es justo perder una jubilación por no aprobar un examen que en línea presenta infinidad de anomalías, y el cual, acusan, no contiene temas de carácter académico, sino laborista.
Indican que el sistema de exámenes en línea impuesto por la federación, es truculento y despoja a los maestros de sus derechos, al mencionar que ni siquiera es un documento firmado por ellos y, debido a múltiples fallas, termina jugando en contra para los académicos que lo presentan.
Por verse burlados, y enfrentarse a este panorama los miembros de la CNTE en Chiapas afirman que se defenderán, como lo dicen aquellos que diariamente se trasladan por caminos lodosos y accidentados hasta dos horas para presentarse frente a un salón de clases y que hicieron el viaje a Tuxtla Gutiérrez para adherirse al movimiento.
De modo que subsisten de lo que pueden… algunos han vendido sus autos para hacerle frente a la Reforma Educativa.
Otros montaron puestos de comida para poder mantenerse. Sus baños están en la calle, donde comen, se lavan los dientes y duermen. Se cuidan entre ellos y ante cualquier intento de agresión se unen.
EL OTRO CHIAPAS
En la otra esfera, la ciudad sortea las complicaciones viales que esta crisis magisterial ha provocado. No todas las tiendas están cerradas al mismo tiempo, así que la población ve bloqueos y pasa de largo.
Con el pueblo los maestros se han detenido, y solamente les place tomar o detener el paso de cruciales empresas que están perdiendo millones de pesos por estar paradas. La iniciativa privada ya levantó la voz y pide al gobierno que le haga caso a los maestros, pues son muchos los empresarios que están teniendo números rojos y así no generarán más impuestos.
Por lo demás, siguen llegando visitantes para conocer algunos sitios turísticos, los más cercanos como San Cristobal de las Casas, el Cañón del Sumidero y otros como Palenque y la Selva Lacandona.
Si bien el cierre de carreteras ha afectado a quienes utilizan el Aeropuerto Internacional de Tuxtla Gutiérrez, con una cantidad incalculable de vuelos perdidos, la gente no deja de arribar.
Para los foráneos de inicio surge la molestia con el magisterio, pero ya que conocen sus causas y reclamos algunos se solidarizan. Les regalan comida y apoyan económicamente para que defiendan lo que ellos creen justo.
Por lo pronto, así como no hay clases en los niveles básicos, si el gobierno no da su brazo a torcer, la CNTE ya anunció que bloqueará hidroeléctricas y estaciones de gasolina, en tanto que más de un millón 300 mil estudiantes de 19 mil escuelas siguen “de vacaciones”.
Así que el movimiento, que más allá de ser magisterial ya se hizo popular, avanza a otros espacios de la vida pública y sigue tomando una fuerza inusitada, pues así como esa entidad alguna vez se sintió olvidada por un gobierno que lejos de reducir la brecha de la desigualdad la agravó, las voces independentistas están volviendo a resurgir, porque si en México hay un Estado unido, vaya que ese es Chiapas.