Su pulso tiembla, su memoria falla en ocasiones y constantemente pide que le repitan las instrucciones; sin embargo, tiene interés por aprender. Son adultos mayores que intentan comunicarse con el mundo a través de la computadora.
Existen ciertas atracciones para este segmento de la población y la computadora es una, ya que le permite desarrollar ciertas habilidades que otras actividades no le ofrecen, sin olvidar que esta herramienta se ha vuelto muy útil para muchos de ellos.
“Aprendí a usar la computadora por necesidad, distribuyo productos y hay comunicación por computadora y tengo que saber cómo llegar a la información que me corresponde a mí”, señaló Guadalupe Sánchez Woodworth, quien trabaja en el negocio Multi nivel relacional.
En este mundo globalizado, la computadora cumple como medio de comunicación de larga distancia, por lo que Sánchez Woodworth la utiliza para estar en constante conexión con sus hijos, quienes viven lejos, uno en la ciudad de México y otro en Mazatlán.
DIFICULTAD PARA USAR COMPUTADORA
Ismael M. González Alanís, geriatra con especialidad en Rehabilitación en el Accidente Vascular del Anciano, del Hospital Universitario Getafe en Madrid, explicó que la estructura cerebral de un individuo con el paso de los años se hace cada vez más rígida, por lo que el adulto mayor se vuelve menos tolerante a los cambios, ya que en su mente existen conceptos preestablecidos.
“Entonces, hay muchos que ven esto de la computación como ‘esto ya no es para mí’. Claro, ya si se meten van a ver que no es tan difícil, aunque no van a tener la misma habilidad de un joven”, señaló González Alanís.
María Oyarzabal, responsable de la Casa Club del DIF de San Pedro Garza García, Nuevo León, que imparte cursos de computación para personas de la tercera edad, indicó que al principio le tienen miedo hasta de tocar el ratón, porque sienten temor de acercarse a lo nuevo.
El adulto mayor comienza a presentar un deterioro físico a nivel intelectual, que en muchas ocasiones es imperceptible, y se considera como un disminución cognitiva leve; algunas cosas se le olvidan y las funciones cognitivas, como pensar, razonar, tener juicio, tener memoria, se alteran.
“Batallo por mi memoria, me tienen que decir dos o tres veces las cosas o tengo que apuntarlas y tengo que memorizar, mientras que los niños no, los niños rápidamente aprenden.
“A los nietos les pregunto cuando a mí se me ‘atora’ y que salen imágenes ahí (en la pantalla), y que yo no quiero echar a perder, los virus y todo eso, entonces tengo que esperar a que alguien me guíe para manejar la computadora”, dijo Sánchez Woodworth.
Otros sentidos, como la vista, oído, percepción, olfato y gusto, también se desgastan, pero es por un deterioro normal de esas células; las gustativas diminuyen mucho en el anciano a partir de los 60 años, las olfativas y los conos se atrofian, en los bastones de la retina hay una disminución y por eso la visión se hace más difícil.
“No es que tarden mucho en aprender, lo que pasa es que sus reflejos ya no son los mismos que los de un niño, pero tienen tanto interés que aprenden rápido, cosas básicas”, señaló González Alanís.
LA MOTRICIDAD Y EL ANCIANO
Los procesos artrósicos, que son los movimientos articulares, disminuyen en la vejez y hacen que se pierda la precisión y rapidez al oprimir una tecla, la posición rígida cansa más fácilmente al adulto mayor lo que hace que éste trabaje a un ritmo más lento.
“Lo pueden hacer, se van a cansar más rápido que un joven, obviamente ¿por qué? por la postura rígida que deben de tener, que es la recomendable, con la espalda rígida para que puedan tener las manos extendidas, que finalmente te cansan”, manifestó.
Para el geriatra, el no nacer con este tipo de tecnologías puede representar un miedo para el adulto mayor ya que es una herramienta desconocida, se debe esti-mular al anciano a sentarse frente a una computadora y una vez que se encuentren frente a ella, verá que no es tan difícil.
“Se dan cuenta que ahí pueden leer libros, ver películas, comunicarse con su gente, recibir poemas, dibujos, todo por el internet que es la carretera de la comunicación, entonces se van a ir interesando más”, indicó.
Guadalupe Sánchez Woodworth sabe escribir a máquina, considera que la computadora es 90 por ciento máquina de escribir y los demás es saber pedir la información.
“De hecho, usé la computadora en el año de 1978 cuando trabajaba en el Consulado americano”, agregó.
En el DIF de San Pedro Garza García se imparten clases de computación para adultos mayores. La doctora María Oyarzabal señala que las personas que acuden a este centro carecen de contacto con la tecnología, por lo que se les enseña principios básicos como qué es un teclado, cómo se usa y para qué sirve cada una de las partes de la máquina.
Explicó que la mayoría no saben leer y escribir, por lo que se les asignan juegos y dibujos, programas como Paint (ilustrar con colores), con el fin de divertirse un rato, pero a los que saben leer y escribir se les enseña a usar el teclado, entrar a internet y enviar mensajes a sus nietos e hijos, lo que les permite integrarse a la tecnología y al mundo actual.
El grupo que actualmente recibe clases lunes, miércoles y viernes, de 10:00 a 12:00 horas, es de 55 personas.
El único requisito para entrar es ser una persona de la tercera edad y vivir en el municipio de San Pedro.
Agregó que el DIF Nuevo León aportó ocho computadoras, que son las que actualmente utilizan en el Centro Gerontoinformático, el cual aproximadamente tiene un año de ofrecer este servicio y con muy buena respuesta por parte de la gente, que muestra buenos niveles de satisfacción.
“No es un curso establecido, porque cada individuo tiene principios de aprendizaje de acuerdo a sus posibilidades porque algunos tienen principios de Alzheimer, otros tienen principios de demencia senil, otros el mismo miedo.
“Es decir, cada uno tiene su propia dificultad, entonces no lo tenemos como un curso establecido, sino que van avanzando a su propio tiempo”, dijo la encargada del centro.
De acuerdo con Hermelinda Leal Treviño, fundadora y asociada del Colegio de Psicología de Monterrey y participante de proyectos de Evaluación Psicológica para candidatos de la Maternidad Conchita para Padres Adoptivos, el hecho de que los adultos y las personas mayores de edad aprendan a utilizar una computadora se debe a una necesidad específica, no necesariamente al sentido de aprendizaje.
Por ejemplo, un ama de casa que se comunica con sus hijos que se encuentran estudiando en un sitio lejano.
“Yo no lo veo como forma de entretenimiento, como en los jóvenes. Se utiliza más como necesidad para pasar el tiempo y bueno, para conseguir información de manera rápida”, señaló Leal Treviño.
Una diferencia que marca el uso de la computadora entre los adultos y los jóvenes es que éstos la utilizan como parte de su vida diaria, ya sea para socializar a través del chat o para realizar tareas, ya que hoy en día el uso de la computadora se ha vuelto indispensable en ellos. En cambio, la mayoría de los adultos la utilizan sólo para actividades de trabajo o para mantenerse al tanto de las noticias.
“La persona puede estar en contacto con todo mundo, yo creo que es el acceso a la comunicación de manera rápida y al conocimiento, para eso lo utiliza uno, no tanto para socializar”, concluyó.