Cuando se pensaba que al kínder sólo se iba en la mañana o la tarde, en Reynosa hay un plantel donde incluso, los alumnos pueden asistir hasta las diez de la noche y sus padres acudir a trabajar, gracias a un esquema implementado por la Secretaría de Educación Pública.
Aunque hoy en día está muy de moda el término de las “escuelas de tiempo completo”, el jardín de niños “Ignacio Allende” va adelantado en esta dinámica.
Además, le permite a los estudiantes no sólo estimular su potencial académico, sino también desenvolverse en otras áreas como el deporte y la convivencia social.
Hilda López Lara, directora en los turnos matutino y vespertino, señala que de acuerdo al Programa de Educación Preescolar, el niño debe recibir las herramientas para su mejor aprovechamiento y desempeño.
“Dichos estímulos se realizan a través de diversas actividades y ahorita precisamente estamos llevando una de ellas, que es el campamento, en el que los alumnos efectúan prácticas formativas, deportivas, acuáticas y recreativas, según nos marca la currícula”, señala.
La profesora con maestría en Innovación Creativa por la Universidad Pedagógica Nacional, y con doctorado en Metodología de la Enseñanza, reconoce que existen madres trabajadoras y padres que no pueden estar todo el tiempo al pendiente de sus niños, pues algunos de ellos cumplen horarios laborales muy demandantes.
“Sobretodo el vespertino es un sistema escolarizado enfocado esencialmente y proyectado para aquellas personas que trabajan y que no tienen la oportunidad de enviar a sus hijos por la mañana, por eso se creó este servicio. Afortunadamente hay bastante demanda”, menciona.
La entrevistada comenta que la idea de extender los horarios para realizar los talleres y campamentos, está basada en los lineamientos que establece la SEP, atendiendo al mismo tiempo la necesidad de la población.
“Esta iniciativa surge a partir de los docentes del mismo plantel, como un trabajo pedagógico de competencias, hacen válidos todos los estatutos que nos está marcando el Sistema de Educación Preescolar.
“En el jardín lo estamos proyectando hacia la comunidad y sociedad. Sobretodo con la ayuda y el permiso apropiado tanto de nuestras autoridades como de los padres de familia”, destaca López Lara.
PONEN EL EJEMPLO
Aunque el programa establece realizar dichas actividades al final del ciclo escolar, el jardín de niños “Ignacio Allende” está siendo ejemplo para otros planteles en la localidad, al efectuarlas después de que los alumnos terminan con sus clases.
Además de divertirse los niños obtienen otros beneficios y un aprendizaje más extenso. En los campamentos se favorece la competencia y, mediante dinámicas y métodos didácticos, se desarrollan en otros campos que los llevan a la práctica.
“Este trabajo es uno de ellos, está valorizado para que los niños fortalezcan sus habilidades y actitudes, principalmente. Y tenemos resultados muy favorables. Cuando los menores ingresan al siguiente nivel de primaria nos dicen que los encuentran muy adelantados”, agrega.
La directora enlista algunas de las actividades extracurriculaes que se llevan a cabo en este plantel, como el campamento, la recreación acuática, la activación física, activación colectiva, aparte de la estimulación temprana habilidades de destreza, en donde el niño desarrolla todo su potencial físico. Bailan, juegan, hacen carreras.
“Ahorita precisamente están con los concursos y las porras. Se les facilita poderse relacionar en sociedad. Sobretodo, como estamos observando, socializan mucho e interactúan entre ellos mismos. Hay mucha equidad y democracia.
“Todas estas actividades nos llevan hacia ese fin, un fin democrático y a como estamos viviendo la situación actual en nuestra sociedad, de falta de valores, ellos aquí están viviendo en un ambiente sano y creativo”, subraya.
KÍNDER EJEMPLAR
López Lara pone en relieve la importancia de adoptar este tipo de modelos, que al final son para el beneficio directo de los niños y sus papás.
“Yo algo que considero preponderante es que precisamente todo este tipo de actividades necesita más del apoyo de los padres de familia. Hay que resaltar que sin ellos, sin el estímulo y la aportación de los papás no lograríamos mucho y estas actividades, con la ayuda de ellos, se llevan a la práctica al 100 por ciento”, señala.
Aquí todos los maestros participan y están involucrados, tanto el personal docente, administrativo, directivo.
El turno matutino trabaja en el vespertino. Se calendarizan los días y en otro día se realiza la actividad del vespertino.
“Por ejemplo, ahorita están trabajando los niños del matutino en horario de seis a diez de la noche. Y contamos con el apoyo de los padres de familia, el cual es fundamental”, reitera.
La directora indica que existen ocho grupos que están inmersos en este esquema educativo: son cinco terceros y tres segundos.
Además en estas vacaciones los estudiantes del kínder siguen teniendo actividades, pues en el verano también pone en práctica el programa de ‘Escuelas Siempre Abiertas’, que impulsa la Secretaría de Educación Pública.
Y después de aprender, jugar y convivir, incluso aún cuando es de noche, los niños ya esperan que dé el siguiente día para poder acudir a su escuela.
“Se les estimula mucho y da la oportunidad de que el alumno trabaje, que desarrolle todas sus habilidades y potencial aquí en el jardín y llegue a casa nada más a descansar. Los padres de familia están muy agradecidos por el crecimiento que ven en sus hijos”, finaliza. v