Cuando estaba en campaña buscando la presidencia municipal, Oscar Luebbert Gutiérrez, aseguró que el béisbol profesional regresaría tanto a Reynosa como al estadio “Adolfo López Mateos”. A medio año de haber comprometido su palabra, todo parece indicar que la promesa será realidad.
Y es que Tigres B, el equipo de la Primera División A que llegó a la ciudad buscando incrustarse en el gusto de la afición local, decidió que este año ya no regresará a la frontera.
Con ello, el Ayuntamiento anunció que próximamente iniciarán los trabajos para que la cancha del “López Mateos” sea utilizada para lo que fue construida y diseñada: el béisbol.
Además se está en proceso de búsqueda del equipo que pudiera convertirse en la tercer edición de Los Broncos de Reynosa, ya que en estos momentos se está en pláticas con empresarios del béisbol profesional para encontrar la franquicia que podría llegar a Reynosa.
En repetidas ocasiones, el alcalde de esta ciudad ha manejado la promesa del regreso de Los Broncos de Reynosa. Una de ellas lo hizo en una entrevista con el noticiero La Voz, que se transmite por el 1430 AM Radio Papalote.
“Hay interés de venir para Reynosa, es una plaza importante y yo diría que cuando tuvimos béisbol profesional fuimos la mejor plaza en asistencia con promedios muy por encima de plazas como Monterrey.
Nos hemos puesto en contacto con varios empresarios tanto de la Liga Mexicana como de la Liga del Pacífico que están muy interesados en ver a Reynosa como una alianza estratégica en las dos ligas entonces yo esperaría –y ojalá no vaya a quedar mal– que en la próxima temporada vamos a tener un equipo competitivo”, dijo.
El edil señaló que en el caso del parque “Adolfo López Mateos” es importante que este inmueble sea utilizado para la práctica del béisbol, que es para lo que fue diseñado.
“El parque Adolfo López Mateos es un estadio de béisbol donde se vive con más cercanía el juego, aunque hay estadios más modernos son mucho más fríos, el López Mateos es un estadio muy acogedor.
He ido a juegos de futbol y definitivamente el López Mateos no es un estadio para el futbol, el área más cómoda más estadio está en una esquina y las gradas sólo cubren una tercera parte de la cancha”, sentenció.
Por su parte Miguel García Ahedo, secretario del Ayuntamiento en Reynosa, confirmó que Tigres B ya no volverá a esta plaza, por lo que se iniciará el proceso para que el parque de la ciudad sea otra vez de béisbol.
“Sabemos que se fueron (Tigres B), la temporada ya concluyó y nosotros no tenemos ningún documento que nos obligue a tener una relación contractual con el equipo por lo que es la intención del presidente municipal de que el béisbol profesional regrese a la ciudad”, dijo.
Incluso, la directiva de Tigres B ya retiró de Reynosa mucha de la infraestructura que había instalado en el parque reynosense, incluyendo el sistema de riego para el campo.
García Ahedo expresó que el “López Mateos” no ofrecía la condiciones para la práctica del futbol profesional, por lo que lo mejor para la ciudad es que esta cancha vuelva a ser para béisbol.
“La cancha del estadio López Mateos muy difícilmente dio las medidas para que se practicara el futbol profesional, tengo entendido –no soy un experto en el tema– que la Primera División no permitiría que se jugará así como está el campo”, apuntó.
El secretario del Ayuntamiento, reconoció que Tigres B no es la única escuadra de futbol que utilizaba el parque, también está el equipo de Segunda División Profesional, Zorros de Reynosa, conformado –en su mayoría– por jóvenes originarios de esta frontera.
El representante legal del Ayuntamiento aclaró que las autoridades municipales ya tienen lista una propuesta para Zorros sobre dónde van a poder seguir jugando.
“Por lo que hace al equipo de Zorros nosotros estamos en la mejor disposición de atenderlos y vamos a tratar de que la Unidad Deportiva, que existe por la zona de la Laguna La Escondida, pueda ser adecuada para este equipo”.
Por último, el funcionario municipal señaló que Reynosa merece un equipo de futbol, pero éste tiene que estar en unas instalaciones adecuadas y esto es un tema que se debe de tratar en el futuro.
“Lo ideal sería construir un estadio para el futbol profesional, quizá eso sería tema para otra ocasión, el presidente municipal tendrá la última palabra”, finalizó
TIGRES NO MAS
Alejandro Garza, jefe de prensa del equipo Tigres, propietarios de Tigres B, confirmó en entrevista con Hora Cero que los directivos del equipo con sede en Monterrey, Nuevo León, decidieron que la escuadra ya no regresará a jugar a la ciudad.
Explicó que una vez que concluyó el contrato por un año que la directiva de Tigres firmó con la administración del entonces alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, se ha decidido no renovarlo.
Al explicar los motivos de la decisión, Garza aseguró que todo se trató de cuestiones económicas.
“El principal motivo es el costo que tiene para la institución llevar al equipo a Reynosa cada quince días, sentimos que son demasiados los costos para trasladar al equipo”, indicó.
Hay que recordar que Tigres B sólo venía a Reynosa un vez por quincena, que era la fecha cuando de acuerdo al calendario de competencia le tocaba enfrentar sus partidos como local.
De hecho todos los jugadores de Tigres B viven y entrenan en la ciudad de Monterrey, por lo que su presencia en esta frontera se reducía a las horas previas y posteriores al encuentro.
El vocero de Tigres rechazó que exista molestia por parte del equipo a la respuesta que obtuvo de la afición reynosense.
“La afición nos aceptó de inmediato, el primer partido tuvimos un lleno total e incluso hubo personas que se quedaron afuera del estadio. La segunda temporada tuvimos afluencias de 3 mil 500 o 4 mil personas por partido”, señaló.
Sin embargo esto no fue suficiente para que Tigres B se quedara en Reynosa, lo que ha facilitado el camino para el regreso del béisbol profesional.
UN CAMINO COMPLICADO
El arribo del llamado “rey de los deportes” a esta frontera no es un proceso sencillo. De acuerdo a los reglamentos de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), existen dos vías para la creación de una nueva escuadra en su sistema de competencia.
La primera es la expansión, que contempla que una ciudad sea designada como una nueva sede de un equipo de la LMB. Para que esto puede suceder primero es necesario que los directivos de la liga y los dueños de los equipo participantes en la competencia estén de acuerdo con esta medida.
Generalmente esto sucede en muy raras ocasiones, ya que al ser una plaza nueva no cuenta con jugadores y cuerpo técnico, por lo que cada una de las novenas que integran a la LMB tienen que aceptar que sus algunos de sus peloteros sean contemplados en un draft de competencia de donde el equipo de expansión pueda armar su plantilla.
Como a ningún equipo le gusta ceder a sus jugadores, son muy pocas las ocasiones en las que se acepta la creación de un equipo de expansión en la Liga Mexicana de Béisbol.
La otra opción contemplada en los reglamentos de la liga es que la compra de alguna de las franquicias que ya compiten en el campeonato de verano y que, generalmente, son equipos con un pobre desempeño en la temporada quienes registran pocos aficionados en sus estadios.
De hecho, esta fue la opción que se utilizó para traer a Reynosa la segunda edición de Los Broncos, ya que anteriormente ésta franquicia era la de Los Industriales de Monterrey.
Fuentes del municipio consultadas por este medio revelaron que el alcalde, Oscar Luebbert Gutiérrez, ha encabezado una serie de negociaciones con varios empresarios del ramo beisbolero para conseguir el equipo que pudiera convertirse en Los Broncos de Reynosa.
Entre los empresarios que se han reunido con el alcalde, se encuentra el propietario de Los Tomateros de Culiacán, Juan Manuel Ley López, quien también es dueño de Los Saraperos de Saltillo.
Según la información a la que se tuvo acceso, Ley López no está muy contento con la permanencia de Los Saraperos en la capital de Coahuila, por lo que está buscando la posibilidad de vender el equipo.
Incluso, una vez que se enteró de que Reynosa estaba buscando una franquicia de béisbol profesional, le ofreció Los Saraperos al alcalde en 6 millones de dólares.
Lo alto del precio por este equipo provocó que el edil rechazara la oferta del empresario.
Sin embargo Ley López no es el único empresario con el que Luebbert Gutiérrez se ha reunido. Hay reportes de que el edil reynosense ha platicado con José Maiz, propietario de Los Sultanes de Monterrey y Los Tigres de Cancún.
Fuentes del Ayuntamiento aseguraron que en una de estas reuniones Maiz explicó al alcalde que no está dispuesto a vender a ninguno de sus dos equipos pues le tiene mucho cariño a Sultanes y Tigres le representa un excelente negocio, ya que el gobierno de Quintana Roo le paga 15 millones de pesos al año por mantener a esta escuadra en el sureste.
Ante ello se ha dedicado a asesorarlo en la búsqueda de otra franquicia que esté en posibilidades de ser vendida.
Según las fuentes consultadas, las opciones que existen para Reynosa se resumen a dos: Los Potros de Tijuana y Los Petroleros de Minatitlán, que son equipos pequeños que no han tenido la temporada que esperaban.
De alguna de estas dos escuadras saldrá el equipo que, se espera, se convierta en Los Broncos de Reynosa.
UN NEGOCIO REDONDO,
COMO LA PELOTA
En entrevista, Armando Zertuche Zuani, secretario de Desarrollo Económico del Ayuntamiento, expresó que a la ciudad le conviene el regreso del béisbol profesional.
“Tiene muchas perspectivas muy interesantes para la ciudad, los beisboleros no solamente somos la raza de Reynosa sino también la raza del Valle de Texas, hay jugadores de el valle que están jugando con equipos locales, además de que detonan toda una afición que nos integra como región”, dijo.
Recordó que este deporte ha generado ganancias económicas para esta frontera e incluso ayudó a la creación de una región interesada en el “rey de los deportes”.
“Hace años se integró un corredor beisbolero que era Reynosa, Nuevo Laredo Monterrey y Saltillo, buscando hacer promociones para que la gente pudiera viajar los fines de semana para poder ver a sus equipos”, apuntó.
Zertuche Zuani manifestó que los planes para que el béisbol profesional regrese a esta plaza han levantado tanta expectación, que incluso hay quienes desean que regrese el básquetbol profesional.
“Ya hubo un momento en que tuvimos básquetbol, algunos problemas de patrocionios directos hicieron que se fuera pero yo he tenido contacto con el presidente de la Asociación de Básquetbol Profesional que está interesado en que a Reynosa retorne este deporte”, expresó.
El secretario de Desarrollo Económico aseguró que la presencia de estos equipos en Reynosa le dan un nivel a la ciudad que le ayuda a mejorar su economía.
“Como ciudad nos da un nivel, es un indicador de movimiento en la región, creo que Reynosa es madura en ese sentido, además es vital, porque si no fomentamos el deporte a través de esta actividad, la juventud tiende a distraerse en otras actividades”, finalizó.
PELIGRO, PELIGRO… LO BARATO SALE CARO
Comprar una franquicia de Liga Mexicana no es cualquier cosa y menos ahora que la ausencia de público ha puesto a pensar hasta a los directivos más arcaicos del circuito.
La historia nos dice que en los últimos cinco años, han ido y venido equipos dejando plazas y aficiones inconformes porque sus directivos no han podido darles un equipo triunfador.
Con excepción de Tigres, que hasta llegó a ser campeón en Puebla, y aún así tuvo que marcharse, las demás plazas han recibido nóminas con jugadores de segunda y el fracaso ha sido de primera.
Reynosa regresó al béisbol en 1995 “heredando” la franquicia de los Industriales de Monterrey, que tras seis años de fracaso había formado un buen equipo. El primer año en la frontera fue bueno, ya que terminaron como líderes de norte, pero perdieron en semifinales ante Sultanes.
Pero a partir de allí vinieron años malos, hasta que en 2003 dejaron la plaza para irse a San Luis. En este tiempo el equipo era propiedad de José Maiz y recibía ayuda del gobierno para pagar los sueldos.
Maiz, propietario también de los Sultanes, obviamente le daba prioridad a los regios sobre los tamaulipecos, considerándose Reynosa como el equipo “sucursal” de los ahora campeones.
Actualmente el gobierno de Veracruz es dueño de dos equipos: los Rojos del Aguila y los Petroleros Minatitlán. El primer equipo está dando la pelea, pero el segundo está condenado al sótano porque no le prestan la misma atención.
Se dice que entre la ciudad de Cancún y el gobierno de Quintana Roo financian a los Tigres, que tienen la peor asistencia en la liga a pesar de estar en la pelea deportiva.
Otro club con intervención gubernamental son los Dorados de Chihuahua, propiedad de José Maiz, pero los gastos nominales corren por cuenta del gobierno del “Estado grande”.
En Nuevo Laredo han construido un nuevo parque de pelota y la gente está acudiendo como novedad, pero el roster tiene muchas limitaciones y no aspiran realmente a llegar al playoff.
En Tijuana se vivió un auge parecido cuando los Potros llegaron en 2004, pero ahora va poca gente a verlos porque la calidad del equipo es baja.
Moraleja: Si el municipio de Reynosa y el gobierno de Tamaulipas quieren regresar el béisbol a la ciudad, piensen bien cuál equipo compran. Si adquieren uno con deficiencias van a batallar y en lugar de aplausos recibirán abucheos. Saldrá más caro el caldo que las albóndigas.