De acuerdo con Oscar Castro Cantú, ex presidente de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México (Concaam), y actual delegado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en Tamaulipas, en todos sus años de experiencia como litigante defensor nunca había visto evolucionar como hoy la cultura de la denuncia.
En una sociedad actual que enfrenta mayores dificultades y desafíos inéditos –a comparación de hace dos o tres décadas–, también se dispone de mejores herramientas para alzar la voz y dar a conocer una postura, considera.
“Nos damos cuenta que la gente ya no se queda callada y acude con confianza ante
nosotros, en algunos casos ayudada de las facilidades que nos dan las redes sociales y la Internet.
“Quiero decir que estamos a las órdenes del público cuando éste tenga la mínima sospecha de que se están violentando los derechos humanos. Hoy en día somos fácilmente localizables”, refiere.
Este funcionario explica que la CNDH no es un organismo pasivo, sino que al contrario, se mantiene muy diligente para buscar que se respeten las garantías individuales de los mexicanos.
“Nosotros estamos conscientes de lo que bien se invierte en prevención, se manifiesta luego en la defensa de los derechos humanos, por eso estamos acudiendo a toda la ciudadanía, pero en especial a los jóvenes y tenemos todo tipo de programas para estar en contacto con ellos”, añade.
Para quienes desconocen cómo se integra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, menciona que ésta se encuentra internamente organizada en seis visitadurías, cuya sede se sitúa en la Ciudad de México. Cada cual con sus diversos enfoques de atención a la gente.
Castro Cantú cita que la Primera ve asuntos relacionados a las quejas en contra de servidores públicos que trabajan en organismos hospitalarios como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y que además maneja diversos programas vinculados a la niñez, la mujer, los adultos mayores, la familia y los casos de VIH-Sida.
Mientras tanto la Segunda trata de ver exclusivamente asuntos en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Secretaría de Marina (Semar), de la Policía Federal (PFP) y querellas de seguridad pública, la mayoría originadas por abusos de poder.
Por su parte, la Tercera atiende asuntos penitenciarios y por medio de sus peritos recorre todos los centros de reclusión y sus diferentes denominaciones en la República Mexicana.
La Cuarta se enfoca en los temas de los indígenas; la Quinta tiene programas de migrantes, agravio a periodistas y defensores civiles de los derechos humanos, así como organismos no gubernamentales (ONG) con los que tiene convenios.
Y la Sexta Visitaduría, que es de nueva creación, asiste los rubros laborales y las cuestiones ambientales, describe el entrevistado.
EL PRIMER FILTRO
Antes de ser un caso turnado ante alguna de estas visitadurías en la capital del país, las oficinas regionales tratan de que las partes involucradas alcancen un acuerdo oportuno mediante una recomendación.
Algunos otros Estados que como Tamaulipas cuentan con representación de este tipo son Baja California Norte, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Aguascalientes, San Luis Potosí, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
“Recibimos las quejas y actuamos de inmediato, vamos a campo y hacemos las diligencias que sean necesarias, pero cuando así lo requieren los casos vienen especialistas de las diferentes visitadurías a realizar sus peritajes y se canalizan.
“En esta oficina trabajamos 13 personas. Tenemos los visitadores adjuntos, que andan en toda la región visitando albergues, estaciones migratorias, hospitales y también
donde nosotros veamos que pueda surgir alguna denuncia, le demostramos a la ciudadanía que no está sola.
“Nuestro reglamento nos dice que debemos hacer las diligencias para que se solucione de la manera más rápida y expedita la queja o solicitud. Vemos la manera que todo se resuelva de manera pacífica, mientras se hace el trámite y hacemos gestiones para que los ciudadanos queden conformes”, afirma.
Este abogado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) indica que para que funcione el mecanismo de los derechos humanos se necesita una queja por escrito o en forma verbal; no obstante, si a través de los medios de información se detecta que las garantías de las personas se han quebrantado, entonces la CNDH acude ante los agraviados a tratar de levantar la querella de oficio y si es algo extraordinario que atañe a la ciudadanía, la Comisión la inicia por cuenta propia.
“El número de quejas que más se reciben en esta oficina foránea son en contra del IMSS, las cuales la mayoría se solucionan durante el trámite.
“Por lo regular son en el sentido de que a los afectados se les fijó una fecha muy amplia para una intervención quirúrgica, tres, cuatro meses, etcétera, y a través de gestiones logramos que se reduzca ese plazo. O bien, cuando necesitan la ayuda de un especialista y tienen que acudir a los hospitales regionales como el de Monterrey, intercedemos también en situaciones como esas”, cuenta Castro Cantú.
En referencia a las negligencias médicas el delegado expresa que también las hay, aunque una investigación de ese orden se toma mayor tiempo y es ahí donde entran los peritos de las visitadurías, quienes emiten un dictamen.
POLICIAS EXTORSIONAN; DIPLOMATICOS DESOYEN
De acuerdo con las denuncias presentadas ante este organismo en la frontera, el fenómeno migratorio presenta dos vertientes: la de los ciudadanos centroamericanos que son vejados en su paso por la República Mexicana y la de los connacionales que son repatriados sin la debida atención de las autoridades consulares.
“Todos sabemos que la frontera y Reynosa es origen, tránsito y destino de migrantes. Aquellos que vienen desde los países del sur manifiestan que son extorsionados en su tránsito por las policías municipales.
“Mientras que el otro tipo de migración es el de nuestros paisanos que son deportados del norte. Tratamos de platicar con ellos, de orientarlos y nos comentan que en el proceso de deportación están confinados y solicitan ayuda al ver un póster en el que dice: ‘Llama a tu consulado’, pero resulta que este personal no acude a atenderlos y no reciben la asistencia a la que tenemos derecho los mexicanos”, fustiga.
Castro Cantú manifiesta que en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos acompañan a los quejosos en la presentación de sus denuncias para remitirlas a las instancias correspondientes.
“Quiero ser muy enfático en que ciudadano que viene a esta oficina no se va con las manos vacías, sino que el 99 por ciento sale satisfecho con su problema encaminado a resolverse”, afirma.
Sin embargo, el entrevistado no abordó casos en específico, porque asegura que todos ellos se trabajan con la mayor reserva; es decir que son confidenciales y que los datos personales no son filtrados de la CNDH, porque así lo marca la ley, reitera.
Destaca que la zona de influencia de esta delegación no se limita a Tamaulipas, sino que empleados de la misma acuden hasta otras ciudades a brindar atención, como Piedras Negras, Ciudad Acuña y Saltillo en Coahuila.
“Muchos dirán qué tiene que ver aquí Saltillo. Pues resulta que todas las vías del tren llegan ahí, porque es el lugar central de donde se distribuyen a todas las ciudades fronterizas, por eso es que Saltillo es muy importante en cuestión de migración”, enfatiza.
DATOS DUROS
De acuerdo con el último reporte –al tercer trimestre de 2013–, se han recibido en la oficina de Reynosa de los Derechos Humanos a 129 adultos hombres y 155 mujeres, para sumar 284 personas que han acudido a solicitar algún tipo de ayuda.
Mientras que los empleados del organismo han realizado visitas a lugares específicos, como las zonas afectadas por el huracán Ingrid en Tamaulipas, entrevistándose con 422 personas en Padilla, Mante, Aldama y Tampico, principalmente.
“Algunos preguntarán qué hace la CNDH en las inundaciones, pues simplemente la ciudadanía tiene derecho a una vivienda digna, el acceso a la salud y a una asistencia social. Eso estábamos verificando, que se cumplieran tales rubros”, menciona Oscar Castro Cantú, quien lleva tres años al frente del cargo.
Por su lado, en las estaciones migratorias la Comisión afirma haber asistido personalmente a tres mil 464 indocumentados: dos mil 513 hombres y 951 mujeres.
Señala que en visitas a dependencias independientes al Instituto Nacional de Migración (INM), como lo son la Procuraduría General de la República (PGR), el Centro de Atención al Menor y la Familia (Camef) y el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), mantiene un registro de 470 personas entrevistadas en el mismo periodo. El total de atendidos es de seis mil 511 en lo que va del año, revela.
“Es muy importante mencionarles que también tenemos un comité contra la trata de personas. Esto es muy delicado; sin embargo, realizamos una serie de conferencias que llevamos a los estudiantes de secundarias, para darles información a los jóvenes y prevenir este delito, en el que tiene que ver el enganche, la vejación y el engaño.
“Aunque nuestra labor no es investigar los delitos, sí vigilamos el mal funcionamiento de las autoridades y funcionarios públicos”, ilustra.
La ubicación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos está en la esquina de las calles Pascual Ortiz Rubio y Guerrero, número 801 de la colonia Medardo Gónzalez en Reynosa. El funcionario pide no confundir con la Comisión Estatal de los Derechos Humanos que se localiza en la calle San Luis.
Al final, Castro Cantú le hace el llamado a la ciudadanía que se sienta vulnerada para que confíe en la CNDH y acuda a interponer su denuncia en persona; se comunique a los teléfonos 01800 508 2999, 9224266, 9224263 o ingrese al sitio de Internet www.cndh.org.mx para poder obtener información
y recibir asistencia.