El Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales, con base en Toluca, Estado de México, dio a conocer la causa 79/2014 emprendida en contra de Héctor Manuel Beltrán Leyva, acusado de portación ilegal de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, pero no por delitos de delincuencia organizada y contra la salud.
De acuerdo con información divulgada por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), este narcotraficante recibió el auto de formal prisión bajo la consigna del agente del Ministerio Público de la Federación, infringiendo el “artículo 9, párrafo primero, fracción 1 en relación al diverso 24 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en concomitancia con el 13, fracción II, del Código Penal Federal”, y sancionado en el artículo 81 de la misma ley.
En el mismo juzgado se giró su encarcelación al Centro Federal de Readaptación Social Número Uno “Altiplano” en el municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.
A pesar de que el delito de portación de armas de fuego no es grave y por lo cual alcanzaba la libertad bajo fianza, en primera instancia el juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales determinó declinar y que fuera otro juzgado el que llevara las diligencias del caso de Beltrán Leyva; sin embargo, fue el mismo tribunal el que decidió enviarle a prisión, a espera de que surjan nuevas pruebas incriminatorias.
Este narcotraficante es el último de los cuatro hermanos que seguía en activo al frente del cártel y, según especialistas, la organización criminal ahora quedaría encabezada por Francisco Hernández García, segundo en la línea.
Más allá de que fue detenido el pasado 1 de octubre por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina Armada de México, en un restaurante de mariscos del municipio de San Miguel Allende, Guanajuato, Héctor Beltrán Leyva fue un narco de bajo perfil:
En el argot delincuencial era conocido de varias maneras, dentro de las que destacan “Salvador Macías Tafolla”, “El Rey de la Cocaína”, “el Elegante”, “El General”, “El Arqui”, “El Ingeniero” y principalmente “El H”.
Aún así movió millones de dólares en el trasiego de estupefacientes desde Colombia a Estados Unidos, según el gobierno norteamericano.
SEIS AÑOS EN LA MIRA
De acuerdo con información oficial el Cártel de los Beltran Leyva fue una organización delictiva establecida en un principio en el Estado de Sinaloa.
Originalmente era liderada por los hermanos Marcos Arturo, Alfredo, Carlos y Héctor, nacidos en Bariguarato. Pertenecían al cártel de Sinaloa, pero en el año de 2008 cuando fue capturado Alfredo “El Mochomo”, esta agrupación se fracturó y los hermanos se independizaron, provocando una guerra de cárteles que profundizó la violencia en el país y terminó con la vida de Edgar Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Un año después en Cuernavaca, Morelos, Arturo Beltrán Leyva, conocido como “El Barbas” fue abatido por elementos de la Marina y más tarde, en enero de 2010, Carlos fue arrestado por la Policía Federal en Culiacán, comenzando la debacle para los hermanos Beltran Leyva, pero no para su organización, que es considerada por la DEA (Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos) una de las mayores traficantes de enervantes en el mundo.
SE REFUGIÓ EN OTROS NOMBRES
Tomás Zerón, jefe del área de Investigación de la Procuraduría dio a conocer que “El H” se hacía pasar como empresario de los bienes raíces y arte. Bajo ese perfil lideró un tráfico de millones de dólares a la Unión Americana, por lo que en 2009 fue acusado por el Jurado de Nueva York por ese delito.
El gobierno estadounidense ofrecía además cinco millones de recompensa (unos 67 y medio millones de pesos) a quien brindara información que ayudara con su captura.
Una vez que ha sido consignado, Hector Beltrán Leyva se ha reservado su derecho a declarar y su situación jurídica aún no está definida, pese a encontrarse en el penal del “Altiplano”.
Los próximos meses y semanas serán cruciales para saber si el capo cumplirá una condena en México o será extraditado a la Unión Americana, por las acciones que se le imputan.